Oliverio Girondo nació en Buenos Aires en agosto de 1891 en el seno de una familia adinerada, envuelto en unas circunstancias que le permitieron conocer Europa a una temprana edad. Vivió y estudió en Inglaterra y Francia por algunos años, durante los cuales entabló vínculos estrechos con afamados poetas y escritores del lugar. Todos ellos inculcaron en Oliverio los lineamientos estéticos del surrealismo y se constituyeron, asimismo, como puertas de entrada hacia movimientos artísticos de vanguardia europeos. De allí los modos innovadores que el escritor trasladó a sus textos, cautivando al público lector de regreso en Buenos Aires. Dada su importancia y la calidad de sus versos, en este post de Frases de la Vida hemos decidido compartirte algunas de las más populares frases de Oliverio Girondo.

Se recibió de abogado, no obstante, nunca ejerció la profesión y se volcó al ejercicio de las letras. Hombre de mundo, sus viajes por España, Italia, África y Brasil guardan su recuerdo en Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, su primer poemario de 1922. El mismo fue ilustrado con producciones artísticas del propio Girondo. Predecesor de Fervor de Buenos Aires, poemario por Jorge Luis Borges, lo instituyó como uno de los principales vanguardistas de la literatura porteña de la época. Así, junto al mismo Borges y otros escritores como Evar Méndez, Samuel Glusberg, Jacobo Fijman, Xul Solar, Leopoldo Marechal, Raúl González Tuñón y Macedonio Fernández, consolidaría el «Grupo Florida», presentándose en las revistas Proa (1922) portando una estética elitista y vanguardista.

Más tarde codirigió con Evar Méndez la revista Martín Fierro, publicando su «Manifiesto» en su cuarta edición, en mayo de 1924: “Frente a la impermeabilidad hipopotámica del honorable público. Frente a la funeraria solemnidad del historiador y del catedrático que momifica cuanto toca…. Martín Fierro sabe que todo es nuevo bajo el sol, si todo se mira con unas pupilas actuales y se expresa con un acento contemporáneo”.

Entre sus principales obras poéticas podríamos mencionar Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922), Calcomanías (1925), Espantapájaros (1932), Persuasión de los días (1942), Campo nuestro (1946), En la masmédula (1953). En relación a la prosa literaria encontramos títulos como Interlunio (1937) y Nuestra actitud ante el desastre (1940). Casi una figura de culto, Oliverio Girondo es padre de una obra singular y, paradójicamente, poco conocida en el mundo de la poesía hispanoamericana del siglo XX. Su poesía es espejo de su espíritu cosmopolita, habituada a la gestualidad poética y la desfiguración lingüística. Su voz es profunda, centrada, capaz de permanecer intachable en la memoria del lector que lo encuentra. Ya podrás confirmarlo en las frases de Oliverio Girondo que presentaremos a continuación.

Las mejores frases de Oliverio Girondo

1. Yo no comprendo nada. No tan sólo tus manos son un puro milagro. Un traspiés, un olvido, y acaso fueras mosca, lechuga, cocodrilo. Y después…Esa estrella. No preguntes. ¡Misterio! El silencio.

2. Llega un momento en que aspiramos a escribir algo peor.

3. Hasta las ideas más optimistas toman un coche fúnebre para pasearse por mi cerebro.

4. Si no saben volar pierden el tiempo las que pretenden seducirme.

5. ¿Y no basta con abrir los ojos y mirar para convencernos de que la realidad es, en realidad, el más auténtico de los milagros?

6. Siempre volvemos, campo, de tus tardes con un lucero humeante…Entre los labios.

7. Llorar a lágrima viva, llorar a chorros…Llorarlo todo, pero llorarlo bien. (…) Llorar de amor, de hastío, de alegría…

8. (…) Y cortar las amarras lógicas, ¿No implica la única y verdadera posibilidad de aventura?

9. Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de pronto, se arroja entre las ruedas de un tranvía.

10. Pero la luna intacta es un lago de senos que se bañan tomados de la mano.

11. La poesía siempre es lo otro, aquello que todos ignoran hasta que lo descubre un verdadero poeta.

12. ¿Por qué bajas los párpados? Ya sé que estás desnudo, pero puedes mirarme con los ojos tranquilos. Los días nos enseñan que la fealdad no existe.

13. La cotidianidad nos teje, diariamente, una telaraña en los ojos.

14. Hasta que el día menos pensado, la mujer que nos electriza intensifica tanto sus descargas sexuales, que termina por electrocutarnos en un espasmo, lleno de interrupciones y de cortocircuitos.

15. Aunque ellos mismos lo ignoren, ningún creador escribe para los otros, ni para sí mismo, ni mucho menos, para satisfacer un anhelo de creación, sino porque no puede dejar de escribir.

16. Este campo fue mar de sal y espuma. Hoy oleaje de ovejas, voz de avena.

17. ¡Y ante todo está el mar! ¡El mar!..Ritmo de divagaciones. ¡El mar! Con su baba y con su epilepsia.

18. No me agrada esta calma, este silencio muerto, sin carne, puro hueso.

19. Las mujeres modernas olvidan que para desvestirse y desvestirlas se requiere un mínimo de indumentaria.

20. Une al don de tu pan y de tu mano el de darle candor a nuestro canto.

21. Yo también… ¡Sí! Yo tengo – ¿Por qué no confesarlo? – un pequeño fantasma, un duende de familia.

22. Así como hay hombres cuya sola presencia resulta de una eficacia abortiva indiscutible, la mía provoca accidentes a cada paso, ayuda al azar y rompe el equilibrio inestable de que depende la existencia.

