Con el nombre original italiano de Giuseppe Ingenieri y conocido ya internacionalmente como José Ingenieros, este personaje es difícil de calificar. Fue sociólogo, médico, filósofo y psiquiatra, además de desarrollarse en muchas otras disciplinas a caballo entre los siglos XIX y XX. Las frases de José Ingenieros resonaron en la sociedad argentina de principios del siglo XX, tocando muchos aspectos morales y éticos a través de sus numerosos ensayos. Influyó en las corrientes socialistas y anarquistas de la época impulsando movimientos sociales de tanta enjundia como el peronismo o el radicalismo.
De su producción literaria, formada por veintiún libros y cuatro artículos, destacan “El hombre mediocre” y “Evolución de las ideas argentinas”. Las ideas de este autor eran totalmente adelantadas a la época en que vivía y sirvieron como acicate para despertar conciencias. Las frases de José Ingenieros resuenan como cuchillas en las conciencias de sus coetáneos, criticando e identificando las pautas morales de la sociedad. Hasta su muerte con tan sólo 48 años, José Ingenieros se acercó cada vez más a las tesis anarquistas de Bakunin, participando activamente en periódicos de ésta índole.
150 Frases de José Ingenieros, la filosofía y la ética como bandera.
1. Sobresalir es incomodar; toda personalidad eminente mortifica la vanidad de sus contemporáneos y los inclina a la venganza.
2. Sin ideales sería inexplicable la evolución humana.
3. Si te arrastras como gusano, no te quejes si te pisan.
4. Se es idealista persiguiendo las quimeras más contradictorias, siempre que ellas impliquen un sincero afán de enaltecimiento.
5. Nada hay más hermoso que un padre llegue a convertirse en un amigo de sus hijos, cuando éstos llegan a perderle el temor, pero no el respeto.
6. Mientras los serviles trepan entre las malezas del favoritismo, los austeros ascienden por la escalinata de sus virtudes. O no ascienden por ninguna.
7. Los que se quejan de la forma como rebota la pelota, son aquellos que no la saben golpear.
8. Los más rezan con los mismos labios que usan para mentir.
9. Los idealistas suelen ser esquivos o rebeldes a los dogmatismos sociales que los oprimen.
10. Los ideales están en perpetuo devenir, como las formas de la realidad a que se anticipan.
11. Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitan saber a dónde van.
12. Los espíritus afiebrados por algún ideal son adversarios de la mediocridad: soñadores contra los utilitarios, entusiastas contra los apáticos, generosos contra los calculistas, indisciplinados contra los dogmáticos.
13. La vida humana representa, la mayor parte de las veces, una ecuación entre el pasado y el futuro.
14. La verdad es la más temida de las fuerzas revolucionarias.
15. La síntesis es la antorcha del genio.
16. La risa intelectual es la dádiva con que la Naturaleza ha integrado los privilegios de los hombres más excelentes.
17. La imaginación y la experiencia van de la mano. Solas no andan.
18. La humanidad no llega hasta donde quieren los idealistas en cada perfección particular; pero siempre llega más allá de donde habría ido sin su esfuerzo.
19. La curiosidad intelectual es la negación de todos los dogmas y la fuerza motriz del libre examen.
20. Juventud sin rebeldía es servidumbre precoz.
21. Jamás fueron tibios los genios, los santos y los héroes. Para crear una partícula de Verdad, de Virtud o de Belleza, se requiere un esfuerzo original y violento contra alguna rutina o prejuicio.
22. Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente.
23. En la utopía de ayer se incubó la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitarán nuevas realidades.
24. El perfeccionamiento humano se efectúa con ritmo diverso en las sociedades y en los individuos.
25. El idealista perfecto sería romántico a los veinte años y estoico a los cincuenta; es tan anormal el estoicismo en la juventud como el romanticismo en la edad madura.
26. El ideal es un límite: toda realidad es una «dimensión variable» que puede acercársele indefinidamente, sin alcanzarlo nunca.
