La velocidad del servicio en el tenis depende no solo de la fuerza del jugador, sino también de las características de la raqueta. Una cuerda bien elegida puede aumentar la potencia del golpe entre un 10 % y un 15 %. La tensión, el material y el diámetro influyen directamente en la transmisión de energía de la mano a la pelota. Incluso una diferencia de 1 kg en la tensión puede cambiar la velocidad del servicio en varios kilómetros por hora.
La tensión y el tipo de cuerda pueden cambiar por completo la potencia del saque, y mientras analizas esos detalles técnicos, disfruta del casino móvil de 1xBet Guatemala y juega en cualquier momento para mantener la emoción del deporte desde tu teléfono.
Los profesionales prestan tanta atención a la elección de las cuerdas como a la preparación física. En los torneos de nivel ATP y WTA, los jugadores cambian la tensión en función de la humedad y la temperatura del aire. Con una tensión de 24-26 kg, la raqueta ofrece un equilibrio entre velocidad y control. Los profesionales afinan cada detalle antes de servir, y los apostadores inteligentes disfruta del casino 1xBet móvil de Guatemala y juega en cualquier momento para aprovechar cada oportunidad en tiempo real.
Cómo influyen las cuerdas en la dinámica del servicio
Los diferentes tipos de cuerdas crean diferentes trayectorias de la pelota. Las cuerdas más tensas proporcionan precisión, pero reducen la potencia. Las cuerdas blandas, por el contrario, aumentan la potencia, pero reducen el control. Por eso, los profesionales experimentan constantemente con los ajustes antes de los grandes torneos.
Los principales parámetros que influyen en la velocidad del servicio se expresan en cifras:
- 1 kg de relajación de la tensión = +2 km/h a la velocidad del servicio.
- 25 kg: tensión óptima para un juego versátil.
- 17 g: peso medio de las cuerdas de una raqueta profesional.
- 8 %: aumento del par motor con poliéster.
- 200 km/h: velocidad media de servicio de los 10 mejores jugadores de la ATP.
Las tecnologías modernas permiten ajustar con precisión los parámetros de las cuerdas al estilo de cada deportista. Esto convierte la raqueta en un instrumento personalizado, y no en un simple proyectil. Por eso, en el nivel de élite, cada kilogramo de tensión y cada tipo de fibra pueden decidir el destino del partido. Ni siquiera una técnica perfecta puede compensar una tensión incorrecta. Los jugadores que trabajan con técnicas personalizadas señalan que un ajuste preciso puede aumentar la eficacia del servicio entre un 5 % y un 7 %.




