Las frases del Fantasma de la Ópera te llenarán del mismo misterio, horror, fascinación y aventura que cualquiera de los muchos formatos en los que se ha adaptado la novela de Gaston Leroux. Ya sea con la novela original, los musicales o las adaptaciones al teatro, en el tiempo se mantiene la historia de amor de Erick, el fantasma que en realidad es un compositor desfigurado capaz de escribir la música más bella del mundo y que vive en las catacumbas de la ópera, en un lago subterráneo, y Christine, la joven cantante que embelesa al fantasma y que se siente tan atraída por su talento como por el musculoso Raoul, otro pretendiente.
Si lees las frases del Fantasma de la Ópera te entrarán ganas de mirar cualquiera de sus adaptaciones o de disfrutar del horror gótico y romántico de la novela. Fue la séptima novela que escribió Leroux, que se convirtió en periodista tras perder una herencia a causa del juego, y que ambientó la novela en lugares de verdad de París. Aunque no fue un éxito en su día, y aunque algunos críticos no la consideran parte de la “gran literatura” (sea lo que sea eso), lo cierto es que El fantasma de la ópera es una novela divertida y sin pretensiones. A veces, no hay que pedir nada más. A continuación, podrás leer las frases del Fantasma de la Ópera que te traemos en Frases de la Vida.
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50 Frases del Fantasma de la Ópera, el misterioso habitante de París
1. El fantasma de la ópera ha existido. No fue, como se creyó durante mucho tiempo, una invención de artistas, una superstición de empresarios, la creación medrosa del cerebro excitado de las señoritas del cuerpo de baile, de sus madres, de los acomodadores, de los empleados de la guardarropía y de la portería. – Narrador
2. Los trucos más brillantes han sido siempre los más sencillos. – Firmin Richard
3. ¿Comprenden ustedes la palabra gotear? ¡Es una palabra que se oye con la lengua!… La lengua se sale de la boca para escucharla mejor. – Erick
4. Sólo tú me inspiras de verdad, ¡mi música en la noche morirá! – Erick
5. Y sujeta con ambas manos tu corazón dispuesto a volar con muchos seres humanos. – Erick
6. El pecho le dolía como si se lo hubiesen abierto para sacarle el corazón. Sentía allí un vacío atroz, un vacío real que no podía calmarse hasta que pudiera colocar allí el corazón de Christine. Son estos fenómenos de una psicología particular que, según parece, no pueden ser comprendidos sino por aquellos a quienes el amor ha asestado ese golpe que en el lenguaje corriente se llama el flechazo. – Narrador
7. ¿No tendría que haber límites sagrados para la hipocresía y la mentira? – Narrador
8. Óyeme, tú no estás solo, nuestra es tu canción. – Christine
9. Yo mismo me hacía difícilmente a la idea de que iba a luchar con un hombre que sólo es visible cuando lo desea y que además ve todo a su alrededor cuando nadie puede ver nada… – Raoul
10. Si mis oídos están llenos de sus gritos, mis ojos están hechizados por su rostro. – Erick
11. Los infelices que fueron muertos durante la Comuna, en los sótanos de la Ópera, no están enterrados en ese punto; puedo decir dónde están esos esqueletos, bien lejos de esa cripta inmensa que, durante el sitio, fue convertida en depósito de provisiones. – Narrador
12. Si hay cosas de las que uno se vanagloria, hay otras por las que se siente demasiada humillación al ser compadecido. – Erick
13. Triste criatura de la noche, ¿qué clase de vida has conocido? Dios me dé fuerzas para demostrarte que no estás solo. – Christine
14. La música posee una virtud que hace que no exista nada en el mundo exterior fuera de esos sonidos que invaden el corazón. – Narrador
15. Es extraño, Christine, cuán llena de gemidos está la noche tan dulce y apacible. – Raoul
16. No había cuento del tío Daaé en que no interviniera el Ángel de la Música, y los niños pedían que les explicase cómo era ese Ángel que les intrigaba tanto.Christine
