Las frases de Hermann Hesse demuestran la cultura e inteligencia de este escritor suizo de origen alemán galardonado con el premio Nobel. Hesse, nacido en 1877, fue un joven difícil, que viajó mucho por Alemania, Suiza y la India (donde su abuelo era misionero) y que intentó suicidarse. Sus padres lo remitieron a un teólogo, pero, aun así, Hesse tuvo que ingresar en un psiquiátrico y, tiempo más tarde, en un sitio para chicos difíciles.

La obra de este escritor y filósofo, como evidencian las frases de Hermann Hesse, se basa en la reinterpretación de los corrientes filosóficos orientales, sobre todo en sus obras más conocidas, Siddhartha y El lobo estepario, una crítica al militarismo, aunque también cultivó otras obras de carácter alegórico, como El juego de los abalorios. Además, a un asteroide descubierto en los noventa se le puso su nombre en su honor (el Hermannhesse). Descubre las frases de Herman Hesse que en Frases de la Vida te ofrecemos a continuación.

90 Frases de Hermann Hesse, el escritor pacífico

1. Sólo estamos asustados cuando no nos sentimos en armonía con nosotros mismos.

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2. Una y otra vez se aferra uno a las cosas a las que ha tomado cariño y piensa que se trata de fidelidad, pero es sólo pereza.

3. Hay quienes se consideran perfectos, pero es sólo porque exigen menos de sí mismos.

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4. Aquellos que no saben gobernarse a sí mismos están constantemente buscando un líder al que adorar.

5. Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y son útiles.

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6. Ninguna persona puede ver y comprender en otros lo que ella misma no ha vivido.

7. No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano.

8. Hacer versos malos depara más felicidad que leer los versos más bellos.

9. La humanidad y la política en el fondo siempre se excluyen. Ambas son necesarias, pero es casi imposible servir a ambas a la vez. La política exige un partido, la humanidad prohíbe el partido.

10. He sido un hombre que busca y aún lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre

11. No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que cometemos una injusticia es una estrella que apagamos.

12. El sol nos habla por medio de la luz, con aroma y color lo hacen las flores, el aire con las nubes, nieve, y lluvia.

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13. Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros. Lo que no forma parte de nosotros no nos molesta.

14. Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia.

15. La mañana y la noche vienen otra vez vienen siempre de nuevo mientras que tú jamás.

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16. Las palabras no expresan nuestros pensamientos nada bien. Siempre mutan un poco después de ser expresadas, y se muestran un poco distorsionadas, un poco tontas.

17. La práctica debería ser producto de la reflexión, no al contrario.

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18. Algo más, algo menos, mi querido muchacho, las voces de los hombres son todas un engaño; sólo somos honestos cuando niños, y ya después en el sepulcro.

19. Sin palabras, sin escritura y sin libros no existiría Historia, y no podría existir un concepto de humanidad.

20. La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero.

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21. Ninguno de los libros de este mundo te aportará la felicidad, pero secretamente te devuelven a ti mismo.

22. Si para divertirte necesitas el permiso de los demás, entonces eres verdaderamente un pobre diablo.

23. La felicidad es amor, no otra cosa. 

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24. Siempre gana quien sabe amar.

25. Cualquier ser humano es capaz de lograr cosas imposibles si alguno de sus ideales está amenazado.

26. La divinidad está en ti, no en conceptos o en libros.

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27. La desesperación es el resultado de pretender tomarse en serio la vida con todas sus bondades, la justicia y la razón, y de cumplir con sus exigencias.

28. Hago mi camino cansado y polvoriento, y detenida y dudosa queda tras de mí la juventud, que baja su hermosa cabeza y se niega a acompañarme.

29. La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla.

30. El conocimiento puede ser transmitido, pero no la sabiduría.

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31. No debería ser nuestro objetivo convertirnos en otra persona, sino reconocer a los demás, honrar a los demás por el simple hecho de ser como son.

32. Se tambalea en la vacía la botella y en el vaso el brillo de la vela; hace frío en la habitación. Afuera cae la lluvia sobre la hierba.

33. No es en los discursos y en el pensamiento donde reside su grandeza, sino en sus actos, en su vida.

34. Siempre ha sido así y siempre será igual, que el tiempo y el mundo, el dinero y el poder, pertenecen a los mediocres y superficiales, y a los otros, a los verdaderos hombres, no les pertenece nada. Nada más que la muerte.

