En la historia de la literatura, hay libros que cambiaron la vida de muchos lectores. Entre ellos, destaca un libro que, a pesar de estar dirigido originalmente a un público infantil, hizo reflexionar a muchos lectores adultos.
Originalmente, con sus Frases en francés e inglés, la historia de El Principito tuvo un éxito inmediato no solo por su literatura, sino por su encanto. Desde entonces, el libro de Antoine Saint-Exupéry se ha convertido en una de las obras más traducidas en la historia de la literatura. Por todo esto y más, hoy os traemos diez frases inspiradoras de «El Principito» que cambiaron la forma de pensar de grandes y pequeños.
Las Frases más inspiradoras de «El Principito»
1. Todas las personas mayores fueron, al principio, niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan.
Aunque a veces tardamos en darnos cuenta, la infancia es una de las etapas más felices de nuestras vidas: alegría, inocencia, curiosidad… Una época llena de cualidades que, a menudo, solemos perder cuando llegamos a la edad adulta.
2. Al primer amor se le quiere más, a los otros se les quiere mejor.
¿Cuántos de nosotros recordamos nuestro primer amor? Sin embargo, eso no quiere decir que sea mejor o peor, sino que fue simplemente el primero. A partir de ahí, solo podemos aprender de los errores y seguir avanzando.
3. El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
Siempre que nuestras obligaciones nos lo permitan, es evidente que, cuando algo nos importa, intentamos dedicarle más tiempo que al resto. Por eso, no debemos dejar de lado todo aquello que nos entusiasma, especialmente las amistades.
4. Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo.
Siempre buscando el lado positivo de las cosas, el personaje creado por Antoine Saint-Exupéry no deja de sorprendernos. Con estas palabras, nos enseña que, por muy desolador que sea el entorno, siempre hay que mantener la esperanza.
5. Si tú me domesticas, tendremos necesidad uno del otro.
Claramente en el contexto de los animales domésticos, el Principito habla sobre el sentimiento de pertenencia. En este caso, no será unilateral, sino que funciona en ambos sentidos. Con el paso del tiempo, al igual que la mascota necesita al amo, el amo necesitará a la mascota.
6. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás.
Un ejemplo de autocrítica. Por muy fácil que parezca echarle la culpa al resto, a veces, por mucho que nos duela admitirlo, el error procede de nosotros mismos. De esta forma, antes de criticar y juzgar a otra persona, es recomendable centrarse en sí mismo.
7. Lo esencial es invisible a los ojos.
La frase más conocida de El Principito. Solemos olvidar que lo importante no está en el exterior, sino en el interior. Por eso, los ojos no bastan para ver lo esencial de la vida, sino que hará falta tirar de corazón y razonamiento.
8. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
Aunque muchos no sepan verlo, la espera y la preparación también pueden hacernos felices. Tirando de imaginación y cariño, de nada sirve amargarse hasta que llega el momento de actuar. Podemos aprender a ser felices en los momentos previos e incluso posteriores.
9. Los baobabs comienzan por ser muy pequeñitos.
En esta vida, todo tiene un principio y una evolución. Hasta los más sabios nacieron sin saber nada. Hasta la flor más bella empezó siendo una simple semilla. La madurez nos llega en el momento adecuado. Solo basta con aprender y avanzar.
10. Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó.
El resentimiento es una carga de la que debemos deshacernos. Ya sea una persona que nos ha hecho daño o un sueño que no hemos podido hacer realidad, no podemos dejarnos vencer. Cada intento es un mundo distinto y el resultado puede cambiar totalmente.