27. El hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios esta viejo, irreparablemente.
28. El ambicioso quiere ascender, hasta donde sus propias alas puedan levantarlo; el vanidoso cree encontrarse ya en las supremas cumbres codiciadas por los demás.
29. Admitamos que la primera vez se ofende por ignorancia; pero creamos que la segunda suele ser por villanía.
30. A los hombres fuertes les pasa lo que a los barriletes; se elevan cuando es mayor el viento que se opone a su ascenso.
31. La imaginación es madre de toda originalidad.
32. Admirar a otros es un suplicio para los que en vano desean ser admirados.
33. Su personalidad es todo brillo y arista: Firmeza y luz, como cristal de roca, breves palabras que sintetizan su definición perfecta.
34. Su orgullo nunca excede de la vanidad de los imbéciles.
35. La escuela es un puente entre el hogar y la sociedad.
36. Muchos genios son genios sencillamente no porque se desarrollaron sino por estar en el clima y hora adecuados.
37. Todos, al nacer, reciben como herencia de la especie los elementos para adquirir una personalidad específica.
38. El concepto de lo mejor es un resultado natural de la evolución misma. La vida tiende naturalmente a perfeccionarse.
39. No es necesario demostrar nuestro patriotismo con guerra, porque eso no es patriotismo, patriotismo es trabajar por el progreso del país.
40. A medida que la experiencia humana se amplía, observando la realidad, los ideales son modificados por la imaginación, que es plástica y no reposa jamás.
El tiempo descubre a los que tienen la moral en piezas, para mostrarla, aunque de su paño jamás corten un traje para cubrir su mediocridad.
41. Los políticos mediocres no viven de crear ideas positivas para su pueblo, sino que sencillamente viven de su imagen.
42. La dignidad, afán de autonomía, lleva a reducir la dependencia de otros a la medida de lo indispensable, siempre enorme.
05. Los prejuicios, son creencias previas a la observación.
06. Para crear una partícula de Verdad, de Virtud o de Belleza, se requiere un esfuerzo original y violento contra alguna rutina o prejuicio; como para dar una lección de dignidad hay que desgoznar algún servilismo.
43. Sólo hay juventud en los que trabajan con entusiasmo para el porvenir; por eso en los caracteres excelentes puede persistir sobre el apeñuscarse de los años.
44. La fe es la fuerza del genio. Para imantar a una era necesita amar su ideal y transformarlo en pasión.
45. En la utopía de ayer, se incubó la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitarán nuevas realidades.
46. El buen lenguaje clásico llamaba doméstico a todo hombre que servía. Y era justo. El hábito de la servidumbre trae consigo sentimientos de domesticidad, en los cortesanos lo mismo que en los pueblos.
47. El diablo no sabe más por viejo que por diablo. Si se arrepiente no es por santidad; sino por impotencia.
48. El genio necesita la existencia de los mediocres e idiotas, porque estos son los que utilizan las obras de éste dándole así su reconocimiento como genio.
49. Cuando las miserias morales asolan a un país, culpa es de todos los que por falta de cultura y de ideal no han sabido amarlo como patria: de todos los que vivieron de ella sin trabajar para ella.
50. Y así como los pueblos sin dignidad son rebaños, los individuos sin ella son esclavos.
51. La vulgaridad es el aguafuerte de la mediocridad. En la ostentación de lo mediocre reside la psicología de lo vulgar; basta insistir en los rasgos suaves de la acuarela para tener el aguafuerte.
52. Es más contagiosa la mediocridad que el talento.
53. Las personas envidiosas son personas que siempre quieren opacar a los demás.
54. Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa, y lo mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor.
55. Las rebeldías románticas son embotadas por la experiencia: ella enfrena muchas impetuosidades falaces y da a los ideales más sólida firmeza. Las lecciones de la realidad no matan al idealista: lo educan.