35. En su juventud, siendo todavía pobre y costándole trabajo ganarse el pan, prefería pasar hambre y andar con los vestidos rotos, si así salvaba un poco de independencia. No se vendió nunca por dinero ni por comodidades, nunca a mujeres ni a poderosos; más de cien veces tiró y apartó de sí lo que a los ojos de todo el mundo constituía sus excelencias y ventajas para conservar en cambio su libertad.

36. Te tiendes de nuevo para descansar brevemente avasallado por el frío y la tristeza. El amanecer y el atardecer llegan de nuevo, siempre vuelven: tú, jamás.

37. Creo que una religión es tan buena como cualquier otra. No hay ninguna en la que no se pueda convertir uno en un sabio, y ninguna en la que no se pueda cometer el más estúpido fetichismo.

38. No me interesa nada de lo político, de lo contrario hace mucho que sería revolucionario. No tengo otra pretensión que la de actuar conmigo mismo y con las cuestiones puramente intelectuales.

39. He apagado mi vela con un soplo. Por la ventana abierta se introduce la noche, dulcemente me abraza y me permite ser como amigo o hermano.

40. El mal brota siempre donde falta el amor.

41. Nada está fuera, nada está dentro. Conoces el significado religioso de esto: Dios está en todas partes. Está en el espíritu, y también en la naturaleza. Todo es divino, porque Dios es todo.

42. Ni un árbol uno encuentra, ni río ni animal que penetre al corazón; no encontrarás un consuelo sino entre tus semejantes.

43. Supe que ser amado no es nada; que amar, en cambio, lo es todo.

44. Soledad es igual que independencia,la había deseado y conquistado en el transcurso de largos años. Resultaba fría, ¡oh sí!, pero también quieta, maravillosamente quieta y grande como el espacio frío y silencioso en el que giran las estrellas. 

45. Algunos pensamos que lo que nos hace más fuertes es aguantar, pero otras veces es dejarlo estar.

46. Sólo se tiene miedo cuando no se está de acuerdo con uno mismo.

47. Observa bien a un hombre y sabrás de él más que él mismo.

48. El arte es la contemplación del mundo en estado de gracia.

49. Y cuando un hombre está muy triste, no porque tenga dolor de muelas o haya perdido dinero, sino porque alguna vez por un momento se da cuenta de cómo es todo, cómo es la vida entera y está justamente triste, entonces se parece siempre un poco a un animal; entonces tiene un aspecto de tristeza, pero es más justo y más hermoso que nunca.

50. Enfermos ambos por igual nostalgia; lanzamos sueños aprensivos y hablamos quedamente de los viejos tiempos en el paterno hogar.

51. Las palabras ingeniosas carecen totalmente de valor. Sólo le alejan a uno de sí mismo. Y alejarse de uno mismo es pecado. Hay que saber recogerse en sí mismo por completo, como las tortugas.

52. Sin el animal que habita dentro de nosostros somos ángeles castrados.

53. Hablas como si eso estuviese dentro de mi voluntad, como si me quedara elección, Frederick. No es ése el caso. No tengo ninguna elección. No fui yo quien escogió la magia: ella me escogió a mí.

54. Ningún hombre ha sido nunca por completo él mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede.

55. Y, además ( lo he leído no sé donde), la vida del libertino es una de las mejores preparaciones para el misticismo.

56. Amar ideal y trágicamente, oh amigo, eso lo sabes con seguridad de un modo magnífico, no lo dudo, todo mi respeto ante ello. Pero ahora has de aprender a amar también un poco a lo vulgar y humano.

57. Divino es y eterno el Espíritu.

58. Para contar mi historia debo remontarme muy atrás. Si me fuera posible, tendría que ir aún más atrás, hasta los primeros años de mi niñez y más allá de ellos, al remoto pasado de mis orígenes.

59. La ciencia que el sabio intenta comunicar suena siempre a locura.

60. Pero, mi querido amigo, debo confesarte que, desde que mi pensamiento ha cambiado, ya no existen para mí palabras ambiguas ni dichos: cada palabra tiene decenas, centenares de significados. Y ahí empieza lo que temes…La magia.

61. ¿Acaso todo, todo lo que pueda alegrar una pizca la vida está lejos de mí?

62. Las palabras no sirven para explicar un sentido secreto.

63. Y, naturalmente, no quieren pensar: como que han sido creados para la vida, ¡no para pensar!

64. Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno.

