Ray Bradbury comenzó a transitar el mundo literario en su juventud temprana, sirviéndose del poder de los libros en medio de múltiples mudanzas realizadas junto a su familia, que arribó a Los Ángeles como destino final. Fue un ávido lector y escritor por naturaleza. Si bien no pudo acceder a la universidad por razones económicas, Bradbury se decidió por una formación autodidacta con la literatura como norte indiscutido. La vida se la ganó, primariamente, vendiendo periódicos, mientras silenciosamente apostaba por un sueño. Un sueño que lo llevó a la cúspide de la fama con dedicación, esfuerzo, y un talento peculiar. Es por eso que en Frases de la Vida hemos decidido dedicar este artículo a las mejores frases de Ray Bradbury, para recordarlo y animarte a conocer su obra en profundidad.
Su labor como vendedor de periódicos concluyó en el año 1943, cuando comenzó a dedicarse a la escritura de relatos breves para numerosos medios. Fueron sus Crónicas Marcianas de 1950 las que lo llevarían cuesta arriba; en sus páginas se encuentran expuestos los sentimientos de angustia y desesperación que acechaban a la comunidad norteamericana bajo la inminencia de una posible guerra nuclear. Un argumento en el cual los extraterrestres que intentan colonizar el planeta Marte dicen mucho más de lo que aparentan. Si bien su literatura está fuertemente orientada a la ciencia ficción, Ray Bradbury se dedicó también a la narrativa de corte realista e incluso incursionó en el género policial. Jamás abandonó su impronta poética y su interés por la condición humana.
Se casó con Maggie, la primera mujer que invitó a salir. Ella trabajaba en una librería – y, ¿cómo no iba Bradbury a enamorarse dentro de una librería? – y pensó que Ray estaba intentando robar por la larga gabardina que vestía. Superado el malentendido, fueron juntos a tomar un café y acabaron pasando 56 aniversarios juntos. Una historia de novela digna de un escritor apasionado. Otro de sus amores fue, sin lugar a dudas, Farenheit 451, obra que lo consagró para siempre como uno de los más grandes literatos. La magnífica versión de François Truffaut se convirtió en todo un clásico cinematográfico, llevando la historia a todos los rincones del mundo en formato audiovisual. Asimismo, otras obras de Ray Bradbury llevadas a la pantalla grande fueron El ciudadano ilustre, El carnaval de las tinieblas y El sonido del trueno.
Sin más, daremos comienzo a nuestra selección de frases de Ray Bradbury. ¡Elige tu favorita!
Las mejores frases de Ray Bradbury
1. No trato de describir el futuro. Trato de prevenirlo.
2. No hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee, que no aprende, que no sabe…
3. Tenía nueve años cuando me enteré de los tres incendios de la biblioteca de Alejandría y me eché a llorar.
4. A buen fin, no hay mal principio.
5. Actuar sin saber te lleva directamente al precipicio.
6. El mejor científico está abierto a la experiencia, y esta empieza con un romance, es decir, la idea de que todo es posible.
7. No espere ser salvado por alguna cosa, persona, máquina o biblioteca. Realice su propia labor salvadora, y si se ahoga, muera, por lo menos, sabiendo que se dirigía hacia la playa.
8. Que el mundo arda a través de uno mismo.
9. Hay sólo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro.
10. Cuando no se puede tener la realidad, bastan los sueños.
11. Quizá los libros nos saquen un poco de esta oscuridad. Quizá eviten que cometamos los mismos condenados errores.
12. Siempre pensé que uno muere todos los días, y que los días son como cajones. En cada uno de esos días hay un yo diferente. Alguien a quien no conoces, o no comprendes, o no quieres comprender.
13. Pasamos la vida entera aprendiendo a olvidar cosas que en realidad están dentro.
14. Bueno, al fin y al cabo, esta es la era del tejido desechable. Tratamos a la gente como si fueran pañuelos de papel. Los estrujamos después de utilizarlos, los tiramos, cogemos otro, nos sonamos, lo estrujamos, lo tiramos. Todo el mundo usa la ropa de todo el mundo.
15. Salta, y deja que te crezcan alas en el camino hacia abajo.
16. Cuando muere, todo el mundo debe dejar algo detrás. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio a donde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol o esa flor que tú plantaste, tú estarás allí.
17. ¿Ha visto los carteles de sesenta metros que hay fuera de la ciudad? ¿Sabía que hubo una época en que los carteles sólo tenían seis metros de largo? Pero los automóviles empezaron a correr tanto que tuvieron que alargar la publicidad, para que durase un poco más.