56. Hay cierta ahora en el que el pastor ingenuo se asombra ante la naturaleza que le envuelve.
57. Seres desiguales no pueden pensar de igual manera. Siempre habrá evidente contraste entre el servilismo y la dignidad, la torpeza y el genio, la hipocresía y la virtud.
58. No se nace joven, hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal, no se adquiere.
59. La costumbre de obedecer engendra una mentalidad doméstica.
60. El proceso de desarrollo de un genio, se necesita mucho tiempo, y no para que este cree sus obras, sino para que estas puedan ser reconocidas.
61. Hay algo humano, más duradero que la supersticiosa fantasmagoría de lo divino: el ejemplo de las altas virtudes.
62. El genio es excelente por su moral, o no es genio.
63. La vulgaridad es el blasón nobiliario de los hombres ensoberbecidos de su mediocridad.
64. Los temperamentos acomodaticios saben que la vida guiada por el interés brinda provechos materiales; los románticos creen que la suprema dignidad se incuba en el ensueño y la pasión.
65. Para concebir una perfección se requiere cierto nivel ético y es indispensable alguna educación intelectual.
66. La patria no se hace por dinero y tierra solamente, debe tener características de ideal y progreso.
67. La mediocridad podrá definirse como una ausencia de características personales que permitan distinguir al individuo en su sociedad.
68. La política se degrada, conviértese en profesión. En los pueblos sin ideales, los espíritus subalternos medran con torpes intrigas de antecámara. En la bajamar sube lo rahez y se acorchan los traficantes.
69. Es un gran signo de mediocridad dijo Leibniz elogiar siempre moderadamente.
70. Los prejuicios son creencias anteriores a la observación; los juicios, exactos o erróneos, son consecutivos a ella.
71. Las ideas nunca desaparecen, sólo que a medida que pasa el tiempo se van trasformando.
72. La vida humana es gimnasia incesante de funciones armónicas. Deber natural del hombre es ejercitar su brazo y su mente; quien viola ese deber comete una inmoralidad.
73. Hay que poner más lejos la intención y la esperanza, resistiendo las tentaciones del aplauso inmediato; la gloria es más difícil, pero más digna.
74. La libre iniciativa permite adelantarse a los demás.
75. En los rutinarios todo es el menor esfuerzo.
76. En la historia de su sociedad sólo vive el que deja rastros en las cosas o en los espíritus.
77. El dinero permite al mediocre satisfacer sus vanidades más inmediatas.
78. Amar es sufrir amablemente; es gozar de una ansiedad perenne, de un sobresalto siempre renovado.
79. Son hombres los que aran su propio surco.
80. El trabajo es un deber social. Los que viven sin trabajar son parásitos malsanos, usurpando a otros hombres una parte de su labor común.
81. Todo idealismo es exagerado, necesita serlo. Y debe ser cálido su idioma, como si desbordara la personalidad sobre lo impersonal; el pensamiento sin calor es muerto, frío, carece de estilo, no tiene firma.
82. Toda personalidad, grande o pequeña, posee principios que orientan su acción; sólo puede sentirse libre la que es capaz de seguirlos, sobreponiéndose a cuantas contingencias intenten desviarla.
83. El estéril no comprende cuándo trabaja el fecundo, ni adivina el ignorante cuándo estudia el sabio. Y es sencillo: trabajan y estudian siempre, por hábito, sin esfuerzo; descansan de pensar, ejecutando.
84. Toda creación es fruto de la libre iniciativa y llega a su término sostenida por el sentimiento de independencia.
85. Los únicos bienes intangibles son los que acumulamos en el cerebro y en el corazón; cuando ellos faltan ningún tesoro los sustituye.
86. La vulgaridad transforma el amor de la vida en pusilanimidad, la prudencia en cobardía, el orgullo en vanidad, el respeto en servilismo.
