Grandes acontecimientos han sucedido a lo largo de la historia de la humanidad. Los descubrimientos sorprendentes, la lucha por los derechos y las más terribles guerras han hecho parte de nuestro crecimiento y han dejado huellas imborrables en cada uno de nosotros. Y es en uno de esos sucesos terribles en los que se forma la pensadora y teórica de la que se hablará en este artículo de Frases de la Vida, a través de las frases de Hannah Arendt.
Una mujer judía que se enfrentó al mal y habló de él: ¿Quién es Hannah Arendt?
Arendt nace en 1906, en Alemania. Desde su nacimiento se ve envuelta en un país convulso y miedoso ante un régimen nazi que se ha ido estableciendo hace algunos años y que está en el clímax de su poder político, económico y social, bajo el mando de Adolf Hitler. Ciertamente se avecina una guerra. Una guerra que llevará a eventos desastrosos de discriminación y muerte y de los que Hannah Arendt será víctima.
Hannah Arendt fue, entonces, una mujer alemana judía que, a lo largo de su vida y trayectoria como pensadora escribió sobre actividad política, el poder, la modernidad y el totalitarismo. Fue el nacionalsocialismo y el Holocausto los ejes centrales de su análisis y los que, a fin de cuentas, permitieron su reivindicación con su condición como mujer y como judía.
Pero Arendt no solo escribía. También colaboró activamente en la lucha contra el nazismo a través de acciones contundentes. Trabajó enviando niños judíos a palestina para salvarlos de una Alemania perseguidora y más adelante, dirigió los esfuerzos de la Comisión para la Reconstrucción de la Cultura Judía Europea.
Entre sus obras más importantes se encuentran: Los orígenes del totalitarismo, Eichmann en Jerusalén y La crisis de la cultura y Entre el pasado y el futuro.
Arendt muere en Nueva York luego de haber permanecido varios años como apátrida y haber obtenido la nacionalidad estadounidense.
Acercándonos al pensamiento de esta gran mujer con las frases de Hannah Arendt
1. En la medida en que realmente pueda llegarse a «superar» el pasado, esa superación consistiría en narrar lo que sucedió.
Para comenzar con las frases de Hannah Arendt vale la pena recalcar que la superación no significa olvidar, borrar de la memoria. Superar significa ser capaces de volver sobre nuestros errores y aprender de ellos para ser mejores.
2. El poder y la violencia son opuestos; donde en el uno se norma absolutamente, en el otro se está ausente.
No hay una contradicción más certera, pero a la vez más peligrosa. Aunque son opuestos, en la mayoría de las ocasiones, el poder y la violencia van de la mano. Así lo comprobó Arendt.
3. Lo más grave, en el caso de Eichmann, era precisamente que hubo muchos hombres como él, y que estos hombres no fueron pervertidos ni sádicos, sino que fueron, y siguen siendo, terrible y terroríficamente normales.
El problema con el concepto de maldad que surgió con la guerra y que se mantiene a lo largo de la modernidad, es que la maldad se concibe como algo común en la humanidad. Se concibe como algo que no controlamos, que nace por sí misma y que debe ser.
4. El desarrollo económico, bajo ninguna condición, puede conducir a la libertad o constituir una prueba para su existencia.
La situación económica de una sociedad y los caminos hacia su mejoramiento no deben darse paralelamente a la consecución de la libertad para sus individuos. La libertad no depende del dinero, así la realidad nos diga lo contrario. Esta es una gran enseñanza de las frases de Hannah Arendt.
5. Nunca en mi vida he amado a ningún pueblo ni colectivo, ni al pueblo alemán, ni al francés, ni al norteamericano, ni a la clase obrera, ni a nada semejante. En efecto, sólo amo a mis amigos y el único género de amor que conozco y en el que creo es el amor a las personas.
Las frases de Hannah Arendt son el reflejo de una persona que, a pesar de las situaciones traumáticas y conflictivas que vivió, nunca perdió la fe en la humanidad. La fe en el amor por el otro, por el grupo de individuos que habitan el mundo, sin distinción.
6. Contra la subjetividad de los hombres se levanta la objetividad del mundo hecho por el hombre.
Una de las situaciones más difíciles para superarnos como humanidad es ser capaces de ir más allá de lo que hemos construido. Es definir qué cosas son provechosas y cuáles no. Solo así lo mejor de nosotros saldrá a flote.
7. Una filosofía de la humanidad se distingue de una filosofía del hombre por su insistencia en el hecho de que no es un Hombre, hablándose a sí mismo en diálogo solitario, sino los hombres hablándose y comunicándose entre sí, los que habitan la tierra.
Las frases de Hannah Arendt no hablan sobre hombres en específico, ni sobre comunidades cerradas y exigentes. Estas frases hablan sobre hombres, sobre plurales que tiene la posibilidad de comunicarse y de crecer unidos.
8. Nobleza, dignidad, constancia y cierto risueño coraje. Todo lo que constituye la grandeza sigue siendo esencialmente lo mismo a través de los siglos.
No hay guerra ni descubrimiento que genere algo más certero para la grandeza. Ser grandes es amar incondicionalmente, disfrutar la vida con dignidad y humildad. Ni el poder ni la riqueza serán más que esto.
Así finalizamos nuestro artículo sobre las frases de Hannah Arendt. Quisiéramos saber qué tal te han parecido, cuál de ellas ha generado mayor impacto en ti y qué otros datos conoces sobre Arendt que puedan ser de interés para nosotros y para los demás lectores. No dudes en acompañarnos en nuestros próximos artículos y en complementar estas frases con otras frases de mujeres históricas. ¡Hasta pronto!