Las frases de Eckhart Tolle que te presentaremos en este nuevo artículo de Frases de la Vida son la prueba de por qué este hombre es considerado una de las personas con más influencia espiritual en el mundo. Para llegar a este punto Tolle emprendió una gran travesía; su nombre es Ulrich Leonard Tölle, nació en Alemania en 1948, en un ambiente de posguerra con vistas a los escombros. Tolle ha dicho que su infancia no fue feliz y que a lo largo de su vida llegó a padecer de depresión y ansiedad.

Cuando tenía 29 años y se encontraba en Inglaterra estudiando, despertó una noche custodiado por sentimientos de depresión: creía que ya no podía vivir consigo mismo por más tiempo. Se preguntaba qué y quién es el Yo. Así, entre interrogantes y encrucijadas, Tolle experimentó un despertar que le otorgó una paz inaudita y un saber espiritual con los que, luego, ayudaría a una inmensa cantidad de personas.

Para fortuna de sus seguidores, Eckhart no volvió a la escuela. Por un tiempo durmió en las calles, en parques, y hasta en un monasterio budista. Empezó con platicas a pequeños grupos, hasta que, en 1997, publicó su libro The Power of Now (El Poder del ahora), que en el año 2002 se convirtió en el más vendido de Estados Unidos. El mismo no se encuentra basado en ninguna religión, pero sí recibió la influencia de otros predicadores espirituales.

Las frases de Eckhart Tolle nos proponen que vivir en el presente y apaciguar las urgencias del ego nos permitirá estar en paz con nosotros mismos y con quienes nos rodean, tener fortaleza interior y ser conscientes de nuestras vidas, acercándonos al despertar espiritual y dando un paso certero y consciente en favor de la evolución humana.

Para que puedas reflexionar acerca de todo ello, hemos preparado para ti algunas de las más profundas frases de Eckhart Tolle. ¡Adelante!

Las mejores frases de Eckhart Tolle

1. No busques la felicidad. Si la buscas, no la encontrarás, porque buscarla es la antítesis de la felicidad.

2. El amor es un estado. Tu amor no está en el exterior; está profundamente en tu interior. No lo puedes perder y no te puede dejar.

3. Lo que te hace seguir adelante es la esperanza, pero la esperanza hace que estés enfocado en el futuro, y ese enfoque permanente perpetúa tu negación del ahora y, por tanto, tu infelicidad.

4. La aceptación parece un estado negativo, pero en realidad trae algo completamente nuevo a este mundo. Esa paz, una vibración de energía sutil, es la conciencia.

5. La principal causa de la infelicidad nunca es la situación, sino tus pensamientos sobre ella.

6. Pensar se ha vuelto una enfermedad. La enfermedad ocurre cuando las cosas se desequilibran. Por ejemplo, no hay nada malo en que las células se multipliquen y dividan en el cuerpo, pero cuando este proceso continúa sin tener en consideración el organismo total, las células proliferan y tenemos una enfermedad.

7. El pensamiento de que usted está siendo amenazado, física o psicológicamente, hace que el cuerpo se contraiga, y ese es el aspecto físico de lo que llamamos miedo.

8. Todos los artistas verdaderos, lo sepan o no, crean desde un lugar de no-mente, de quietud interior.

9. La preocupación aparenta ser necesaria, pero no sirve a ningún propósito útil.

10. Para poner fin a la miseria que ha afligido a la condición humana durante miles de años, tienes que comenzar por ti mismo y tomar responsabilidad de tu estado interno en un momento dado. Eso significa ahora.

11. La verdadera escucha va mucho más allá de la percepción auditiva. Es el emerger de una atención alerta, un espacio de presencia en el que las palabras son recibidas.

12. Cuando te haces amigo del momento presente te sientes como en casa dondequiera que estés. Si no te sientes cómodo en el ahora, te sentirás incómodo dondequiera que vayas.

13. La mayoría de la gente confunde el ahora con lo que ocurre en el ahora, pero son dos cosas distintas. El ahora es más profundo que lo que ocurre en él. Es el espacio en el que ocurren las cosas. Por tanto, no confundas el contenido de este momento con el ahora. El ahora es más profundo que cualquier contenido que surja en él.

