Marcel Proust es considerado como uno de los mejores ensayistas del siglo XX, en parte gracias a su obra más destacada, En busca del tiempo perdido, que se ha convertido en una referencia de la literatura contemporánea. Proust fue un escritor dedicado, que puso todo su esfuerzo en uno de los mejores títulos de todos los tiempos. Además, fue uno de esos escritores famosos con manías al escribir. Es por su importancia que hoy en Frases de la Vida queremos mostrarte una recopilación de las mejores frases de Marcel Proust para que conozcas más sobre este grandioso autor.
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En busca del tiempo perdido logró marcar un antes y un después en la literatura del último siglo, a pesar de que resumir su argumento resulta una tarea sumamente complicada a causa del gran alcance temático, por lo que nos limitaremos a recomendarte encarecidamente que descubras su obra en primera persona, pues te supondrá un verdadero aprendizaje de vida. Por lo pronto, nos limitaremos a tentarte con las frases de Marcel Proust que siguen a continuación.
100 Frases de Marcel Proust, siempre En busca del tiempo perdido
1. Cuando tomes una decisión no deseada, no te arrepientas en la posteridad.
2. Debemos ser valientes enfrentándonos a nuestras propias contradicciones, antes que resaltar la de las demás.
3. Sólo a través del arte podemos salir de nosotros mismos y saber que otra persona ve.
4. Dejemos las mujeres bonitas a los hombres sin imaginación.
5. El amor, siempre insatisfecho, vive en el momento en que está a punto de llegar.
6. Mi destino ya no es un lugar, sino una nueva forma de ver.
7. El tiempo que tenemos es elástico; las pasiones que sentimos lo expanden, los sueños lo contraen; y el hábito llena lo que queda.
8. El tiempo, que cambia a las personas, no altera la imagen que tenemos de ella.
9. Estamos curados de un sufrimiento solamente al experimentarlo al máximo.
10. Si un poco de sueño es peligroso, la curación para ello no es soñar menos, es soñar todo el tiempo.
11. Siempre trata de mantener un trozo de cielo por encima de tu vida.
12. Poco a poco, el recuerdo que desaparecía, me había olvidado de la chica de mis sueños.
13. Mi cobardía me hizo a la vez un hombre, e hice lo que todos los hombres que miraran cara a cara el sufrimiento y la injusticia.
14. Tan difícil sería cortar los besos que se dan en una hora, como las flores de un campo en el mes de Mayo.
15. Cada beso llama otra beso.
16. Para el beso, la nariz y los ojos están tan mal colocados como mal hechos los labios.
17. La ambición embriaga más que la gloria.
18. La felicidad en el amor no es un estado normal.
19. El único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos.
20. Mentimos toda la vida incluso, o sobre todo o tal vez sólo, a quienes nos aman.
21. No recibimos la sabiduría; debemos descubrirla por nosotros mismos.
22. Todos nuestras decisiones finales se toman en un estado que no va a durar.
23. A partir de cierta edad hacemos como que no nos importan las cosas que más deseamos.
24. Los lazos que nos unen a otro ser humano son santificados cuando él o ella adoptan el mismo punto de vista.
25. El deseo hace que todo florezca; la posesión hace que todo se desvanezca.
26. Las nueve décimas partes de los males que sufren las personas, surgen de su intelecto.
27. No es sólo a fuerza de mentir a los demás, sino también de mentirnos a nosotros mismos, que dejemos de notar que estamos mintiendo.
28. La gente no sabe cuándo están felices. Nunca son tan infelices como se creen que son.
29. Demos gracias a las personas que nos hacen felices; ellas son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma.
30. Uno no cambia, convertirse en una persona diferente, sin dejar de sentir los sentimientos de la persona que una ha dejado de ser.
