La gloria o el olvido de los escritores no depende solo de un factor personal o solo de la calidad de sus obras. Antes bien, el éxito literario dependerá de la manera en la que los principios y valores personales se entremezclan con el desarrollo de tramas impactantes, que sean capaces de relacionarse con la cotidianidad de las personas o, si esto no es posible, con sus corazones y almas. Dicha relación, aunque incentivará el interés, también explotará en múltiples sentimientos contradictorios. Esto es lo que sucede con las obras y frases de John Steinbeck, en las que se basa este artículo de Frases de la Vida.

¿Quién es Steinbeck y por qué fue tan polémico en su país?

Steinbeck nace en Monterrey, California, Estados Unidos en 1902. A diferencia de gran parte de la población, nuestro autor crece en un ambiente marcado por la comodidad y la riqueza, empezando desde su propio hogar: era hijo del tesorero del condado y de una maestra. Además, muy cerca a su entorno, la opulencia caracterizaba el paisaje: los granjeros ricos y los grandes terratenientes eran los protagonistas en este sector californiano.

Pero Steinbeck, así como se reflejará en sus frases, no veía las cosas de la misma manera. Gracias a su perspicacia y su análisis intuitivo de la sociedad, el autor comprendió que detrás de toda esa riqueza había problemáticas relacionadas con la exclusión social, problemas de integración y la desigualdad. Es decir, la riqueza que superficialmente lo inundaba todo era en verdad el resultado de la injusticia social y su devastador alcance (reforzado por la gran depresión)

A pesar de haber logrado, incluso, ser reconocido como Premio Nobel de Literatura, Steinbeck fue siempre altamente criticado. Tanto por sus conciudadanos como por sus colegas literatos. Aún hoy, Steinbeck no es reconocido como más que un escritor que dramatizó las problemáticas sociales y las compagino con alto sentimentalismo. Entre sus obras más importantes se encuentran Las uvas de la ira (1939),Al este del edén (1952) y La Perla, que se trata de uno de los libros que puedes leer en un día.

Ahora sí ha llegado el momento de conocer las mejores frases de John Steinbeck. Podrás complementarlas maravillosamente con otras frases para escritores.

Emociones, intenciones y sufrimientos en las frases de John Steinbeck

frases de John Steinbeck

1. No se necesita valor para hacer una cosa cuando es lo único que puedes hacer.

Para comenzar con las frases de John Steinbeck, este nos habla de la diferencia entre tener valor y tener decisión. No todas las acciones que decidimos hacer están determinadas por el valor, simplemente ellas son el mejor camino a tomar o, como sucede en este caso, el único.

2. La intención, buena o mala, no es suficiente.

3. Puedes saber esto: teme el momento en que el hombre deje de sufrir y morir por un concepto, porque esta cualidad es el hombre mismo, y lo que le diferencia en el conjunto del universo.

4. El cambio viene como una pequeña brisa que agita las cortinas al amanecer, viene como el discreto perfume de las flores silvestres, escondidas en la hierba.

5. Es curioso lo lejana que resulta una desgracia cuando no nos atañe personalmente.

6. Quienes ganan las batallas son los borregos, pero que quienes ganan las guerras son los hombres libres.

Los seres humanos siempre hemos buscado ganancias. Sean estas económicas, políticas o morales. Pero no nos damos cuenta de que la verdadera ganancia —a la única a la que debemos aspirar— es la libertad. Si somos libres lo hemos logrado todo. Así lo dictan las frases de John Steinbeck.

7. Bajo su caparazón de cobardía, el hombre aspira a la bondad y quiere ser amado. Si toma el camino del vicio, es que ha creído tomar un atajo que le conduciría al amor.

8. Se dice que los humanos no se satisfacen jamás, que se les da una cosa y siempre quieren algo más. Y se dice esto con erróneo desprecio, ya que es una de las mayores virtudes que tiene la especie y la que la hace superior a los animales que se dan por satisfechos con lo que tienen.

9. De todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir.

Otra de las características propias de la humanidad. Nosotros actuamos dependiendo de lo que consideremos conveniente. No actuamos por naturaleza, actuamos en nuestro beneficio sin importar a quién o qué dejamos atrás. Las frases de John Steinbeck dejan esta reflexión.

10. Una ciudad se parece mucho a un animal. Tiene un sistema nervioso, una cabeza, unos hombros y unos pies. Está separada de las otras ciudades, de tal modo que no existen dos idénticas. Y es además un todo emocional.

11. Cuando un hombre dice que no quiere hablar de algo, suele significar generalmente que no puede pensar en nada más.

12. El arte del descanso es una parte del arte de trabajar.

13. Acaso el mejor conversador del mundo es aquel que ayuda a hablar a los demás.

14. El miedo se infiltraba en las casas donde estaban alojados y las hacía tristes, y se cernía sobre las patrullas y las hacía crueles.

15. Un alma triste puede matarte más rápido, mucho más rápido que un germen.

Como bien lo dicen las frases de John Steinbeck, la tristeza carcome el alma. Acaba con la vida irremediablemente. Así sucedía con la sociedad de la época. A pesar de que la tristeza se ocultaba en el brillo del poder, crecía en la profundidad y se llevaba lo mejor de un país trabajador.

16. Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo.

17. Usted ya no es un hombre; es usted un soldado. Sus preocupaciones no tienen importancia, teniente, y tampoco su vida tiene mucha.

18. Los narradores de historias de las ciudades falsean de tal manera la vida, que la hacen aparecer dulce a los ojos de los perezosos, de los estúpidos y de los débiles, y ello sólo sirve para volverlos aún más perezosos, débiles y estúpidos, sin enseñarles nada, ni hacerles el menor bien, ni elevar su corazón.

Una realidad pasada, presente y, si no hacemos nada por cambiarla, futura. Las ciudades, lastimosamente, se condicionan por el poder y la capacidad de convencimiento. Las frases de John Steinbeck reflejan cómo las sociedades se adaptan a seguir los lineamientos de aquel poderoso, limitando, incluso, su conocimiento y aprendizaje.

19. No hay mejor trampolín que una mala conciencia para saltar a la filantropía.

20. Una mentira es algo bueno y valioso. Un objeto precioso e imponderable que conviene tener en reserva. Pero nunca utilices esta joya hasta que hayas agotado todas las verdades. La verdad es patrimonio común, algo que siempre está a mano, pero las mentiras hay que inventarlas y jamás puedes estar seguro de su eficacia hasta que las hayas usado… y entonces es demasiado tarde.

Así es como llegamos al final de nuestro artículo sobre frases de John Steinbeck. Esperamos que sirvan como inspiración para continuar conociendo las obras de este autor y la influencia de estas en la sociedad estadounidense. Recuerda que todos los libros tienen algo importante para enseñarnos.

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