Las frases de John Milton son parte de las referencias más importantes de la literatura inglesa. La trascendencia de Milton es comparada en variadas ocasiones con el mismísimo William Shakespeare. Una de las obras más reconocidas de este escritor es el famoso Paraíso Perdido, un extenso poema que indaga la historia de Adán y Eva, la existencia del bien y del mal, así como el papel de dios en medio de todo ello. El lenguaje que utiliza es un tanto cifrado y lleno de referencias. Debido a las posibilidades de la familia de Milton, desde pequeño John recibió una basta educación, completo el máximo grado de estudios, aprendió diversos idiomas, viajó a muchos países y gran parte de su tiempo lo invirtió leyendo tanto de ciencias exactas como de humanidades.
Por lo mismo, Milton es considerado uno de los escritores más instruidos de todos lo tiempos, se sabe que poseía una personalidad un tanto narcisista y ermitaña. John Milton vivió en medio de la Guerra Civil Inglesa, cuando se impuso al rey Carlos I, el estado y la iglesia eran uno mismo. El escritor no estaba de acuerdo con ello, como varías de las frases de John Milton en sus ensayos lo prueba, era un protestante que defendía con argumentos lustrados su posición política, incluso fue a la cárcel y fue desheredado por eso. Sin lugar a dudas, estamos hablando de un hombre comprometido con el conocimiento y las letras, que no paró de escribir aún después de su ceguera. Por lo que es oportuno que veamos algunas de las más geniales frases de John Milton. ¡No te las pierdas!
100 Frases de John Milton | El escritor más instruido de todos los tiempos
1. El que mata a un hombre, mata a un ser de razón, imagen de Dios; pero quien destruye un libro, mata la razón misma, mata la imagen de Dios, como era en el ojo.
2. Largo y penoso es el camino que desde el infierno conduce a la luz.
3. Tan fácil parece una vez descubierto lo que antes de descubrirse se hubiera tenido por imposible.
4. El abismo no tiene límites ni vacío, porque yo soy el abismo; lo infinito está lleno de mí. Pero yo, a quien nada puede contener, me retiro y no extiendo por todas partes mi bondad, que es libre de obrar o de no obrar: el hado y la necesidad en mí no influyen: mi voluntad es el destino.
5. Es mejor reinar en el infierno que servir en el cielo.
6. La soledad es a veces la mejor compañía, de modo que un corto retiro acelera un dulce retorno.
7. Retrocedieron llenos de admiración todos los espíritus y me llamaron Pecado, considerándome como un presagio siniestro; pero familiarizados después conmigo, los prende de suerte que mis gracias seductoras rindieron a los que me miraban con más desvío.
8. El espíritu vive en sí mismo, y en sí mismo puede hacer un cielo del infierno, o un infierno del cielo.
9. Mundo en que toda vida muere, en que toda muerte vive.
10. Los Dioses fueron los primeros que existieron, y se prevalen de esta ventaja para hacernos creer que todo procede de ellos, pero lo dudo, porque, al paso que veo esta hermosa tierra que con el calor de los rayos del sol produce tantas cosas, ellos no producen nada.
11. ¿Qué es la fuerza sin una doble porción de sabiduría?
12. Despierta, levántate o quédate para siempre.
13. Bien que no se conoce, no es tal bien, y el poseer lo que no se aprecia, es como si no se poseyese.
14. El que se alaba a sí mismo siempre encuentra quien se ría de él, lo cual no es cómico sino trágico.
15. La suerte es el residuo de los designios.
16. Largo y difícil es el camino que desde el infierno conduce a la luz.
17. El sufrimiento purifica. Aquel que sepa sufrir mejor, hará mejor obra.
18. Quizá la muerte consista en esto, en trocar la naturaleza humana por la divina.
19. ¡Oh bondad infinita, bondad inmensa, que hasta del mal haces nacer todo este bien, trocando en bienes los males, maravilla más grande que la de la creación al salir la luz de las tinieblas!
20. La juventud anuncia al hombre como la mañana al día.
21. La verdad jamás viene a este mundo sino como un hijo bastardo, para ignominia de aquel que le dio el ser.
22. Para los nobles como para los que no lo son, la vida más dulce es la más extraña a las armas.
23. ¿Qué importa el lugar donde yo resida, si soy el mismo que era, si lo soy todo, aunque inferior a aquel a quien el trueno ha hecho más poderoso?
24. La mejor actitud contra acusaciones falsas es el silencio, y los hechos honestos contra palabras deshonestas.
25. La tierra contiene en sí misma el mal y su remedio.
26. No se ha perdido todo. Con esta voluntad inflexible, este deseo de venganza, mi odio inmortal y un valor que no ha de someterse ni ceder jamás ¿cómo he de tenerme por subyugado?