87. La rutina es el hábito de renunciar a pensar.
88. En las sociedades carcomidas por la injusticia los hombres pierden el sentimiento del deber y se apartan de la virtud. El parasitismo deja de inspirar repulsión a quienes lo usufructúan y encenaga a las víctimas de la domesticación.
89. Los hombres mediocres repiten que es mejor malo conocido que bueno por conocer.
90. Merece llamarse hombre libre el que tiene capacidad de iniciativa frente a la coerción ajena.
91. El derecho a la vida está condicionado por el deber del trabajo. Todo lo que es orgullo de la humanidad es fruto del trabajo.
92. Después de pensar, querer. La decisión oportuna es el secreto de los grandes caracteres.
93. El trabajo es emancipador de la personalidad. Creando, el hábito del esfuerzo inteligente, constituye la mejor disciplina del carácter.
94. La intolerancia y el odio nacen de la incapacidad de simpatía; no se tolera al que no se comprende, no se ama al que no sabe comprender.
95. El enamorado de un ideal, de cualquiera -pues sólo es triste no tener ninguno-, es una chispa; contagia a cuanto le rodea el incendio de su ánimo apasionado.
96. El progreso es un resultado de la inquietud implícita en todo optimismo social; la decadencia es el castigo de las épocas de escéptico quietismo.
97. Valorizando el tiempo se intensifica la vida.
98. Rebelarse es afirmar un nuevo ideal.
99. Cada hora, cada minuto, debe ser sabiamente aprovechado en el trabajo o en el placer.
100. El que no osa leer un nuevo libro, encenderse por un nuevo anhelo, acometer una nueva empresa, ha renunciado a vivir.
101. Muchos cerebro torpes, se envanecen de su testarudez, confundiendo la parálisis con la firmeza.
102. La burocracia es una convergencia de voracidades en acecho.
103. Nadie piensa, donde todos lucran; nadie sueña, donde todos tragan.
104. Vivir con intensidad no significa extenuarse en el sacrificio ni refinarse en la disipación, sino realizar un equilibrio entre el empleo útil de todas las aptitudes y la satisfacción deleitosa de todas las inclinaciones.
105. Sin ideales sería inconcebible el progreso.
106. Los entusiastas despiertan los temperamentos afines, los conmueven, los afiebran, hasta atraerlos a su propio camino.
107. Barcos de amplio velamen, pero sin timón, no saben adivinar su propia ruta: ignoran si irán a varar en una playa arenosa o a quedarse estrellados contra un escollo.
108. Los perezosos viven hastiados y se desesperan no hallando entretenimiento para sus días interminables; los activos no se tedian nunca y saben ingeniarse para centuplicar los minutos de cada hora.
109. Todo instante perdido lo está para siempre; el tiempo es lo único irreparable y por el valor que le atribuyen puede medirse el mérito de los hombres.
110. El que duda de sus fuerzas morales está vencido.
111. Sin entusiasmo no se sirven hermosos ideales; sin osadía no se acometen honrosas empresas.
112. Mientras el holgazán no tiene tiempo para hacer cosa alguna de provecho, al laborioso le sobra para todo lo que se propone realizar.
113. Sólo el que ha poblado de ideales su juventud y ha sabido servirlos con fe entusiasta puede esperar una madurez serena y sonriente, bondadosa con los que no pueden, tolerante con los que no saben.
114. La acción fecunda exige continuidad en el esfuerzo. Toda actividad debe tener un propósito consciente: no hacer nada sin saber para qué, ni empezar obra alguna sin estar decidido a concluirla.
115. Todo esfuerzo renovador deja un saldo favorable para la sociedad.
116. Hay que formarse un ideal, sobreponiéndose a las imperfecciones de la realidad y concibiendo por la imaginación sus perfecciones posibles.
117. Para ser chispa que enciende, fuego que templa, reja que ara, debe llevarse el gesto hasta donde vuele la intención.
