Pocas épocas de nuestra historia han sido tan prolíficas en la literatura como el siglo XIX. En muchos aspectos, el siglo XIX seguramente pasará a la historia como uno de los siglos más brillantes de todos los tiempos a nivel literario. Por eso, hay tantas novelas diferentes de esta época que son dignas de ocupar un lugar especial en tu biblioteca. Hemos elegido entonces cinco de ellas para que puedas disfrutar de unas cuantas tardes de lectura, café y lluvia mientras te sumerges en relatos de hace doscientos años.

Índice

Libros imprevisibles del siglo XIX: ideal para ampliar tu conocimiento

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1. Fiódor Dostoievski – El jugador

El jugador, de Fiódor Dostoievski, fue quizá el primer gran libro que giraba completamente en torno al juego. Aunque hoy en día estamos acostumbrados a jugar a la ruleta online y a establecer apuestas deportivas desde el smartphone, en su momento los casinos eran toda una institución a la que no era sencillo acceder en muchos países de Europa y presentaban una imagen vanguardista muy singular.

Aunque ha pasado algo desapercibida ante grandes obras como Crimen y castigo, El jugador sigue siendo un excelente libro breve que demuestra la pluma ágil y certera de Dostoievski, y que puede ser una excelente obra de iniciación para explorar la obra de uno de los mejores escritores rusos de todos los tiempos.

2. George Eliot (Mary Ann Evans) – Middlemarch

Publicada originalmente en ocho entregas bajo el pseudónimo de George Eliot, la novela Middlemarch ha terminado consolidándose como una de las mejores obras de la literatura inglesa. Refleja la vida en una población imaginaria inglesa llamada ‘Middlemarch’, donde Mary Ann Evans trata de escribir a toda una sociedad con sus diferentes problemáticas a todos los niveles, desde el social hasta el económico y el cultural.

La cuestión del matrimonio, el estatus de las mujeres frente a los hombres, el rol de la religión, el sistema educativo o las reformas políticas son algunos de los temas en torno a los que gira esta novela.

La escritura realista, crítica y en ocasiones cómica de Mary Ann Evans no fue del todo bien recibida en su tiempo, pero ha demostrado con los años tener un extraordinario valor histórico y artístico.

3. Nikolai Gógol – Almas muertas

Apodada como ‘El Quijote ruso’, Almas muertas es una de las obras literarias más importantes de todos los tiempos y refleja toda la sociedad rusa de una manera increíblemente humorística y realista a través de los ojos de Chichikov, un pequeño terrateniente que intenta encontrar una manera de recibir subsidios gubernamentales de forma fraudulenta.

En sus viajes por el imperio ruso, este personaje intenta comprar a otros terratenientes los siervos que han fallecido, pero que no han sido dados de baja en los registros, para poder hacerse con el dinero ofrecido por el gobierno para su manutención.

Tristemente, Nikolai Gógol decidió quemar el manuscrito de la segunda parte de esta novela por considerar que no era lo suficientemente bueno. No podremos saber si lo era o no, pero lo que está claro es que su primera parte fue definitivamente magistral.

4. Mary Shelley – Frankenstein

Todos conocemos la historia de Frankenstein, ya que se ha convertido en uno de los personajes de la literatura de terror más conocidos de todos los tiempos.

Lo que quizá no sabías es que este relato es producto de la pluma de Mary Shelley, una escritora inglesa que se sitúa entre las pioneras de la literatura de terror y que tuvo la visión de crear un personaje que hoy es cada vez más relevante frente a los recientes avances de la ciencia. La novela de Frankenstein ha dado lugar a muchísimas películas y a la reinvención del monstruo de Frankenstein en un sinfín de contextos diferentes.

Por eso merece tanto la pena leerla en su formato original, para disfrutar con la concepción única que Mary Shelley tuvo de su famoso personaje.

5. Alejandro Dumas – Los tres mosqueteros

Pionero de la novela histórica y uno de los primeros ‘escritores estrella’ de todos los tiempos, Alejandro Dumas nos dejó para el recuerdo una novela tan emblemática como Los tres mosqueteros, que se desarrolla en el siglo XVII francés y que presenta a cuatro personajes que ya han pasado a la inmortalidad del arte: Athos, Portos, Aramis, y el voluntarioso D’Artagnan.

Esta novela no solo supuso un gran éxito en su momento como uno de los mejores libros de entretenimiento del siglo XIX francés, sino que además consolidó en buena medida los elementos característicos del género de ‘Capa y Espada’, iniciado por autores como Walter Scott y retomado posteriormente por otros grandes escritores como Robert Luis Stevenson