Juan Ramón Jiménez (1881-1958) fue un destacado poeta español y el acreedor del Premio Nobel de Literatura del año 1956. Su poesía se articula en torno a ideas en extremo singulares sobre la belleza y la trascendencia; la exactitud es sinónimo de armonía y la literatura es concebida como otro medio para el conocimiento. Para ser testigos de su estilo inmejorable, en este nuevo artículo de Frases de la Vida hemos seleccionado las mejores frases de Juan Ramón Jiménez.
Jiménez es catalogado como un escritor novecentista o de la generación del 14, pero su estilo siempre estuvo emparentado con los modernistas. Asimismo, se trató de un visionario que animó la renovación poética y apoyó, al menos en un principio, a una nueva generación de escritores entre los que se encontraban Federico García Lorca y Pedro Salinas. Como figura política, desempeñó un rol admirable; al estallar la Guerra Civil, acogió niños huérfanos y se comprometió fuertemente con las causas más nobles. Posteriormente, debió trasladarse fuera del país en calidad de exiliado.
Predominaban en sus textos las descripciones del paisaje, los sentimientos de melancolía, la música, los colores, y los recuerdos e ilusiones amorosas; elementos que confluyen una poesía destinada a exaltar la sensibilidad del autor y a derribar las estructuras formales de vigencia previa. Así, entre sus principales obras encontraremos títulos tales como Platero y yo (1914) y Diario de un poeta recién casado (1916), textos de inmejorable calidad y fruto de su exigencia literaria.
Sin más dilación, acompáñanos a descubrir las mejores frases de Juan Ramón Jimenéz, uno de los poetas más comprometidos con el encuentro de la belleza.
Las mejores frases de Juan Ramón Jiménez
1. ¿Qué me vas a doler, muerte? ¿Es que no duele la vida? ¿Porqué he de ser más osado para el vivir exterior que para el hondo morir?
2. Cuando, dormida tú, me echo en tu alma y escucho, con mi oído en tu pecho desnudo, tu corazón tranquilo, me parece que, en su latir hondo, sorprendo el secreto del centro del mundo.
3. El amor, ¿a qué huele? Parece, cuando se ama, que el mundo entero tiene rumor de primavera. Las hojas secas tornan y las ramas con nieve, y él sigue ardiente y joven, oliendo a rosa eterna. Por todas partes abre guirnaldas invisibles, todos sus fondos son líricos -risa o pena-, la mujer a su beso cobra un sentido mágico que, como en los senderos, sin cesar se renueva… Viene al alma música de ideales conciertos, palabras de una brisa liviana entre arboledas; se suspira y se llora, y el suspiro y el llanto dejan como un romántico frescor de madreselvas…
4. ¡Que mis lágrimas corran! Ya hay flores, ya hay fragancias y cantos; si alguien ha soñado en mis besos, que venga de su plácido ensueño a besarme.
5. Y hay un algo de pena insondable en los ojos sin lumbre del cielo, y las largas miradas se pierden en la nada sin fe de los sueños. La nostalgia, tristísima, arroja en las almas su amargo silencio.
6. A tu abandono opongo la elevada torre de mi divino pensamiento. Subido a ella, el corazón sangriento verá la mar, por él empurpurada.
7. He sentido que la vida se ha apagado. Sólo viven los latidos de mi pecho; es que el mundo está en mi alma.
8. En una decadencia de hermosura, la vida se desnuda, y resplandece la excelsitud de su verdad divina.
9. Cuando cojo este libro, súbitamente se me pone limpio el corazón, lo mismo que un pomo cristalino.
10. Cuando hacia mí volviste la cabeza, creí que me elevaban de este suelo. Ahora, en el alba casta de tus brazos, acogido a tu pecho transparente, ¡cuán claras a mí toman mis prisiones! ¡Cómo mi corazón hecho pedazos agradece el dolor, al beso ardiente con que tú, sonriendo, lo compones!
11. Jamás un paisaje podrá ser idéntico a través de varios temperamentos de músicos, de pintor, de poeta. Cada paisaje se compone de una multitud de elementos esenciales, sin contar con los detalles más insignificantes, que, a veces, son los más significativos.
12. La muerte es el reposo, del día de la vida; para que despertemos descansados en el día total del infinito.
13. Quizás esta vida momentánea nuestra, es sólo la luz que divide nuestro origen infinito de nuestro fin infinito.
14. He mirado a las rosas y me he acordado de ti.
15. El éxtasis dinámico es romanticismo absoluto, heroísmo absoluto.
16. No dividí mi vida en días, sino mis días en vidas, cada día, cada hora, toda una vida.
17. Fabricaré en mi sombro la alborada, la lira guardaré del vano viento, buscaré en mis entrañas mi sustento.
18. Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido… Y se quedarán los pájaros cantando.
19. Mi libertad consiste en tomar de la vida lo que me parece mejor para mí y para todos; y en darlo con mi vida.
20. El hombre es libre, tiene que ser libre. Su primera virtud, su gran hermosura, su gran amor es la libertad.
21. Tono blanco. El sol muere. Blancos difíciles, inpintables ¡Oh Claude Monet! Blancos de todos los colores.
22. Todos los países deberían darse cuenta de que su giro hacia la dominación mundial, la dominación porque sus derechos coinciden más o menos con el carácter o el progreso de la época, debe terminar con el cambio provocado por este progreso.
