¡Bienvenido, lector! Como bien sabes, siempre es posible encontrar una nueva frase capaz de sorprendernos e inspirarnos. Es por eso que, en esta ocasión, el equipo de Frases de la Vida ha seleccionado las mejores frases de Thomas Hardy, para que puedas conocerlas y acercarte un poco más a su reconocida obra. ¿Qué te parece si indagamos un poco más acerca de este autor?

Thomas Hardy fue un novelista y poeta inglés nacido en Higher Bockhampton, en el año 1840. Su primer ocupación fue la arquitectura, comenzando como discípulo de un famoso arquitecto de su ciudad y trasladándose luego a Londres, para continuar con sus actividades dentro de la misma disciplina. Sin embargo, nunca abandonó su vocación literaria. Cultivó su talento y alimentó de manera constante la poesía: «el sueño más grato de toda su existencia».

Si ponemos su obra bajo la lupa nos encontraremos con El pobre y la dama (1867), una primera novela no publicada. Ante el rechazo por parte de las editoriales, Hardy decidió utilizarla para la composición de una nueva obra, que tomaría el nombre de Una indiscreción en la vida de una heredera. La primera novela en conocer la fama fue Bajo el verde bosque (1872). Más tarde, Lejos de la multitud enloquecida (1874) dio origen a su serie de novelas más típicas, con un prosaísmo naturalista y controlado que, no obstante, también posee la cualidad de la extrañeza. Como si el misterio se colara por los bordes de la pluma, casi sin que el autor se percatara de ello.

Adentrémonos en las profundidades del cosmos literario sirviéndonos de las mejores frases de Thomas Hardy, el creador de personajes atormentados y dirigidos por poderosas fuerzas: las de la naturaleza y las de la sociedad victoriana. ¡Adelante!

Las mejores frases de Thomas Hardy

1. El pesimismo es un juego seguro. Así no puedes perder nunca, sólo puedes ganar. Es el único punto de vista desde el que nunca te sentirás decepcionado.

El pesimismo es una buena herramienta para quienes temen decepcionarse. Así lo manifiesta el autor en esta frase. Si enfrentamos una situación con nuestras expectativas bajas y nos mantenemos pesimistas, creyendo que todo saldrá mal, mirando las cosas suceder desde el subsuelo de la esperanza, entonces es muy probable que la realidad supere nuestra oscuridad con algún evento favorable.

2. El principal objetivo de la religión no es llevar el hombre al cielo sino introducir el cielo en el hombre.

La religión es una invención humana. En este sentido, su propósito no es llevar al hombre al paraíso, a través de una supuesta disciplina de aciertos y recompensas. Su objetivo principal debería ser el de acercar la divinidad al hombre en busca de sentido, para que sea capaz de elevar su espíritu en vida y no luego de ella.

3. Y, sin embargo, para cada mal hay uno peor.

Thomas Hardy nos regala, con esta frase, una perspectiva tanto pesimista como optimista; el intento logrado de reunir extremos. Dependerá de cada lector llegar a considerar que ante la desgracia existe siempre una de mayor envergadura, y alegrarse ante esta idea, o deprimirse ante la noción de que la tristeza podría escalar aún más.

4. El tiempo lo cambia todo, excepto algo en nosotros que siempre está sorprendido por el cambio.

Como toda la humanidad ha podido experimentar, los cambios son parte intrínseca de la vida. Cambiamos a nivel físico, con el paso de los años, siendo partícipes frente al espejo de la más absoluta transformación; cambiamos a nivel psicológico, madurando y evolucionando de la mano de nuevos sucesos e influencias. Y, sin embargo, nunca dejamos de sorprendernos frente a las nuevas estructuras.

5. Hay una condición peor que la ceguera, y es ver algo que no es.

Esta es una de las frases de Thomas Hardy que dan cuenta de su estilo literario. A diferencia de vanguardistas tales como T.S Eliot, Hardy nunca necesitó de experimentalismos para crear sus versiones de la realidad. Por el contrario, su escepticismo y sus formas naturalistas fueron suficientes para exponer artísticamente su cosmovisión y resultar atractivo al lector.

