El Principito es la obra más famosa escrita por el aviador y escritor Antoine De Saint-Exupéry, publicada por primera vez el 6 de abril de 1943. Una pieza de arte universal, que pone sus reflectores sobre temas tales como el amor, la amistad, el sentido de la vida y la naturaleza humana. ¿Ya la has leído? En este nuevo artículo de Frases de la Vida te traemos algunas de las mejores frases del Principito, ¡disfrútalas!

Estamos frente a una historia narrada por un aviador a quien le cuesta entenderse con los demás. En uno de sus viajes, su avión falla y debe aterrizar en el desierto del Sahara, donde se encuentra con un niño: un principito proveniente de un planeta muy pequeño, el cual solo posee tres volcanes, baobabs y una flor sobre sus paisajes.

El principito se hace amigo del aviador y le cuenta como era su vida, triste y solitaria, hasta la llegada de la flor; una flor muy hermosa que lo ama, pero que le cuesta expresarse con sinceridad, ya que es muy vanidosa. El principito le cuenta a su nuevo amigo cómo abandona su planeta debido a sus dudas sobre el amor de la flor, recorre diversos mundos donde encuentra personajes como el rey, el vanidoso, el bebedor, el farolero y el geógrafo, todos ellos muy diferentes entre sí. Sin embargo, cuando finalmente llega a la Tierra, desarrollará una nueva perspectiva.

Cuando el aviador repara su avión, el principito debe volver a su planeta para cuidar a su flor, pues ya ha entendido muchas cosas sobre el amor. Sin más dilación, te invitamos a leer, conocer y analizar algunas frases del Principito que te harán reflexionar. ¡Toma nota de las que más te gusten y disfrútalas!

60 Frases del Principito para reflexionar

1. Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú y solo tú tendrás estrellas que saben reír!

2. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

3. Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.

4. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso.

5. Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió.

6. No se ve bien sino es con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

7. Es muy triste olvidar a un amigo. No todos han tenido un amigo.

8. En cuanto a las fieras, no las temo: yo tengo mis garras.

9. Lo que embellece al desierto es que esconde un pozo en cualquier parte.

10. Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.

11. Uno se expone a llorar un poco, si se ha dejado domesticar.

12. No se debe nunca escuchar a las flores. Solo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello.

13. Nada en el universo sigue siendo igual si en alguna parte, no se sabe dónde, un cordero que no conocemos ha comido, o no, a una rosa.

14. Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.

15. Que los volcanes estén extinguidos o se despierten es igual para nosotros. Lo interesante es la montaña del volcán y ésta nunca cambia.

16. Se debe pedir a cada cual, lo que está a su alcance realizar.

17. Los hombres -dijo el principito- se meten en los rápidos pero no saben dónde van ni lo que quieren. Entonces se agitan y dan vueltas.

18. Él se enamoró de sus flores y no de sus raíces, y en otoño no supo qué hacer.

19. ¡Bueno! Te admiro —dijo el principito encogiéndose de hombros—, pero ¿para qué te sirve?

20. Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.

21. Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digiere un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas mayores pudieran comprender. 

22. Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

23. Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer.

24. Bebo para olvidar que soy un borracho.

25. Será necesario que soporte dos o tres orugas, si quiero conocer las mariposas.

26. Es una cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta.

27. ¡Qué planeta más raro! —pensó entonces el principito—, es seco, puntiagudo y salado. Y los hombres carecen de imaginación.

28. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.

29. A los mayores les gustan mucho las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? o ¿Si le gusta o no coleccionar mariposas?” En cambio preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle. 

30. Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar entre millones y millones de estrellas, es suficiente mirar al cielo para ser feliz,  pues puede decir satisfecho: Mi flor está allí, en alguna parte.

31. Tengo una flor a la que riego todos los días; poseo tres volcanes a los que deshollino todas las semanas, pues también me ocupo del que está extinguido; nunca se sabe lo que puede ocurrir. Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea.

32. Conozco un planeta donde vive un señor muy colorado, que nunca ha olido una flor, ni ha mirado una estrella y que jamás ha querido a nadie. En toda su vida no ha hecho más que sumas.

33. Y todo el día se lo pasa repitiendo como tú: “¡Yo soy un hombre serio, yo soy un hombre serio!”… Al parecer esto le llena de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!

34. Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran.

35. ¡No supe reconocer la ternura detrás sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Y… yo era demasiado joven para saber amarla. 

36. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada; todo lo compran ya hecho, y como en las tiendas no se venden amigos, los hombres ya no tienen amigos.

37. Viví mucho con personas mayores y las he conocido muy de cerca; pero esto no ha mejorado demasiado mi opinión sobre ellas.

38. Todas las personas mayores fueron al principio niños aunque pocas de ellas lo recuerdan.

39. De las buenas semillas salían buenas hierbas y de las semillas malas, malas hierbas. 

40. Si un cordero come arbustos, se comerá también las flores ¿no?

41. ¡La Tierra no es un planeta cualquiera! Se cuentan en él ciento once reyes (sin olvidar, naturalmente, los reyes negros), siete mil geógrafos, novecientos mil hombres de negocios, siete millones y medio de borrachos, trescientos once millones de vanidosos, es decir, alrededor de dos mil millones de personas mayores.

42. Al primer amor se le quiere más, a los otros se les quiere mejor.

43. El principito, que me hacía muchas preguntas, jamás parecía oír las mías.

44. Tener un amigo es un verdadero privilegio y si uno se olvida de ellos se corre el riesgo de volverse como las personas mayores que sólo se interesan por las cifras y los números. 

45. Si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo.

46. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado.

47. Te miraré de reojo y tu no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos.

48. Tengo poderosas razones para creer que el planeta del cual venía el principito era el asteroide B 612. Este asteroide ha sido visto sólo una vez con el telescopio en 1909, por un astrónomo turco.

49. Las flores son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden. Se creen terribles con sus espinas.

50. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.

51. Siempre me ha gustado el desierto. Puede uno sentarse en una duna, nada se ve, nada se oye y sin embargo, algo resplandece en el silencio.

52. Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como un fin.

53. Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.

54. ¿Los hombres?, El vientos los lleva, pues no tienen raíces y no tenerlas les causa amargura.

55. Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria.

56. Entonces el astrónomo volvió a dar cuenta de su descubrimiento en 1920 y como lucía un traje muy elegante, todo el mundo aceptó su demostración.

57. Los baobabs comienzan por ser muy pequeñitos.

58. ¿Qué es un rito? Es lo que hace que un día sea diferente de los demás y una hora de las otras.

59. ¿Y de qué te sirve poseer las estrellas? -Me sirve para ser rico. -¿Y de qué te sirve ser rico? -Me sirve para comprar más estrellas.

60. ¿Sabes? Cuando uno está verdaderamente triste le gusta ver las puestas de sol.

Este libro es realmente hermoso, si no lo has leído, ¡te recomendamos darle una oportunidad! Se trata de una obra para reflexionar sobre múltiples temáticas enteramente humanas, relatada de una manera tan bella que nunca te aburrirás. Nota: puede que incluso te saque unas lágrimas. Te invitamos a disfrutar de los más extraordinarios datos sobre El Principito y su autor presentes en el artículo de nuestros amigos de Supercurioso.

Cuéntanos cuál ha sido tu frase favorita y si ya has leído esta obra universal. ¿Conoces otros fragmentos de El Principito que hayamos omitido? ¡Nos encantará recibir tus opiniones y sugerencias en la sección de comentarios!