118. Los hombres que no son mediocres nunca se obstinan en el error, ni traicionan a la verdad.
119. El pensamiento vale por la acción que permite desarrollar.
120. Lo bueno posible se alcanza buscando lo imposible mejor.
121. La intensa cultura no entibia a los visionarios: su vida entera es una fe en acción.
122. Hay miserables afanes de popularidad, más denigrantes que el servilismo.
123. La rutina no es hijo de la experiencia, es su caricatura.
124. Las personas debemos el progreso a los insatisfechos.
125. No basta en la vida pensar un ideal: hay que aplicar todo el esfuerzo a su realización.
126. Cada ser humano es cómplice de su propio destino: miserable es el que malbarata su dignidad, esclavo el que se forja la cadena, ignorante el que desprecia la cultura, suicida el que vierte la cicuta en su propia copa.
127. No debemos maldecir la fatalidad para justificar nuestra pereza; antes debiéramos preguntarnos en secreta intimidad: ¿Volcamos en cuanto hicimos toda nuestra energía? ¿Pensamos bien nuestras acciones, primero, y pusimos después en hacerlas la intensidad necesaria?
128. La energía no es fuerza bruta: es pensamiento convertido en fuerza inteligente.
129. La acción carece de eficacia cuando escasea la energía.
130. En todo arte, en toda doctrina, en todo código, existen gérmenes que son evidentes anticipaciones, posibilidades de infinitos perfeccionamientos.
131. Las creencias son los móviles de la actividad humana.
132. Sólo llega a puerto el navegante que tan seguro está de su brújula como de su vela.
Los dogmas son obstáculos al perfeccionamiento moral.
133. El patriotismo ingenuo se limita al horizonte geográfico.
134. El saber humano se desenvuelve en función de la experiencia.
135. La educación es el arte de capacitar al hombre para la vida social.
136 .El terruño es la patria de corazón. De todos los sentimientos humanos, ninguno es más natural que el amor por la aldea, el valle o la barriada en que vivimos los primeros años.
137. Es hermoso que los padres lleguen a ser amigos de sus hijos, desvaneciéndoles todo temor, pero inspirándoles un gran respeto.
138. Él es apenas un objeto en el cuadro.
139. La belleza de vivir hay que descubrirla pronto, o no se descubre nunca.
140. El amor a la propia patria debe reflejarse en el respeto a las otras.
141. Los ideales dan confianza en las propias fuerzas.
142. La juventud es levadura moral de los pueblos. Los hombres que no han tenido juventud piensan en el pasado y viven en el presente, persiguiendo las satisfacciones inmediatas que son el premio de la domesticidad.
143. Los senderos de perfección no tienen fin.
144. Jóvenes son los que no tienen complicidad con el pasado.
145. Cada vez que una generación envejece y reemplaza su ideario por bastardeados apetitos, la vida pública se abisma en la inmoralidad y en la violencia.
146. El joven que piensa y trabaja es optimista; acera su corazón a la vez que eleva su entendimiento.
147. El entusiasmo acompaña a las creencias optimistas; la superstición, a las pesimistas.
148. Un hombre incapaz de acción es una sombra que se escurre en el anónimo de su pueblo.
149. El entusiasmo es incompatible con la superstición; el uno es fuego creador que enciende el porvenir; la otra es miedo paralizante que se refugia en el pasado.
150. Las ilusiones tienen tanto valor para dirigir la conducta, como las verdades más exactas.
Éstas son, por el momento, las frases de José Ingenieros que hemos elegido para ti. ¿Qué te han parecido? ¿Te ha llamado la atención alguna de las frases? ¿Las conocías todas o hay alguna que te haya sorprendido por encima de las demás? ¿Conoces más frases de José Ingenieros? Si es así, por favor, no dudes en enviarnos un comentario y compartirlas con todos. Estamos deseando escuchar tus opiniones sobre nuestra entrada de hoy para poder mejorarla y recibir todas las frases que se te ocurran sobre José ingenieros. Te esperamos.