6. Rara vez el hombre digno de ser amado coincide con la hora de amar. Raramente dice la naturaleza «¡Mira!» al pobre ser humano en el instante en que hacerlo así puede conducirle a la felicidad; y pocas veces responde «Aquí» al grito de «¿Dónde?», hasta que ese juego del escondite degenera en un pasatiempo pesado y tedioso.

Las posibilidades de que la experiencia amorosa se concrete y se desarrolle están inevitablemente sujetadas al timing, al hecho de coincidir dentro de tiempos y espacios que habiliten el encuentro con la persona amada. El autor expresa que podemos anhelar una respuesta al otro lado de nuestros pedidos, y aún así no recibirla.

7. La felicidad no depende de lo que uno no tiene, sino del buen uso que hace de lo que tiene.

Estamos acostumbrados a pensar que la felicidad está ahí donde no accedemos. En la persona que no tenemos al lado o en los objetos materiales de los cuales carecemos. Olvidamos enfocarnos en los recursos a nuestro alrededor, desmereciendo lo logrado y percibiéndonos lejos del bienestar. Debemos observar con cuidado y asumir la felicidad latente en lo cercano.

8. Coloreamos y moldeamos de acuerdo a las necesidades dentro de nosotros, sea lo que sea que traigan nuestros ojos.

Las frases de Thomas Hardy, en ocasiones, nos hablan de las circunstancias bajo las cuales amamos. Es posible que, en un gran número de casos, amoldemos las situaciones y las personas que conocemos a la silueta de lo que necesitamos a nivel interno. Perdemos de vista lo que en verdad tenemos frente a nosotros en pos de deseos individuales que proyectamos hacia afuera.

9. La poesía es emoción puesta en movimiento. La emoción debe venir por su propia naturaleza, pero la medida puede ser adquirida por el arte.

Para reflexionar sobre esta cita de Thomas Hardy debemos recordar que se trató de un naturalista. De un hombre que otorgó una inmensa importancia a las fuerzas que controlan al hombre: las emociones forman parte de la lista. Pertenecen a nuestra naturaleza. Nacemos alojando emociones innatas; pero la diferencia con el resto de fuerzas radica en la posibilidad de aumentar nuestra potencia emocional a través de una producción meramente humana: la poesía.

10. ¡No haga una cosa inmoral por razones morales!

El universo literario de Thomas Hardy se mantuvo alejado de los valores cristianos y fue habitado por personajes arrasados por el determinismo físico y biológico. La posición moral del hombre cae de lleno en un vacío dominado por fuerzas inevitables. No podemos ser morales o inmorales si dichas fuerzas acaban con nuestro poder de decisión.

Más Frases de Thomas Hardy

11. ¿Por qué no me dijiste que se corría peligro entre los hombres? ¿Por qué no me previniste? Algunas señoras saben defenderse porque leen novelas que les hablan de estas cosas, pero yo nunca tuve ocasión de aprender de ese modo y tú no me lo enseñaste.

12. Ah, Se dijo a sí misma, querer un objeto por el que vivir- ¡eso es todo lo que me pasa!

13. El objetivo principal de la religión no es llevar a un hombre al cielo, sino llevar el cielo a él.

14. Tal vez me interesara saber por qué… por qué sale el sol lo mismo para el bueno que para el malo.

15. Es difícil para una mujer definir sus sentimientos en un lenguaje creado principalmente por el hombre para expresar los suyos.

16. Un amante sin indiscreciones no es amante en modo alguno.

17. Es una suerte poder desdeñar a alguien cuando la mayoría de nosotras se contenta con decir «¡Gracias!». Es como si lo oyera: «No, señor… valgo más que usted» o «Béseme los pies; mi cara es sólo para bocas importantes».