14. La realización espiritual consiste en ver claramente que no somos lo que percibimos, experimentamos, pensamos o sentimos; que no podemos encontrarnos en todas esas cosas que vienen y se van continuamente. Buda fue quizás el primer ser humano en ver esto claramente, de tal manera que anata (la ausencia del yo) se convirtió en uno de los puntos centrales de su enseñanza.

15. A veces es evidente que el ego no quiere que nada cambie, para poder seguir quejándose.

16. El filósofo Descartes creía haber encontrado la verdad fundamental cuando enunció su famoso aforismo: «Pienso, luego existo». De hecho, expresó el error más básico: equiparar el pensamiento con el Ser, y la identidad con el pensar.

17. Simplemente, sé y disfruta siendo. Si estás presente no tienes ninguna necesidad de esperar.

18. Perdonar es pasar por alto, o más bien mirar más allá del ego para ver la cordura que hay en todo ser humano, que es su esencia.

19. El aburrimiento significa que la mente tiene hambre de nuevos estímulos, de más alimento para el pensamiento, y que su hambre no está siendo satisfecha.

20. El ahora es como es porque no puede ser de otra manera. Ahora los físicos confirman lo que los budistas han sabido siempre: no hay cosas ni sucesos aislados. Por debajo de las apariencias superficiales, todas las cosas están interconectadas, son parte de la totalidad del cosmos que ha producido la forma que toma este momento.

21. La historia del comunismo, inspirado originalmente en ideales nobles, ilustra claramente lo que sucede cuando las personas tratan de cambiar la realidad externa, de crear una nueva tierra, sin un cambio previo de su realidad interior, de su estado de conciencia. Hacen planes sin tomar en cuenta la impronta de disfunción que todos los seres humanos llevamos dentro: el ego.

22. Las situaciones son como son. La vida es muy simple. (…) El momento presente siempre es bastante simple porque es solamente eso. La consciencia está en la simplicidad del momento presente.

23. Y así olvidas que estás enraizado en el ser, en tu realidad divina, y te pierdes en el mundo. Confusión, ira, depresión, violencia y conflicto afloran cuando los seres humanos olvidan quiénes son.

24. No podemos llegar a ser buenos esforzándonos por serlo sino encontrando la bondad que mora en nosotros para dejarla salir.

25. Evitar el juicio no implica ignorar lo que el otro hace; implica reconocer que su conducta es una forma de condicionamiento; implica verla y aceptarla tal como es, sin construir una identidad para esa persona a partir del condicionamiento.

26. Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.

27. No eres los pensamientos, eres el espacio desde el cual surgen los pensamientos. ¿Y qué es ese espacio? Es la conciencia misma. La conciencia que no tiene forma. Todo lo demás en la vida tiene forma. En esencia somos esa conciencia sin forma que está detrás de los pensamientos.

28. Cuando prestas más atención a lo que haces que al resultado futuro que quieres conseguir con ello, rompes el viejo condicionamiento del ego. Entonces tu hacer no sólo es mucho más eficaz, sino infinitamente más alegre y satisfactorio. (…) «Hacer una cosa cada vez»; así es como un maestro Zen definió la esencia del Zen. Hacer una cosa cada vez significa ser total en lo que haces, prestarle toda tu atención. Eso es acción rendida, acción poderosa.

29. Imagínate que no hubiera vida humana sobre el planeta y sólo estuviera habitado por plantas y animales. ¿Habría pasado y futuro? ¿Podríamos seguir hablando del tiempo de manera significativa? Preguntas como ¿qué hora es? o ¿qué día es hoy?, si alguien las preguntara, no tendrían ningún sentido. Al roble o al águila les parecerían divertidas. Contestarían: ¿Qué hora es?… Bueno, es ahora. ¿Qué otra hora puede haber?

30. Una relación genuina es aquella en la cual no domina el ego con su búsqueda del yo y su creación de imágenes. En una relación genuina hay una corriente de atención sincera y alerta hacia la otra persona, en la cual no hay sensación alguna de deseo. Esta atención alerta es la Presencia. Es el requisito para toda relación auténtica.