18. Sabe por qué libros como éste son tan importantes? Porque tienen calidad. Y, ¿qué significa la palabra calidad? Para mí, significa textura. Este libro tiene poros, tiene facciones. Este libro puede colocarse bajo el microscopio. A través de la lente encontraría vida, huellas del pasado en infinita profusión. Cuantos más poros, más detalles de la vida verídicamente registrados puede obtener de cada hoja de papel, cuanto más «literario» se vea. En todo caso, ésa es mi definición. Detalle revelador. Detalle reciente.
19. El cierre de cremallera desplaza al botón y el hombre ya no dispone de todo ese tiempo para pensar mientras se viste, una hora filosófica y, por lo tanto, una hora de melancolía.
20. Sin embargo, recuerde que el capitán pertenece a los enemigos más peligrosos de la verdad y de la libertad, al sólido e inconmovible ganado de la mayoría. ¡Oh, Dios! ¡La terrible tiranía de la mayoría!
21. Cuanto mayor es la población, más minoría hay.
22. Dios debe de amarnos principalmente porque le causamos gracia.
23. Eso es lo bueno de estar moribundo. Cuando no se tiene nada que perder, pueden correrse todos los riesgos.
24. Si no te gusta lo que haces, no lo hagas.
25. Tienes que saber como aceptar el rechazo y como rechazar la aceptación.
26. Estamos rodeados de demasiados juguetes tecnológicos, con Internet, los iPod…La gente se equivocó. Yo no traté de prever, sino de prevenir el futuro. No quise hablar de la censura sino de la educación que el mundo tanto necesita.
27. Somos una imposibilidad en un universo imposible.
28. Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando las letras de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos «hechos» que se sientan abrumados. Entonces tendrán la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse. Y serán felices. No les des Filosofía o Sociología para que empiecen a atar cabos.
29. Es usted un romántico sin esperanza.
30. No quería saber cómo se hacía algo, sino por qué.
31. Si uno hace lo que ama, es feliz.
32. No pienses. El pensamiento es el enemigo de la creatividad. […] Simplemente dedícate a hacer cosas.
33. Toda la cultura está deshecha. El esqueleto necesita un nuevo andamiaje y una nueva reconstitución. ¡Válgame Dios! No es tan sencillo como recoger un libro que se dejó hace medio siglo. Recuerde, los bomberos casi nunca actúan. El público ha dejado de leer por propia iniciativa. Ustedes, los bomberos, constituyen un espectáculo en el que, de cuando en cuando, se incendia algún edificio, y la multitud se reúne a contemplar la bonita hoguera, pero, en realidad, se trata de un espectáculo de segunda fila, apenas necesario para mantener la disciplina. De modo que muy pocos desean ya rebelarse. Y, de esos pocos, la mayoría, como yo, se asustan con facilidad.
34. ¿Se dan cuenta, ahora, de por qué los libros son odiados y temidos? Muestran los poros del rostro de la vida. La gente comodona sólo desea caras de luna llena, sin poros, sin pelo, inexpresivas
35. Había un silencio reunido en torno a aquella hoguera y el silencio estaba en los rostros de los hombres, y el tiempo estaba allí, el tiempo suficiente para sentarse junto a la vía enmohecida bajo los árboles, con el mundo y darle vuelta con los ojos, como si estuviera sujeto en el centro de la hoguera un pedazo de acero que aquellos hombres estaban dando forma. No sólo era el fuego lo distinto. También lo era el silencio.
36. Pero esto es lo maravilloso del hombre: nunca se desalienta o disgusta lo suficiente para abandonar algo que debe hacer, porque sabe que es importante y que merece la pena serlo.
37. No juzgue un libro por su sobrecubierta.
38. Continuamos siendo imperfectos, peligrosos y terribles, y también maravillosos y fantásticos. Pero estamos aprendiendo a cambiar.
39. Quemémoslo todo, absolutamente todo. El fuego es brillante y limpio.
40. Tengo diecisiete años y estoy loca. Mi tío dice que ambas cosas van siempre juntas.
41. El amor volará si lo dejas; el amor volará si lo atas.
42. Cualquier cosa es buena si da resultado. Un verdadero pragmatista.
43. La televisión, esa bestia insidiosa, esa medusa que convierte en piedra a millones de personas todas las noches mirándola fijamente, esa sirena que llama y canta, que promete mucho y en realidad da muy poco.
44. Los viajes al espacio nos harán inmortales.
45. La noche en que falleció, el mundo sufrió una pérdida de diez millones de buenas acciones.
46. Uno debe inventarse a sí mismo todos los días y no sentarse a ver cómo el mundo pasa allí adelante, sin que uno participe.