27. No ames ni aborrezcas la vida, pero mientras te dure, esfuérzate en vivir bien.
28. No cabe duda que la gente tiene que estar loca o extrañamente obcecada para cifrar la principal esperanza de su fidelidad o seguridad común en una sola persona, la cual, en el caso de que sea buena, no puede hacer más que otro hombre, y si es mala tiene poder para hacer más daño que millones de otros hombres.
29. No lo negaré, pero la mejor disculpa contra los falsos acusadores es el silencio y el sufrimiento, y los hechos honestos contra las palabras deshonestas.
30. La soledad es a veces la compañía más agradable, y una separación, aunque corta, hace más dulce el placer de volver a verse.
31. ¡Oh Espíritu! Que prefieres a todos los templos un corazón recto y puro, inspírame tu sabiduría.
32. ¡Adiós, esperanza! Y con la esperanza, ¡adiós, miedo! ¡adiós, remordimiento! Todos los bienes los doy por perdidos.
33. La paz tiene sus victorias, no menos renombradas que las de la guerra.
34. ¿Qué es el pueblo sino un confuso rebaño, una turbamulta heterogénea, que exalta las cosas más vulgares?
35. Ni hombre ni ángel alguno puede discernir la hipocresía; único mal que camina invisible, salvo a los ojos de Dios.
36. La bondad, entre más comunicativa, crece con mayor rapidez.
37. ¿Qué puede engendrar la guerra sino guerra sin fin?
38. El demonio se avergonzó y sintió cuán terrible es la bondad, y vio la virtud en su forma, que adorable: y le dolió la pérdida.
39. En adelante sabré que sufrir por causa de la verdad es elevarse con valor a la más alta victoria y que, para el fiel, la muerte es la puerta de la vida.
40. Su sentencia, sin embargo, le tenía reservado mayor despecho, porque el doble pensamiento de la felicidad perdida y de un dolor perpetuo le atormentaba sin tregua.
41. Una mazmorra horrible, circular, encendida como un gran horno, de cuyas llamas no brota la luz, sino más bien una oscuridad visible que servía tan sólo para descubrir espectáculos de espanto, regiones tristes, lobregueces lastimeras, en donde ni la paz ni el descanso moran nunca, ni la común esperanza llega, y donde sólo tiene su asiento el.
42. Cuando la razón lucha con la fuerza, por más que sea empresa ardua y temeraria, la victoria debe estar de parte de la razón.
43. Sólo me falta la sordera para ser el mejor partido de Inglaterra.
44. iEmpresa más fácil podemos acometer. Una región hay, si no miente antigua y profética tradición del cielo, hay un mundo, dichosa mansión de un ser nuevo llamado Hombre, que por este tiempo ha debido ser criado semejante a nosotros, inferior en poderío y excelencia, pero más favorecido del Hacedor supremo.
45. Millones de espíritus cruzan invisibles por la tierra, ora cuando estamos despiertos, ora cuando dormimos.
46. ¿Qué tiene que ver la noche con el sueño?
47. Vileza es mostrarse débil, bien en las obras, bien en el sufrimiento.
48. Denme la libertad para saber, pensar, creer y actuar libremente de acuerdo con la conciencia, sobre todas las demás libertades.
49. Todos los caminos me llevan al infierno.
50. Donde no hay esperanza no hay temor.
51. Dios no necesita ni de las obras del hombre ni de sus dones; aquel que lleva mejor su suave yugo es el que mejor le sirve.
52. El Paraíso Perdido De Dios, de odio, de enemistad, de guerra.
53. Antes que perder la libertad es mejor quedarse ciego para no tener que sufrir el triste espectáculo que nos iba a ofrecer nuestro triste espejo.
54. El campo de batalla lo perdimos; mas voluntad invicta conservamos, odio inmortal, empeño de venganza, y el valor obstinado, que al temor la cerviz nunca ha doblado.
55. Dios proclama la paz, y ellos viven, no obstante, dominados por el odio y la enemistad y en perpetua lucha; se mueven crueles guerras y devastan la tierra para destruirse unos a otros, como si no tuvieran, y en esto deberían cifrar su unión, sobrados enemigos en el infierno que día y noche conspiran para su ruina.
56. De repente aparecen ante los ojos de Satán y los dos espectros los secretos del antiguo abismo, sombrío e inmenso océano, sin límites ni dimensiones, donde se pierden la extensión, la profundidad, el tiempo y el espacio.