31. ¿Vives dramas frecuentes y repetitivos en tus relaciones íntimas? ¿Desacuerdos relativamente insignificantes que provocan violentas discusiones y dolor emocional? Los patrones egóticos básicos están en la raíz de estas experiencias: la necesidad de tener razón y, por supuesto, de que el otro esté equivocado; es decir, la identificación con posiciones mentales.

32. Tú no creaste tu cuerpo, y tampoco eres capaz de controlar las funciones corporales. En tu cuerpo opera una inteligencia mayor que la mente humana. Es la misma inteligencia que lo sustenta todo en la naturaleza. Para acercarte al máximo a esa inteligencia, sé consciente de tu propio campo energético interno, siente la vida, la presencia que anima el organismo.

33. Qué maravilloso es poder ir más allá del deseo y del miedo en las relaciones. El amor no desea ni teme nada.

34. Tienes una imagen mental, no sólo de quién es la otra persona, sino también de quién eres tú, sobre todo en relación con la persona con la que estás interactuando. Así que tú no te estás relacionando con esa persona, sino que quien tú piensas que eres se está relacionando con quien tú piensas que es la otra persona, y viceversa. La imagen conceptual de ti que tu mente ha creado se está relacionando con otra creación de tu mente, que es la imagen que ha creado de la otra persona. Probablemente, la mente de la otra persona ha hecho lo mismo, de modo que toda interacción egótica entre dos personas es en realidad una interacción entre cuatro identidades conceptuales creadas por las mentes, que en definitiva son ficciones. Por eso no es sorprendente que haya tanto conflicto en las relaciones. No existe auténtica relación.

35. El momento presente es el campo en el cual transcurre el juego de la vida. No puede jugarse en ningún otro lugar.

36. Las cosas y las condiciones externas pueden darle placer, pero no pueden darle alegría. Nada puede darle alegría. La alegría no tiene causa y surge de adentro como alegría de ser.

37. Cuando te apegas a los objetos, cuando los usas para justificar tu valía ante ti mismo o a ojos de los demás, la preocupación por las cosas puede adueñarse completamente de tu vida. Cuando te identificas con las cosas, no las aprecias por lo que son, porque te estás buscando en ellas.

38. La reencarnación no te ayudará si en la próxima encarnación sigues sin saber quién eres.

39. El ego siempre está buscando. Busca añadirse algo más de esto o de lo otro para completarse. Esto explica su preocupación compulsiva por el futuro.

40. Acepta el momento presente y encuentra la perfección, que es más profunda que ninguna forma e inmune al tiempo.

41. Cuando se mira superficialmente, parece que el momento presente es uno entre muchos, muchos momentos. Cada día de tu vida parece estar compuesto por miles de momentos en los que ocurren distintas cosas. Pero, si miras más a fondo, ¿No hay siempre un único momento? ¿No es la vida siempre este momento?

42. Pregúntate con frecuencia: «¿Qué puedo dar aquí? ¿Cómo puedo ser útil a esta persona, a esta situación?». No necesitas poseer nada para sentirte abundante, aunque si te sientes abundante de manera habitual, es casi seguro que te llegarán cosas. La abundancia sólo llega a quienes ya la tienen.

43. Pero todo el poder de la enseñanza espiritual viene a través de esta forma que soy por la simple razón de que yo sé que yo no soy nadie especial. Mucha gente identifica el poder del espíritu que viene a través de la forma con la forma, y es muy importante no aceptar esas proyecciones. Yo soy muy consciente de esas proyecciones y no las acepto, pienso que son ilusiones.

44. Sin embargo, qué fácil es recordar la verdad y volver a casa.

45. La apreciación desinteresada del reino de las cosas hará que el mundo que te rodea cobre vida de un modo que ni siquiera puedes comenzar a comprender con la mente.

46. Cuando tu atención te traslada al ahora, estás alerta. Es como si despertases de un sueño: el sueño del pensamiento, el sueño del pasado y del futuro. Hay claridad, simplicidad. No queda sitio para fabricarse problemas. Simplemente este momento es como es.

