Antón Chéjov fue un importante narrador y dramaturgo que nació en Taganrog, Rusia, en el año 1860. Reconocido como principal exponente de la escuela realista en la literatura rusa. Fue a su vez pionero del relato corto y se mantuvo fiel a su estilo lacónico y agudo. En la actualidad es considerado uno de los más grandes referentes de la literatura universal debido principalmente a los recursos narrativos que desarrolló a lo largo de su obra, los cuales podrán vislumbrarse en el recorrido de frases que ofreceremos a continuación.

Comenzó escribiendo textos humorísticos para, más tarde, incorporar un abordaje más psicológico y profundo en referencia a la construcción de sus personajes, cuyos pensamientos y emociones constituyen el factor principal dentro de un argumento que queda tras bambalinas. Chéjov fue el maestro del disfraz. Su trama tiene la cualidad de leerse entre líneas, contando con las sensaciones y con el ambiente como metáfora de la misma. Introdujo dentro de sus relatos hombres y mujeres que reflexionan y palpitan la vida con fuerza y con fragilidad a la vez. Los hizo a la medida del humano que siente y que existe dentro de una atmósfera «chejoviana», caracterizada por una alegre melancolía.

Y si así lo hizo fue, en sus palabras, porque amó la vida. Defendiendo su esencia en sus escritos y esbozando lo que ella verdaderamente representa para cada uno de nosotros como seres en un mundo controvertido. De la mano de Frases de la Vida hemos preparado un listado con 40 frases de Antón Chéjov que no te podes perder. Ellas serán de utilidad para que puedas comprender su estilo de una manera directa y eficaz. En sintonía con el pensamiento del autor, consideramos que las frases breves pueden decir mucho más de lo que aparentan.

Las mejores frases de Antón Chéjov

  1. Cuando pienso en mi vocación no temo a la vida.

¿Qué diferencia hay entre el sentido de la vida y la vocación? Quizás, ninguna. El autor expresa en esta frase que su talento lo aleja ineludiblemente del vacío, o de la muerte en vida como sinónimo del mismo.

2. El amor es un escándalo de tipo personal.

El amor es un sentimiento que probablemente todas las personas hemos tratado de descifrar y verbalizar. Sin embargo es una experiencia intransferible, un drama interno que se despliega en millones de sensaciones y de oraciones mentales amorfas dentro del campo más íntimo del ser humano. Este «escándalo personal» se encuentra manifiesto en cada uno de los personajes de Chéjov.

3. Los hombre inteligentes quieren aprender. Los demás, enseñar.

Una de las más contundentes frases de Antón Chéjov. Los inteligentes ganaron esta cualidad debido a una curiosidad insaciable. El conocimiento es por ellos entendido como una rueda que comienza y que no para de girar. Siempre queda un punto del mapa intelectual más allá del que han llegado a conocer. Por otro lado, aquellos que creen saberlo todo se dedicarán a enseñar y a teorizar de brazos cruzados. La inteligencia se les ha tornado hermética e inflexible porque se hamacan en la soberbia de creer saberlo todo, alejándose de la posibilidad de cuestionar el mundo un poco más.

4. La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.

Podemos confundir esta frase con una perspectiva pesimista del autor. No obstante, él mismo ha negado su condición de pesimista, asegurando que sus bases se encuentran en el realismo propiamente dicho. El anhelo es característico de su obra. El anhelo por un mundo mejor, por una utopía de felicidad que nos mueve hacia lugares y personas que nos transmiten una sensación de profundo bienestar. El deseo como motor y como felicidad en sí mismo.

5. La literatura es mi esposa legítima y la medicina mi amante. Cuando me canso de una, paso la noche con la otra.

Antón Chéjov estudió medicina en una universidad de Moscú. Ante la bifurcación de sus intereses, decidió posponer sus clases para dedicarse a la literatura. De todos modos, más tarde retomó y ejerció esporádicamente su labor médica. Ello lo llevó a escribir una serie de obras llamadas «Clínicas» que contienen numerosos personajes que padecen una enfermedad mental o física.

6. El que nada constantemente en el mar ama la tierra firme.

Nadar conlleva la intrínseca posibilidad de ahogarse si se deja de hacerlo. Y nadar en una piscina se siente bien. Puede ser completamente relajante porque la posibilidad de salir de ella para abrazarse a una toalla está siempre presente. Pero nadar en mar abierto, sin nada sólido alrededor, implica el continuado esfuerzo de seguir adelante aún con los brazos entumecidos. Esta frase es una auténtica metáfora de la vida en sus momentos más dificultosos, donde la tranquilidad de la tierra firme puede ausentarse por un buen rato.