65. Dices que tenemos libre albedrío, pero también aseguras que uno no tiene más que concentrar su voluntad sobre un objetivo para conseguirlo. Ahí hay una contradicción. Si no soy dueño y señor de mi voluntad, tampoco puedo concentrarla libremente sobre esto o aquello.

66. Preferirían que uno siguiera siendo lo que solía ser, que nadie cambiase de cara. Pero mi rostro se niega a ello, cambiará mucho, le es necesario.

67. ¿Y crees tú por ventura que todos los hombres realmente verdaderos y completos han alcanzado la celebridad y son conocidos de las generaciones posteriores?

68. El hombre poderoso al poder sucumbe; el hombre del dinero, all dinero; el servil y humilde, all servicio; el que busca el placer, a los placeres.

69. Cabía la posibilidad de que los profesores hubiesen sido preparados y nombrados precisamente para obstruir en lo posible la aparición de hombres famosos, libres, y la ejecución de grandes, magníficas hazañas.

70. Al mundo primitivo no conducen senderos; no se consuela nuestra alma
con ejércitos de estrellas, no con río, bosque y mar.

71. Desde hace muchos años estoy convencido de que el espíritu europeo está en declive y necesita volver a sus fuentes asiáticas. 

72. No nos es tan querido lo duradero, inmóvil: piedra preciosa con un fuego frío, pesada barra de oro refulgente; y las mismas estrellas extrañas, alejadas, no parecen iguales a nosotros, seres transitorios, pues la hondura del alma no las alcanza.

73. Las cosas bellas son perecederas y los buenos tiempos jamás son de larga duración.

74. Su vida oscila (como la vida de todos los hombres) no ya entre dos polos, por ejemplo el instinto y el alma, o el santo y el libertino, sino que oscila entre millares, entre incontables pares de polos.

75. Con el correr de los años todo se dispersó y se perdió como todo cuanto el hombre posee durante un breve lapso y cree ser dueño.

76. Durante años he honrado a Buda y he leído literatura india desde mi más temprana juventud. Después me acerqué a Lao Tse y a los demás chinos. El viaje a India fue tan sólo un pequeño complemento e ilustración de estas ideas y estudios.

77. Nadie puede pensar lo que quiere ni hacer pensar a otro lo que a él se le antoje. Lo único que puede hacerse es observar atentamente a una persona; generalmente se puede decir luego con exactitud lo que piensa o siente y, por consiguiente, también se puede predecir lo que va a hacer inmediatamente.

78. Lleno estaba el mundo de amigos cuando aún mi cielo era hermoso. Al caer ahora la niebla los ha borrado a todos.

79. ¡El amor puede mendigarse, comprarse, darse, recogerse en la calle, pero no se roba!

80. En verdad, únicamente el hombre que ha logrado penetrar en el interior de su ser posee tanta grandeza en sus modos.

81. Cuando alguien que de verdad necesita algo lo encuentra, no es la casualidad quien se lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello.

82. Hacia el espíritu, hacia Dios, al hombre lo impulsa la determinación más íntima; hacia la naturaleza en retorno a la madre, lo atrae el más íntimo deseo: entre ambos poderes vacila su vida temblando de miedo.

83. Nuestras inclinaciones tienen una asombrosa habilidad para disfrazarse de ideología.

84. En aquella época encontré un extraño refugio. Por casualidad, como suele decirse. Pero esas casualidades no existen. 

85. Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.

86. Y aunque yo fuera una bestia descarriada, incapaz de comprender al mundo que la rodea, no dejaba de haber un sentido en mi vida insensata, algo dentro de mí respondía, era receptor de llamadas de lejanos mundos superiores, en mi cerebro se habían animado mil imágenes.

87. Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros.

88. El hombre no es de ninguna manera un ser firme y duradero, es más bien un ensayo y una transición, no es otra cosa sino el puente estrecho y peligroso entre la naturaleza y el espíritu. 

89. Hay muchos santos que en un principio fueron graves pecadores; también el pecado puede ser un camino para la santidad.

90. Quien no encaja en el mundo, está siempre cerca de encontrarse a sí mismo.

Esperamos que nuestra recopilación de frases de Hermann Hesse te haya gustado y te hayan entrado ganas de leer alguno de sus libros. ¿Has leído alguno ya? ¿Qué opinas de sus frases? ¿Conoces otras frases de Hermann Hesse que quieras compartir con nosotros? No olvides que nos puedes contar todo lo que se te pase por la cabeza de una manera muy fácil, ¡sólo tienes que dejarnos, si te apetece, un comentario!