18. Acepto las condiciones, Ángel, puesto que tú sabes mejor que yo el castigo que merezco. Ahora que no me lo impongas tan duro que no lo pueda resistir.

19. Ahora, mi amor- murmuró-, eres mío y sólo mío porque ella al fin se ha olvidado de ti, a pesar de que murieras por ella. Pero cada vez que yo me levante pensaré en ti y cada vez que me vaya a dormir volveré a pensar en ti.

20. Se encontraba en la plenitud de su desarrollo masculino, pues su intelecto y sus emociones se hallaban claramente diferenciadas: había pasado la edad en la que la influencia de la juventud mezcla indiscriminadamente ambas cosas, produciendo un carácter impulsivo, pero aún no había alcanzado esa otra en la que vuelven a conciliarse para producir un carácter aprensivo, por la influencia de la esposa y la familia. En resumidas cuentas, tenía veintiocho años y estaba soltero.

21. Se recostó contra las colmenas, y levantando al cielo la cara, hizo algunas observaciones a propósito de las estrellas, cuyas frías pulsaciones palpitaban en las negras oquedades de allá arriba, llenas de serena indiferencia respecto a aquellas dos briznas de humanidad.

22. Había alcanzado ese momento de la vida en que «joven» deja de ser el calificativo de «hombre» cuando se habla de uno. 

23. Quiero cuestionar mi creencia, para que lo que quede después de haberlo cuestionado sea aún más fuerte.

24. En la vida civilizada, la tragedia habitual del amor tiene poco que ver con lo que el amor tiene de trágico en sí, porque la fabrican artificialmente unas gentes que, en estado de naturaleza, se separarían de buena gana en vez de obligarse a vivir unidos…

25. ¡Qué no dirá la gente de los tiempos venideros cuando se pare a considerar las bárbaras costumbres y supersticiones de estos tiempos que nos ha tocado la desdicha de vivir!

26. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

27. Conduces bien, pero no besas bien en absoluto.

28. La paciencia, esa mezcla de coraje moral con timidez física.

29. Es difícil para una mujer expresar con palabras sus sentimientos cuando las mismas han sido creadas por los hombres para expresar los suyos.

30. Es maravilloso escuchar el silencio del hombre.

31. Si no puedes leer con placer no puedes leer con beneficio.

32. En esta época todo el mundo parece tener talento pero realmente quienes me importan a mí y me merecen tal distinción son aquellos que permanecen en la oscuridad.

33. El miedo es la madre de la previsión.

34. Un amante sin indiscrecciones no es amante en modo alguno.

35. El poeta tienen su propia moral y la costumbre no es argumento para ellos.

36. Las personas que están solas en la montaña durante una medianoche clara como ésta casi pueden palpar el movimiento giratorio de la Tierra hacia el este.

37. Bathsheba había alcanzado ese punto en el que la gente deja de preocuparse por lo que los demás puedan pensar.

38. Tras realizar algunas averiguaciones supo que el nombre de la muchacha era Bathsheba Everdene.

39. Es una mujer una unidad pensante en absoluto, o una fracción que siempre quiere su número entero?

40. Y al fin el octavo día llegó. La vaca había dejado de dar leche para el resto del año, y Bathsheba Everdene no volvería a subir la colina. Gabriel había alcanzado un punto en su existencia que jamás habría podido imaginar poco antes. Disfrutaba diciendo « Bathsheba» en privado, en lugar de silbar; y empezó a gustarle más el pelo negro, pese a que desde niño se había jurado fiel al castaño, distanciándose de los demás hasta ocupar a sus ojos un espacio insignificante. El amor es una fuerza posible que nace de una debilidad real.

Hasta aquí ha llegado nuestro listado y análisis de frases de Thomas Hardy. ¿Cuál ha sido tu favorita? ¿Ya has leído alguno de sus libros? ¡No olvides visitarnos en la sección de comentarios! Nos encontramos la próxima con muchas más Frases de la Vida.