Las frases de San Francisco de Asís que te presentaremos en este artículo de Frases de la Vida no solo están llenas de la espiritualidad de este monje, fundador de los franciscanos y de las hermanas clarisas, sino también de su arte a la hora de hacer poesía. Además, no puede negarse que algunas de los testimonios y representaciones del santo se encuentran caracterizados por una inquietante belleza, indicio del inmaculado mundo interior de este santo tan venerado.
En tanto patrón de los animales, se dice que daba sermones a los pájaros – puede que se ayudara de una hogaza de pan para tenerlos cerca – y que se dispuso a vivir en la pobreza hasta su muerte, a pesar de ser hijo de un rico comerciante. Además, San Francisco fue marcado con estigmas, es decir, con las heridas que padeció Jesús en la cruz. Se dice también que cargó con dichos estigmas hasta que murió, aunque se los cubría con medias y zapatos al considerarse indigno de tal honor.
San Francisco de Asís fue canonizado por la Iglesia católica en el año 1228 y su festividad se celebra el 4 de octubre, fecha en que todos sus seguidores hacen eco de su devoción rindiendo homenaje al santo y poeta franciscano. Su capacidad de reconciliación con el todo y su marcado desapego material lo convierten en un notable ejemplo a seguir, tanto dentro de la tradición católica como fuera de ella.
Sin más dilación, ¡dejemos que las frases de San Francisco de Asís hablen a nuestros corazones!
Grandes frases de San Francisco de Asís
1. Yo necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco.
2. El Señor te bendiga y te guarde; te muestre su rostro y tenga misericordia de ti. Vuelva a ti su mirada y te conceda la paz.
3. Todas las cosas de la creación son hijos del Padre y hermanos del hombre… Dios quiere que ayudemos a los animales si necesitan ayuda. Cada criatura en desgracia tiene el mismo derecho a ser protegida.
4. Soy tan solo lo que soy ante Dios.
5. El siervo de Dios que no se enoja ni se turba por cosa alguna, vive, en verdad, sin nada propio.
6. Tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero.
7. Allí donde reinan la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación.
8. Ama de veras a su enemigo el que no se duele de la injuria que se le hace, sino que, por el amor de Dios, se requema por el pecado que hay en su alma. Y muéstrele su amor con obras.
9. Si existen hombres que excluyen a cualquiera de las criaturas de Dios del amparo de la compasión y la misericordia, existirán hombres que tratarán a sus hermanos de la misma manera.
10. Por encima de la gracia y regalos que Cristo da a sus amados, está la de superarse a sí mismo.
11. Si Dios puede trabajar a través de mí, puede trabajar a través de cualquiera.
12. Mi Dios y mi todo.
13. El hombre, al no poseer nada propio, todo él le pertenece a Dios.
14. El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote.
15. Tenemos que amar mucho el amor del que nos ha amado mucho.
16. ¿Cómo podéis asesinar y devorar despiadadamente a esas adorables criaturas que mansa y amorosamente os ofrecen su ayuda, amistad y compañía?
17. Todo el bien que hagamos, hay que hacerlo por amor a Dios, y el mal que evitemos hay que evitarlo por amor de Dios.
18. El diablo se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal.
19. Los demonios no son los que le han crucificado, eres tú quien con ellos lo has crucificado y lo sigues crucificando todavía, deleitándote en los vicios y en los pecados.
20. Cuanto más tentado te veas, sábete que eres más amado.
21. Mientras estas proclamando la paz con tus labios, ten cuidado de tenerla aún más plenamente en tu corazón.
22. Los animales son mis amigos, y yo no me como a mis amigos.
23. Dios creó a todas las criaturas con amor y bondad, grandes, pequeñas, con forma humana o animal todos son hijos del Padre y fue tan perfecto en su creación que dio a cada uno su propio entorno y a sus animales un hogar lleno de arroyos, árboles y prados hermosos como el propio paraíso. Aquellos hombres capaces de irrumpir con la voluntad de Dios y arrebatar de la madre tierra a sus animales estarán cometiendo un gran error y siempre serán juzgados por aquellos que sí respetan la creación divina de Dios tal y como él la creó.
24. Nadie debe ser llamado enemigo, todos son tus benefactores, y nadie te hace daño. No tienes más enemigo que tú mismo.
25. Espíritus malignos y falsos, hagan en mi todo lo que quieran. Yo sé bien que no pueden hacer más de lo que les permita la mano del Señor. Por mi parte, estoy dispuesto a sufrir con mucho gusto todo lo que él les deje hacer en mí.
26. Donde hay caridad y sabiduría, no hay miedo ni ignorancia. Donde hay paciencia y humildad, no hay ira ni preocupación.
27. Conozco a Cristo pobre y crucificado, y eso me basta.
28. Feliz el servidor capaz de soportar con paciencia las correcciones, las acusaciones y las reprensiones que le vienen de otro como si se las hiciera él mismo.
29. Por una pequeña recompensa se pierde algo que es inestimable y se provoca fácilmente al Dador a no dar más.
30. La cortesía es hermana de la caridad, que apaga el odio y fomenta el amor.
Esperamos que te hayan gustado estas frases de San Francisco de Asís, un poeta muy espiritual con unos arrebatos místicos capaces de producir una poesía bellísima. Cuéntanos, ¿cuál es tu frase favorita? ¿Conocías a San Francisco de Asís? Recuerda que puedes contarnos lo que quieras en los comentarios, ¡estaremos encantados de leerte!