17. Hay momentos en que la excesiva inocencia parece tan monstruosa que se convierte en odiosa. – Narrador
20. Estaba loco de amor…, y por esa causa y también por otras muchas cosas, era capaz de todos los crímenes. – Erick
21. El amor, los celos y el odio brotaban en torno a nuestros gritos desgarradores. – Narrador
22. La amaba tanto que ya le era imposible respirar sin ella. – Narrador
23. En la vida hay que acostumbrarse a todo, incluso a la eternidad. – Narrador
24. Hay una música, Christine, tan terrible que consume a todos los que la conocen. Usted no ha oído todavía esa música, felizmente, porque le quitaría sus frescos colores y nadie la reconocería al volver a la vida de París. Cantemos ópera, Christine Daaé. – Erick
25. Cuando alguien se precipita a los brazos de la justicia, con tantas pruebas de complicidad en su contra, es porque no es cómplice. – Narrador
26. ¡Usted lo ama! ¡Su miedo, sus terrores, todo eso es amor, y del más apasionado! – Erick
27. ¡Cuántos dramas de familia, cuántas tragedias sangrientas había producido aquel monstruo con sus trampas! – Narrador
28. Tenía un corazón en el que habría cabido un imperio, pero tuvo que contenerse con un sótano. – Narrador
29. No había nada más frío, nada más muerto que su corazón. – Narrador
30. La trivialidad del verso y la vulgaridad casi popular de la melodía parecían tanto más convertidas en belleza por un soplo que las levantaba y arrebataba al cielo en las alas de la pasión. – Narrador
31. Se apretó el corazón con ambas manos con toda intención de hacerlo callar.
32. Pero un corazón no es como el morro de un perro.
33. Intento no pensar más en él. Le era muy dificil.
34. ¡Es Ella!». El corazón comenzo a latir con golpes sordos.
35. ¡Christine! El sagrado nombre del amor brotó de sus labios y desde el corazón.
36. Lanzó una mirada desesperada al cielo, a las estrellas, golpeó con el puño su pecho inflamado. ¡La amaba y no era correspondido!
37. El odio que había sentido por ella ya no formaba parte de sus sentimientos.
38. Temía perderla después de haberla encontrado en aquellas circustancias tan extrañas.
39. Tenía invenciones sorprendentes. Y, sin duda, que la más curiosa, la más horrible, y la más peligrosa de todas, era la cámara de los suplicios.
40. _¿En qué piensa, Christine? _Pienso en que ya no volveremos a vernos.
_¿Y eso la pone tan radiante? _¡Y que dentro de un mes tendremos que decirnos adiós para siempre! —A menos, que nos casásemos y nos esperásemos para siempre.
41. En un mismo instante, había conocido el Amor y el Odio.
42. Cuando una es tan tonta, se está a merced de las más inauditas catástrofes.
43. Esta noche sigue llevando el anillo de oro, y no has sido tú quien se lo dio. Esta noche ha seguido entregando su alma, y no ha sido a ti.
44. Es muy dificil hacerse amar en una tumba. Uno tiene las citas que puede.
45. He hecho esta averiguación precisamente al buscar los restos del Fantasma de la Ópera, que no hubiera encontrado sin esta casualidad inaudita del entierro de las voces vivas.
46. Aquella voz angélica glorificaba un himno pagano.
47. Se diría que la noche se lamenta junto a nosotros.
48. El tío Daaé pretendía que todos los grandes músicos, todos los grandes artistas, reciben, por lo menos una vez en su vida, la visita del Ángel de la Música.
49. El Fantasma de la Ópera, ha existido en carne y hueso, aun cuando se le dio todas las apariencias de un verdadero fantasma, es decir, de una sombra.
50. Aquel que no haya aprendido a ocultar su tristeza bajo una máscara de alegría y a similar algo de tristeza, aburrimiento o indiferencia ante su íntima alegría, no será un parisino.
Esperamos que te haya gustado esta selección con las mejores frases del Fantasma de la Ópera, una novela muy divertida adaptada a películas y musicales. Cuéntanos, ¿te animas a leer la novela o a ver alguna de sus adaptaciones? ¿Cuáles son tus frases del Fantasma de la Ópera favoritas? ¿Y tu personaje? Recuerda que puedes contarnos lo que quieras, ¡sólo tienes que dejarnos un comentario!