23. ¡En el amor está la estrella! ¡A ver quién puede cojerla!
24. Lo que más indigna al charlatán es alguien silencioso y digno.
25. Un ruiseñor, fascinado por las gracias de una rosa, todas las noches constante, le cantaba su pasión.
26. El hombre urbano es un árbol desarraigado, puede sacar hojas, flores y producir fruta, ¡pero qué nostalgia su hoja, flor y fruta siempre tendrán de la madre tierra!
27. Platero es un burro pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
28. Desde mi punto de vista, después de una catástrofe que sentimos y pensamos que es universal, una catástrofe resultante de un exceso de inútil dinamismo de progreso inútil, de realismo inútil, de tecnología inútil…, después de esto, se debe alcanzar una democracia inalcanzable a través de la concepción y la realización de un nuevo romanticismo.
29. ¿Por qué huiste de mí? ¡Ay quién supiera componer una rosa deshojada; ver de nuevo, en la aurora verdadera, la realidad de la ilusión soñada!
30. En este libro quiero dejar en pie al Madrid eterno, lo bueno y bello de antes y de hoy… Y un poco de lo de mañana.
31. Mis únicas dos armas: tiempo y silencio.
32. ¡Qué goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!
33. La luna asombra mi vida como si fuera una ilusión.
34. Siento una aguda nostalgia, infinita y terrible, por lo que ya poseo.
35. Si los poemas te complacen más que mis labios, nunca te daré otro beso.
36. Jesús, el dulce, viene… Celeste primavera que la nieve, al pasar, blanda, deshace, y deja atrás eterna calma… ¡Señor del cielo, nace esta vez en mi alma!
37. Te dejé sin habla, como una rosa, para ver tu alma, y no la vi. Pero todo a su alrededor -horizontes de la tierra y de los mares-, todo, hasta el infinito, estaba lleno de una fragancia, enorme y viva.
38. Sé que mi obra es lo mismo que una pintura en el aire.
39. Ser breve, en arte, es suprema moralidad.
40. ¡Qué triste es amarlo todo sin saber lo que se ama!
41. El poeta no es un filósofo, sino un clarividente.
42. La literatura es un estado de cultura, la poesía es un estado de gracia, antes y después de la cultura.
43. ¡Qué quietas están las cosas! Y qué bien se está con ellas.
44. Si te dan un papel pautado, escribe por detrás.
45. El poema debe ser como la estrella, que es un mundo y parece un diamante.
46. Más tan crueles dolores ni amarguras no sufriría yo, si un beso ardiente de dulzura lleno, me dieras tú, mi amor.
47. Vivir no es más que venir aquí a morir, a ser lo que éramos antes de nacer, pero con aprendizaje, experiencia, conocimiento de causa y quizás con voluntad.
48. ¡Recuerdos secretos que no están en el camino de nuestros otros recuerdos!
49. El mayor asesino de la vida es la prisa, el deseo de llegar a las cosas antes del tiempo correcto, lo que significa excederlas.
50. La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos.
51. Siempre he acariciado la idea de un poema seguido, sin asunto concreto, sostenido sólo por la sorpresa, el ritmo, el hallazgo, la luz, la ilusión sucesivas, es decir, por sus elementos intrínsecos, por su esencia.
52. ¿Qué es el ser ante el color del mundo? El color del mundo es mayor que el sentimiento del hombre.
53. Un estado permanente de transición es la condición más noble del hombre.
54. Puede ser muy rica la literatura por su profundidad de estilo, de metáfora, de concepto, por su física cerebral; pero hay una profundidad más nueva, la profundidad insondable, el sentimiento verdadero de lo que no tiene fondo.
55. En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva.
56. ¿Quién sabe qué está pasando al otro lado de cada hora?
57. Si, la inactualidad. Vivir siempre una vida de después o de nunca, agua de este desierto.
58. Una fantasía puede ser equivalente a un paraíso y si la fantasía pasa, mejor aún, porque el paraíso eterno sería muy aburrido.
59. No soy yo. Soy este que camina a mi lado, a quien no veo, a quien a veces logro visitar, y a quien en otras ocasiones olvido; que permanece calmado y silencioso mientras hablo, y perdona, gentilmente, cuando odio, que camina donde no estoy, que permanecerá de pie cuando muera.
60. Precisamente un hombre es un poeta cuando puede ser, espontánea y naturalmente, lo que es.
¡Hemos llegado al final! Esperamos que nuestra selección de frases de Juan Ramón Jiménez haya resultado enriquecedora para ti. ¡Coméntanos cuál de las frases te pareció más bella! ¿Crees que es necesario concebir a la belleza como exactitud y precisión? La nostalgia es un elemento presente en gran parte de la obra del poeta, quien pasó temporadas internado por cuadros depresivos, ¿crees que ésta haya sido la huella que dejó la situación política de la época en su vida y obra? Nos encantaría conocer tu opinión, recuerda pasar a la sección de comentarios para escribirnos. ¡Hasta pronto!