47. En la vida, todo es amor. Si uno ama está vivo, si crea amor, las cosas buenas forzosamente llegan.
48. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué queremos en esta nación, por encima de todo? La gente quiere ser feliz, ¿no es así? ¿No lo has estado oyendo toda tu vida? «Quiero ser feliz», dice la gente.
49. No se puede construir una casa sin clavos en la madera. Si no quieres que un hombre se sienta políticamente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de una misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno. o, mejor aún, no le des ninguno.
50. Si no quieres que un hombre se sienta políticamente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de una misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno. O, mejor aún, no le des ninguno.
51. Vive como si fueras a morir dentro de diez segundos.
52. …un psiquiatra nunca ha visto un hecho en su vida. Sólo tiene impresiones, cosas vagas.
53. Rodéense de personas que los quieran, y si no los quieren, échenlos.
54. Todos tenemos nuestras arpas para tocar. Y, ahora, le corresponderá a usted saber con qué oído quiere escuchar.
55. Las amebas no pecan. Se reproducen por división celular. No desean la mujer del prójimo, ni se matan entre sí. Añadales a las amebas sexo, piernas y brazos y tendrá usted crímenes y adulterios.
56. Lo que funda toda escritura es el amor, es hacer lo que amamos y amar lo que hacemos. Y olvidarse del dinero.
57. Y si se ahoga, muera, por lo menos, sabiendo que se dirigía a la playa.
58. ¡Qué extraño encuentro en una extraña noche!
59. Los años de universidad se acortan, la disciplina se relaja, la Filosofía, la Historia y el lenguaje se abandonan, el idioma y su pronunciación son gradualmente descuidados. Por último, casi completamente ignorados.
60. La muerte quiere muerte. Se muere mejor si se sabe que a otros les pasa lo mismo. Es bueno oir que no se está solo en la tumba. Soy el guardián de ese resentimiento colectivo.
61. No importa lo que hagas en tanto que cambies algo respecto a como era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ellos tus manos.
62. No estaba prediciendo el futuro, estaba intentando prevenirlo.
63. Si el baloncesto y el fútbol inundan el mundo a través de la MTV, no se necesitan Beattys que prendan fuego al queroseno o persigan al lector.
64. Pero no considero que sea sociable reunir a un grupo de gente y, después, no dejar que hablen.
65. Hemos de ser todos iguales. No todos nacimos libres e iguales, como dice la Constitución, sino todos hechos iguales. Cada hombre, la imagen de cualquier otro.
66. Quizás algún hombre necesitó toda una vida para reunir varios de sus pensamientos, mientras contemplaba el mundo y su existencia y, entonces, me presenté yo y en dos minutos, ¡Zas! Todo liquidado.
67. Llena tus ojos de ilusión. Ve al mundo. Es más fantástico que cualquier sueño real o imaginario. No pidas garantías, no pidas seguridad. Nunca ha existido algo así.
68. Vivimos en una época en que las flores tratan de vivir de flores, en lugar de crecer gracias a la lluvia y al negro estiércol.
69. La vida termina como el resplandor de un film, una chispa en la pantalla.
70. La vida es una visita construida de sueños.
71. Sin bibliotecas, ¿qué tenemos? Ni pasado ni futuro.
72. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y un auténtico jardinero está en el tacto. El cortador de césped igual podría no haber estado allí, el jardinero estará allí para siempre.
73. Tiene que haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar para hacer que una mujer permanezca en una casa que arde. Ahí tiene que haber algo. Uno no se sacrifica por nada.
74. Me gusta tocar un libro, respirarlo, sentirlo, llevarlo… ¡Es algo que una computadora no ofrece!
75. Los buenos escultores tocan la vida a menudo. Los mediocres sólo pasan apresurada mente la mano por encima de ella. Los malos violan y la dejan por inútil.
76. Los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos.
77. No necesito un reloj con alarma. Mis ideas me despiertan.
78. Como al llenar un recipiente gota a gota, hay una gota final que lo hace desbordarse, del mismo modo, en una serie de gentilezas hay una final que acelera los latidos del corazón.
79. Escribe una historia corta cada semana. Es totalmente imposible escribir 52 malas historias seguidas.
80. Sólo podemos progresar y desarrollarnos si admitimos que no somos perfectos y vivimos de acuerdo con esta verdad.
De este modo concluye nuestro artículo de frases de Ray Bradbury. ¿Qué te han parecido? ¿Conoces otras frases de Ray Bradbury para añadir al listado? ¿Has leído libros de este autor? Déjanos tus impresiones y sugerencias en la sección de comentarios, ¡nos encantaría conocerte un poco más! Si este post te ha gustado, no olvides compartirlo en tus redes sociales. ¡Nos encontramos la próxima con muchas más Frases de la Vida!