47. Cuando te encuentras con alguien, aunque sea muy brevemente, ¿Reconoces su ser prestándole toda tu atención? ¿O le reduces a un medio para un fin, un mero papel o función? ¿Cuál es la calidad de tu relación con la cajera del supermercado, con el empleado del aparcamiento, con el mecánico, con el cliente?

48. El sufrimiento es necesario hasta que te das cuenta de que es innecesario. (…) Las situaciones no te hacen infeliz. Pueden causarte dolorfísico, pero no te hacen infeliz. tus pensamientos te hacen infeliz. Tus interpretaciones, las historias que te cuentas, te hacen infeliz.

49. Los dogmas – religiosos, políticos, científicos – surgen de la creencia errónea de que el pensamiento puede contener y encerrar la realidad o la verdad.

50. Cuando aceptas profundamente este momento tal como es – tome la forma que tome -, estás sereno, estás en paz. (…) La felicidad y la infelicidad ya no calan tan hondo. Son olas en la superficie de tu Ser. La paz de fondo que hay dentro de ti permanece inmutable en cualesquiera que sean las condiciones externas.

51. Lo que emerge a través del acto de atención es lo incondicionado: quien eres en tu esencia, por debajo de tu nombre y de tu forma. Dejas de seguir un guión, te vuelves real. Cuando esa dimensión emerge dentro de ti, también la evocas en la otra persona. En último término no hay otro, siempre te estás encontrando contigo mismo.

52. El movimiento de retorno en la vida de una persona, el debilitamiento o disolución de la forma, ya sea por vejez, enfermedad, incapacidad, pérdida o algún tipo de tragedia personal, tiene un gran potencial para el despertar espiritual, para poner fin a la identificación de la conciencia con la forma. Dado que hay muy poca verdad espiritual en nuestra cultura contemporánea, no son muchas las personas que reconocen esto como una oportunidad, y cuando les ocurre a ellos o a alguien muy allegado, piensan que es un terrible error, algo que no debería estar ocurriendo.

53. Pensamientos, emociones, percepciones sensoriales y experiencias constituyen el contenido de tu vida. Mi vida es de lo que derivas tu sentido del yo; mi vida son los contenidos, o al menos eso crees.

54. Y entre las múltiples reflexiones que afloran en su obra o que comparte en sus charlas e intervenciones, hemos elegido ocho que fácilmente podrían inducir esos clics necesarios para acercarte a un estado de mayor plenitud y, por qué no, felicidad.

55. Quejarse es una de las estrategias favoritas del ego para reforzarse. Toda queja es una interpretación que la mente inventa y que tú te crees por completo.

56. La alegría y las ganas de jugar de un perro, su amor incondicional y su disposición a celebrar la vida en cualquier momento suelen contrastar agudamente con el estado interno del dueño del perro: deprimido, ansioso, cargado de problemas, perdido en el pensamiento, ausente del único momento y lugar que existen: el Aquí y el Ahora. Uno se pregunta: viviendo con esa persona, ¿cómo consigue el perro mantenerse tan sano, tan alegre?

57. Es precisamente con la vejez, la pérdida o la tragedia personal cuando, tradicionalmente, la dimensión espiritual entra en la vida de la gente. Es decir, su propósito interior sólo emerge a medida que su propósito exterior se va hundiendo y la concha del ego empieza a resquebrajarse.

58. Acepta; y después actúa. Acepta cualquier cosa que contenga el momento presente como si la hubieras elegido. Trabaja siempre a favor del momento, no contra él. Haz del presente tu amigo y aliado, no tu enemigo. Esto transformará milagrosamente tu vida.

59. Este momento —el ahora— es la única cosa de la que nunca puedes escapar, el único factor constante en tu vida. Pase lo que pase, por más que cambie tu vida, hay una cosa segura: siempre es ahora. Y ya que no es posible escapar del ahora, ¿Por qué no darle la bienvenida y hacerse amigo suyo?