7. Sólo durante los tiempos difíciles es donde las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos.

Durante los momentos alegres no tendemos a cuestionar nuestro estado anímico. La felicidad se justifica por sí sola. Pero cuando nos encontramos parados en la vereda de los tiempos difíciles podemos sentirnos solos con nuestra mente y con nuestras sensaciones. Entramos en contacto con flujos emocionales arduos de incorporar y de aceptar.

8. El arte de escribir consiste en decir mucho con pocas palabras.

Esta es una de las frases de Antón Chéjov más representativas de su estilo narrativo. El literato ruso contaba con la inusual capacidad de escribir párrafos completos en una sola línea. Escondió argumentos en el simbolismo de sus descripciones magistrales y en el acto reflexivo de sus personajes.

9. Cuando uno ama y quiere juzgar ese amor, hay que partir de un punto más elevado o más importante que la felicidad o la desdicha.

Esta cita podría ser analizada días enteros por cada uno de nosotros. Partiendo de la base de que el amor es comúnmente asociado a la obtención de algún tipo de felicidad, comfort o sentido, resulta un excelente ejercicio pensar en él como algo que trasciende toda felicidad o desdicha. El amor es un hecho que se despliega por encima del bien o del mal.

10. Aislarse en el trabajo creativo es mejor que las críticas negativas que no hacen nada en absoluto.

Esta última frase de Antón Chéjov nos inspira a crear. Todos tenemos el poder de elegir dónde y a qué destinamos nuestro tiempo. Podemos dedicarnos a criticar sin conseguir nada duradero con ello, o podemos volcarnos a la actividad creativa para crecer como personas y materializar nuestro sentir.

Más Frases de Antón Chéjov

11. A la gente le encanta hablar de sus enfermedades, a pesar de que son las cosas menos interesantes de sus vidas.

12. Más vale un canario perverso que un piadoso lobo.

13. La pena capital mata de inmediato, mientras que la cadena perpetua lo hace lentamente. ¿Quién es más verdugo? ¿El que te mata en pocos minutos o el que tarda toda una vida?

14. En la naturaleza, una repugnante oruga se transforma en una mariposa encantadora; en cambio, entre los hombres ocurre lo contrario: una encantadora mariposa se transforma en una oruga repugnante.

15. Si realmente reflexionas, todo es maravilloso en este mundo, todo, excepto nuestros pensamientos y acciones cuando nos olvidamos de reflexionar.

16. Hay algo hermoso, poético y conmovedor cuando una persona ama más que el otro, y el otro es indiferente.

17. El hombre vulgar espera lo bueno y lo malo del exterior, el hombre que piensa lo espera de sí mismo.

18. El amor, la amistad y el respeto no unen tanto a la gente como un odio común hacía alguna cosa.

19. Las personas que viven solas siempre tienen algo en sus mentes que comparten voluntariamente.

20. Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio.

21. He observado que después del matrimonio las personas dejan de ser curiosas.

22. Cualquiera que sea el tema de la conversación, un viejo soldado hablará siempre de guerra.

23. El gobierno no es Dios. No tiene derecho a quitar lo que no puede regresar.

24. El gobierno no es Dios. No tiene derecho a quitar lo que no puede regresar.

25. Sólo durante los tiempos difíciles las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos.

26. Es algo malo para el escritor asumir lo que no entiende.

27. Un perro hambriento solo tiene fe en la carne.

28. No hay nada más terrible, insultante y deprimente que la banalidad.

29. Hay que hablar de cosas serias en serio.

30. Los hipócritas pretenden ser palomas, políticos, literarios, águilas… Pero no se deje engañar por su apariencia, no son águilas, son ratas.

31. La brevedad es la hermana del talento.

32. Si realmente reflexionas, todo es maravilloso en este mundo, todo, excepto nuestros pensamientos y acciones cuando nos olvidamos de reflexionar.

33. Cuando se sugieren muchos remedios para un sólo mal, quiere decir que no se puede curar.

34. La Universidad saca a la luz todas las capacidades, incluida la incapacidad.

35. El mundo no perece por los bandidos y los incendios, sino por el odio, la hostilidad, y todas estas pequeñas rencillas.

36. Los infelices son egoístas, injustos, crueles e incapaces de comprender al otro. Los infelices no unen a las personas, las separan.

37. Encontraremos paz. Escucharemos ángeles. Veremos el cielo centelleando con diamantes.

38. La fe es una aptitud del espíritu. Es, de hecho, un talento: se tiene que nacer con ella.

39. Del mismo modo que estaré solo en mi tumba, vivo esencialmente solo.

40. Confieso que enterrar a algunas gentes constituye un gran placer.

Estas fueron las 40 frases de Antón Chéjov que seleccionamos para invitarte a conocer un poco más acerca de esta figura literaria. ¿Cuál fue tu favorita? Te esperamos en la sección de comentarios.