31. El amor es una enfermedad inevitable, dolorosa y fortuita.
32. Vale más soñar la vida propia que vivirla, aunque vivirla es también soñarla.
33. La felicidad es saludable para el cuerpo, pero es la pena la que desarrolla las fuerzas del espíritu.
34. El deseo hace que todo florezca; la posesión hace que todo se marchite y se desvanezca.
35. El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma.
36. El único verdadero paraíso es el paraíso perdido.
37. No debemos tener miedo de ir demasiado lejos, porque la verdad está más allá.
38. Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor.
39. Viene tan pronto el momento, en que ya no hay nada que esperar.
40. A veces el futuro está latente en nosotros sin saberlo, y nuestras palabras supuestamente mienten al presagiar una realidad inminente.
41. El amor es el espacio y el tiempo medido por el corazón.
42. La felicidad no sirve para casi ningún otro propósito que el de hacer posible la infelicidad.
43. No se cura un sufrimiento sino a condición de soportarlo plenamente.
44. Las ideas se transforman en nosotros, triunfan sobre la resistencia que inicialmente les oponemos y se alimentan de ricas reservas intelectuales ya preparadas, que no sabíamos que estaban destinadas a tal efecto.
45. A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas.
46. Estimado amigo: Me he muerto casi tres veces desde esta mañana.
47. Somos sanados del sufrimiento solamente cuando lo experimentamos a fondo.
48. Nuestro corazón tiene edad de aquello que ama.
49. Uno se convierte en alguien moral tan pronto como es infeliz.
50. El amor es un ejemplo notable de cómo la poca realidad significa para nosotros.
51. La adolescencia es la única época en la que he aprendido algo.
52. La lectura es el milagro fructífero de una comunicación en medio de la soledad.
53. La sabiduría no nos viene dada, sino que debemos descubrirla por nosotros mismos, después de un viaje que nadie puede ahorrarnos o hacer por nosotros.
54. La realidad nunca es más que un primer paso hacia un desconocido en la carretera en la que nunca se puede progresar mucho.
55. Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia.
56. Los recuerdos comunes son a veces los más pacificadores.
57. Al igual que muchos intelectuales, era incapaz de decir una cosa simple de una manera sencilla.
58. Sólo se ama lo que no se posee totalmente.
59. El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir.
60. A menudo es difícil de soportar las lágrimas que nosotros mismos hemos causado.
61. Resulta asombrosa la poca imaginación de los celos, que pasan el tiempo haciendo suposiciones falsas, cuando de lo que se trata es de descubrir la verdad.
62. Tienes un alma muy buena, poco usual, y una naturaleza de artista, así que no consientas que le falte lo que necesita.
63. Ciertos recuerdos son como amigos comunes, saben hacer reconciliaciones.
64. La verdadera felicidad no consiste en encontrar nuevas tierras, sino en ver con otros ojos.
65. Indudablemente, lo que así palpita dentro de mi ser será la imagen y el recuerdo visual que, enlazado al sabor aquel, intenta seguirlo hasta llegar a mí.
66. Así ocurre con nuestro pasado. Es trabajo perdido el querer evocarlo, e inútiles todos los afanes de nuestra inteligencia.
67. Allí donde la vida levanta muros, la inteligencia abre una salida.
68. ¡Con qué naturalidad nacen los besos en esos tiempos primeros del amor! Acuden apretándose unos contra otros; y tan difícil sería cortar los besos que se dan en una hora, como las flores de un campo en el mes de mayo.
69. Tengo en casa toda clase de cosas inútiles. Sólo me falta lo necesario, es decir, un gran espacio de cielo, como aquí.
70. Cuando nos vemos al borde del abismo y parece que Dios nos ha abandonado, ya no vacilamos en esperar de él un milagro.
71. Cuando se está enamorado, el amor es tan grande que no cabe en nosotros: irradia hacia la persona amada, se encuentra allí con una superficie que le corta el paso y le hace volverse a su punto de partida.