60. En lugar de ser tus pensamientos y emociones, sé la conciencia que hay detrás de ellos.

61. Lo que te reserva el futuro depende de tu estado de concienciaahora.Lo bueno que hay ya en tu vida es la base de toda abundancia.

62. La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas.

63. No resistencia, no juzgar y desapego son los tres aspectos de la verdadera libertad y la vida iluminada.

64. El amor verdadero no te hace sufrir. ¿Cómo podría? Ni se convierte en odio súbitamente, ni la alegría real se convierte en dolor.

65. En última instancia, no existe «otra» persona, siempre estás al encuentro de ti mismo.

66. El pasado no tiene poder sobre el momento presente.

67. En lugar de preguntarte ¿qué es lo que quiero de la vida?, una pregunta más poderosa es ¿qué quiere de mí la vida?

68. La imagen de víctimas que algunas personas tienen de sí mismas es tan fuerte que se convierte en el núcleo central de su ego. El resentimiento y los agravios forman parte esencial de su sentido del yo.

69. La vida nos pone en el camino las experiencias que más necesitamos para la evolución de nuestra conciencia. ¿Cómo saber si ésta es la experiencia que usted necesita? Porque es la experiencia que está viviendo en este momento.

70. Enfoca tu atención en lo que sientes dentro de ti. Identifica el cuerpo-dolor y acepta que está ahí. No pienses en él, no dejes que el sentimiento se convierta en pensamiento. No juzgues ni analices.

71. La mayoría de la gente está enamorada de su drama personal. Su historia personal es su identidad. El ego dirige su vida. Todo su sentido de identidad está invertido en él. Incluso su búsqueda de una respuesta —generalmente sin éxito—, de una solución o de la sanación se convierte en parte del drama.

72. Cuando entras en el ahora, sales del contenido de tu mente. La corriente incesante de pensamientos se apacigua. Los pensamientos dejan de absorber toda tu atención, ya no te ocupan completamente. Surgen pausas entre pensamientos, espacio, quietud. Empiezas a darte cuenta de que eres mucho más profundo y vasto que tus pensamientos.

73. Las vidas de la mayoría de la gente están dirigidas por el deseo y el miedo. El deseo es la necesidad de añadirte algo para poder ser tú mismo más plenamente. Todo miedo es el miedo de perder algo y, por tanto, de sentirte reducido y de ser menos de lo que eres. Estos dos movimientos oscurecen el hecho de que el Ser no puede ser dado ni quitado. El Ser ya está en ti en toda su plenitud, ahora.

74. Yo no soy mis pensamientos, emociones, percepciones sensorias y experiencias. Yo no soy el contenido de mi vida. Yo soy Vida. Yo soy el espacio en el que ocurren todas las cosas. Yo soy conciencia. Yo soy el Ahora. Yo Soy.

75. Empieza por escuchar tan frecuentemente como puedas la voz que habla dentro de tu cabeza. Presta una atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo.

76. Cuando reconoces la santidad, la belleza, la increíble quietud y dignidad en las que una flor o un árbol existen, tú añades algo a esa flor o a ese árbol. A través de tu reconocimiento, de tu conciencia, la naturaleza llega a conocerse a sí misma. ¡Alcanza a conocer su propia belleza y sacralidad a través de ti!

77. No reaccionar al ego de los otros es una de las maneras más eficaces de superar el propio ego, y también de disolver el egocolectivo humano. Pero sólo puedes estar en un estado de no reacción si eres capaz de reconocer que la conducta de alguien viene del ego, que es una expresión de la disfunción colectiva humana.

78. He aquí un ejercicio espiritual que puedes practicar: no te tomes tus pensamientos demasiado en serio.

79. La voz del ego altera constantemente el estado natural de bienestar del cuerpo. Casi todo cuerpo humano está sometido a una gran cantidad de presión y estrés, no porque esté amenazado por algún factor externo, sino por la acción interior de la mente.

80. Tal vez no resulte evidente a simple vista que quejarse, por ejemplo, de un atasco de tráfico, de los políticos, de los «ricos codiciosos» o de los «parados holgazanes», de tus compañeros de trabajo o de tu ex pareja, de los hombres o de las mujeres, puede darte una sensación de superioridad. No obstante, así es. 