23. Ante la exquisitez del idioma francés, es comprensible la atracción que ejerce la palabra merde.

24. Allí están las ventanas que te dan un pretexto para abrir bien los brazos. Asómate al marítimo bullicio de las calles. ¿No oyes una sirena que llama desde el puerto?

25. ¡El arte es el peor enemigo del arte!… un fetiche ante el que se ofician, arrodillados, quienes no son artistas.

26. ¡España! País ardiente y seco como un repiqueteo de castañuelas.

27. Si no hubieras andado siempre solo ¿Todavía tendrías voz de toro?

28. ¿Un éxito eventual sería capaz de convencernos de nuestra mediocridad? ¿No tendremos una dosis suficiente de estupidez, como para ser admirados?

29. La arquitectura árabe consiguió proporcionarle a la luz, la dulzura y la voluptuosidad que adquiere la luz, en una boca entreabierta de mujer.

30. La camarera me trae, en una bandeja lunar, sus senos semi-desnudos…Unos senos que me llevaría para calentarme los pies cuando me acueste.

31. ¡Hasta las sombras, campo, no dan nunca ni el más leve traspiés en tu llanura!

32. Eres tan claro y limpio y sin dobleces que el vuelo de una nube te ensombrece, Oliverio.

33. El verde ver el todo ver quizás en libre aleo el ser el puro ser sin hojas ya sin costas ni ondas locas ni recontras sólo su ámbito solo recién quizás recién entonces.

34. Y para acá o allá y desde aquí otra vez y vuelta a ir de vuelta y sin aliento y del principio o término del precipicio íntimo hasta el extremo o medio o resurrecto resto de éste o aquello o de lo opuesto y rueda que te roe hasta el encuentro y aquí tampoco está y desde arriba abajo y desde abajo arriba ávido asqueado por vivir entre huesos o del perpetuo estéril desencuentro a lo demás de más.

35. No hay crítico comparable al cajón de nuestro escritorio.

36. Musicalmente, el clarinete es un instrumento muchísimo más rico que el diccionario.

37. Solidario por predestinación y por oficio. Solidario por atavismo, por convencionalismo. Solidario a perpetuidad. Solidario de los insolidarios y solidario de mi propia solidaridad.

38. Basta que alguien me piense para ser un recuerdo.

39. Nada de nada; es todo. Así te quiero, nada. ¡Del todo!..Para nada.

40. Sólo, con la ventana abierta a las estrellas, entre árboles y muebles que ignoran mi existencia, sin deseos de irme, ni ganas de quedarme a vivir otras noches, aquí, o en otra parte, con el mismo esqueleto, y las mismas arterías, como un sapo en su cueva circundado de insectos.

41. Lloremos. ¡Ah! Lloremos purificantes lágrimas, hasta ver disolverse el odio, la mentira, y lograr algún día -sin los ojos lluviosos- volver a sonreírle a la vida que pasa.

42. Con la poesía sucede lo mismo que con las mujeres: llega un momento en que la única actitud respetuosa consiste en levantarles la pollera.

43. ¿Estupidez? ¿Ingenuidad? ¿Política?..Seamos argentinos, gritan algunos…Sin advertir que la nacionalidad es algo tan fatal como la conformación de nuestro esqueleto.

44. Un libro debe construirse como un reloj y venderse como un salchichón.

45. ¿Qué es la moda? Desde el punto de vista artístico una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.

46. ¡Si al menos pudiéramos arrimar un ojo a alguno de los agujeritos que hay en el cielo!

47. La experiencia es la enfermedad que ofrece el menor peligro de contagio. Frase exacta: aunque la experiencia sea una enfermedad que ofrece tan poco peligro de contagio.

48. Los únicos brazos entre los cuales nos resignaríamos a pasar la vida son los brazos de las Venus que han perdido los brazos.

49. Lo cotidiano podrá ser una manifestación modesta dejo absurdo, pero aunque Dios —reencarnado en algún sacamuelas— nos obligara a localizar todas nuestras esperanzas en los escarbadientes, la vida no dejaría de ser, por eso, una verdadera maravilla.

50. Yo no pretendo sufrir la humillación de los gorriones. Yo no aspiro a que me babeen la tumba de lugares comunes, ya que lo único realmente interesante es el mecanismo de sentir y de pensar. ¡Prueba de existencia!

Hasta aquí nuestra selección de frases de Oliverio Girondo. ¿Qué te han parecido? ¿Conoces alguna otra frase que te gustaría agregar al listado? Las frases son una excelente manera de comenzar a conocer a un autor aún desconocido, casi anónimo. Esperamos que estas citas del poeta porteño consigan ser una fuente de inspiración y un puente hacia sus obras, sumamente recomendadas. Si ya has leído sus producciones literarias, ¿te gustaría recomendar alguna a nuestros lectores? Tu opinión es de gran ayuda para quienes, movidos por la curiosidad, comienzan a buscar nuevas y renovadoras lecturas. ¡Te esperamos en la sección de comentarios! ¡Hasta la próxima!