72. La vida está llena de milagros de estos, milagros que pueden esperar siempre los enamorados.
73. En realidad, en el amor hay un padecer permanente, que la alegría neutraliza, aplaza y da virtualidad.
74. Dicen que en materia amorosa lo que determina las preferencias de cada individuo es el interés de la especie.
75. Los productores de obras geniales no son aquellos seres que viven en el más delicado ambiente y que tienen la más lúcida de las conversaciones y la más extensa de las culturas, sino aquellos capaces de cesar bruscamente de vivir para sí mismos y convertir su personalidad en algo semejante a un espejo.
76. Una obra de arte que encierre teorías es como un objeto sobre el que se ha dejado la etiqueta del precio.
77. Dejé de sentirme mediocre, contingente y mortal. ¿De dónde podría venirme aquella alegría tan fuerte?
78. Un artista no tiene necesidad de expresar directamente su pensamiento en la obra para que ésta refleje la calidad de aquél.
79. Lo que quiero tener es, ante todo, su sonrisa, y lo que le pido a usted es un retrato de su sonrisa.
80. Nuestra personalidad social es una creación del pensamiento de los demás.
81. Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y más fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan.
82. Cuando un hombre está durmiendo tiene en torno, como un aro, el hilo de las horas, el orden de los años y de los mundos.
83. Lo que nos sirve de ayuda para preservar de riesgo nuestro futuro no es la alegría del presente, sino la prudente reflexión de lo pasado.
84. Hacía ya muchos años que no existía para mí de Combray más que el escenario y el drama del momento de acostarme, cuando un día de invierno, al volver a casa, mi madre, viendo que yo tenía frío, me propuso que tomara, en contra de mi costumbre, una taza de té.
85. Todos sabemos, cuando ya hemos dejado de amar, que ni el olvido ni siquiera el recuerdo vago hacer sufrir tanto como unos amores sin ventura.
86. En el sacerdote, como en el alienista, siempre hay algo de juez de instrucción.
87. La gente desea aprender a nadar y al mismo tiempo mantener un pie en tierra.
88. El instinto dicta el deber y la inteligencia da pretextos para eludirlo.
89. La persona más perfecta tiene siempre un determinado defecto que choca o da rabia.
90. Considero muy razonable la creencia céltica de que las almas de los seres perdidos están sufriendo cautiverio en el cuerpo de un ser inferior, un animal, un vegetal o una cosa inanimada.
91. Todos necesitamos alimentar en nosotros alguna vena de loco para que la realidad se nos haga soportable.
92. Siempre hablamos de defectos análogos a los que tenemos, como si fuera una manera desviada de hablar de nosotros, que une al placer de absolvernos el de confesar.
93. Por lo general, vivimos con nuestro ser reducido al mínimum, y la mayoría de nuestras facultades están adormecidas, porque descansan en la costumbre, que ya sabe lo que hay que hacer y no las necesita.
94. El pueblo se inquieta al ver llorar, como si un sollozo fuera más grave que una hemorragia.
95. Cada lector se encuentra a sí mismo. Frases de Marcel Proust
96. Como todo el que no está enamorado, él piensa que se puede elegir a la persona amada en base a interminables deliberaciones sobre sus ventajas e inconvenientes.
97. Nuestros anhelos van enredándose unos con otros, y en esa confusión de la vida es muy raro que una felicidad venga a posarse justamente encima del deseo que la llamaba.
98. Un idioma desconocido es un palacio cerrado. Frases de Marcel Proust.
99. La belleza no es más que una serie de hipótesis y la fealdad la reduce.
100. El trabajo del escritor es simplemente una clase de instrumento óptico que permite al lector discernir sobre algo propio que, sin el libro, quizá nunca hubiese advertido.
¿Qué te han parecido estas frases de Marcel Proust? Sin duda, una recopilación que recupera muchas de sus mejores palabras. ¿Cuál de estas frases de Marcel Proust te ha llamado más la atención? ¿Conoces otras frases de Marcel Proust que debamos incluir en nuestra lista? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!