81. Si con el fin de liberarte te marcas metas egóticas que te potencian o te hacen sentirte importante, aun que las consigas, no te sentirás satisfecho. Márcate metas, pero sabiendo que alcanzarlas no tienen la menor importancia. Cuando algo surge de la presencia, significa que este instante no es un medio para un fin: la acción es satisfactoria por sí misma en cada momento. Ya no reduces el Ahora a un medio para un fin, que es lo que hace la conciencia del ego.En último término, la infelicidad no surge de las circunstancias de tu vida, sino del condicionamiento de tu mente.

82. El secreto de la vida es morir antes de morir y descubrir que no hay muerte.
Si tu aquí y ahora te resulta intolerable y te hace desgraciado, tienes tres opciones: retirarte de la situación, cambiarla o aceptarla totalmente.

83. Cuando vives a través del ego, siempre reduces el momento presente a un medio para un fin. Vives para el futuro, y cuando consigues tus objetivos, no te satisfacen, o al menos no por mucho tiempo.

84. La envidia es un derivado del ego, que se siente disminuido cuando a otra persona le pasa algo bueno, o cuando alguien tiene más, sabe más o puede hacer más que tú. La identidad del ego depende de la comparación y siempre quiere más. Se agarra a cualquier cosa. Si todo lo demás fracasa, puedes fortalecer tu ficticio sentido del yo sintiéndote más maltratado por la vida o más enfermo que otras personas.

83. Pronto te darás cuenta de esto: la voz estará allí y tú aquí, observándola.

84. El tiempo no es en absoluto precioso, porque es una ilusión. Lo que usted percibe como precioso no es el tiempo sino el único punto que está fuera del tiempo: el ahora. Este es ciertamente precioso. Cuanto más se enfoque en el tiempo –pasado y futuro- más pierde el ahora, lo más precioso que hay.

85. La sabiduría viene cuando uno es capaz de aquietarse. Sólo mira, sólo escucha. No hace falta nada más. Aquietarse, mirar y escuchar activa la inteligencia no conceptual que anida dentro de ti. Deja que la quietud dirija tus palabras y tus acciones.

86. El pasado y el futuro obviamente no tienen realidad propia. Lo mismo que la luna no tiene luz propia, sino que puede solamente reflejar la luz del sol, así el pasado y el futuro son sólo pálidos reflejos de la luz, el poder y la realidad del presente eterno. Su realidad es prestada del ahora.

87. El momento presente es como es. Siempre. ¿Puedes dejarlo ser?

88. Cuando te quejas, ello implica que tienes razón, y la persona o situación de la que te quejas o contra la que reaccionas no la tiene. No hay nada que refuerce más el ego que tener razón.

89. La planta que tienes en casa…, ¿la has mirado detenidamente alguna vez? ¿Has permitido que ese ser familiar pero misterioso que llamamos planta te enseñe sus secretos? ¿Te has dado cuenta de lo pacífica que es, de que está rodeada de un campo de quietud? En el momento en que te das cuenta de la quietud y de la paz que emana, esa planta se convierte en tu maestra.

90. Ser uno con la vida significa ser uno con el ahora. Entonces nos damos cuenta de que no vivimos la vida, sino que ésta nos vive. La vida es la bailarina y nosotros somos la danza.

¡Hemos llegado al final! Estas inspiradoras frases espirituales, en las cuales Tolle nos habla de la mente, los pensamientos, el amor, el presente y la consciencia, nos permiten acercarnos a esta figura tan emblemática y popular entre los sabios contemporáneos, abriéndonos, asimismo, una perspectiva diferente de nuestro ser interior.

Esperamos que esta recopilación haya sido de tu agrado y que te animes a compartirnos tu experiencia con este autor. Cuéntanos, ¿cuál es tu frase favorita?, ¿conoces otras frases de Eckhart Tolle que hayamos omitido en este listado? y, ¿has tenido la oportunidad de leer alguno de sus libros? ¡Siéntete libre de escribirnos en la sección de comentarios! Nos encantará saber de ti, ¡hasta pronto!