57. A aquellos que han apagado los ojos del pueblo, reprochadles su ceguera.
58. Un buen libro es preciosa sangre de vida de un espíritu magistral, embalsamado y atesorado con el propósito de dar vida más allá de la vida.
59. Nunca puede crecer la verdadera reconciliación donde las heridas de odio mortal hayan perforado tan profundamente…
60. ¡Qué hermosa, qué divina creación es la mujer! ¡Cuán digna es del amor de los dioses!
61. No creo en la casualidad ni en la necesidad; mi voluntad es el destino.
62. En un mundo de fugitivos el que transita el justo camino, parece huir.
63. ¿Tan horrible parezco ahora a tus ojos cuando en el cielo me tuviste por tan hermoso?
64. También sirven quienes solamente soportan y esperan.
65. La infancia muestra al hombre, como la mañana al día.
66. Los males del hombre tienen un mismo origen, todos provienen de la mujer.
67. A menudo nada aprovecha tanto cuanto la propia estimación, fundada sobre la justicia y el bien.
68. Siento que soy más feliz de lo que me parece.
69. No todo está perdido, la voluntad inconquistable y el estudio de la venganza, el odio inmortal y el coraje de no rendirse nunca.
70. Nada beneficia más que la autoestima, basada en lo que es justo y correcto.
71. Donde no hay ningún bien que disputar, no puede alzarse en guerra facción alguna.
72. El comienzo de toda guerra puede descubrirse, no en el primer acto de hostilidad, sino en los consejos y los preparativos que le anteceden.
73. Este horror crecerá suave, esta oscuridad se iluminará.
74. No seas demasiadamente previsor respecto a la forma en que han de sobrevenir males inciertos; porque, aunque ellos hayan de ocurrir, ¿porqué ha de predecir el hombre la fecha de sus desgracias, mientras éstas permanecen desconocidas, y porqué salir al encuentro de aquello que más debería evitar?
75. ¿A qué extremo no son capaces de descender la ambición y la venganza?
76. Mi consejo es: ¡guerra declarada!
77. Ahora la conciencia despierta a la dormida desesperación, y despierta también a la amarga memoria de lo que fue, de lo que es y de lo que será.
78. La inocencia, una vez perdida, nunca puede ser recuperada. La oscuridad, una vez vista, nunca puede perderse.
79. El ambicioso, para lograr su fin, debe rebajarse tanto como ha pretendido elevar sus miras, y por encumbrado que esté, humillarse hasta los mas viles empleos.
80. La elocuencia deleita al alma y la música los sentidos.
81. ¡Oh conciencia, en qué abismos de miedo y horror me has sepultado; donde cada vez me hundo más y más, sin hallar un camino de evasión!
82. Ten por seguro que nuestro fin no consistirá nunca en hacer el bien; el mal será nuestra única delicia, por ser lo que contraría la Suprema Voluntad a que resistimos.
83. ¡Oh, mi dulce compañera, única con quien comparto todos estos placeres, y a quien amo más que a ellos!
84. La fiebre, perpetuo reproche a los médicos.
85. El menosprecio que haces de la vida y del placer parece indicar que hay en ti algo más sublime.
86. La tierra se parecía ahora a los cielos, un lugar donde los dioses pudieran morar o que podrían recorrer gozosamente buscando al mismo tiempo sus umbrías sagradas.
87. ¿Cómo un corazón esclavizado ha de mostrar que se somete voluntariamente a su servidumbre, si cohibido por el destino, carece de toda elección posible?
88. La opinión, en los hombres sensatos, es conocimiento en formación.
89. ¡Qué encanto hay en la divina filosofía, que no es dura y escabrosa, como suponen los necios, sino armoniosa como la lira de Apolo!
90. El amor purifica el pensamiento y engrandece el corazón; lleva a la razón por guía.
91. Dios no puede castigaros siendo justo, y si no es justo no es Dios, y dejando de ser Dios no hay para qué temerle ni obedecerle.
92. Libremente servimos, porque libremente amamos; de nuestra voluntad depende el amar o no, y en ella por consiguiente estriba nuestra elevación o nuestra ruina.
93. Lo que quiso el amor, que jamás quiso cosa alguna en vano.
94. ¡Maldecido amor, o maldecido odio, que tanto valen para mí uno como otro, dado que es eterna mi desventura!
95. Se levantaron libremente los que estaban, y cayeron los que cayeron.
96. El conocer lo que tenemos delante de nosotros, en nuestra vida ordinaria, esa es la principal sabiduría.
97. Pero ¡Si el infierno soy yo! ¡Si por profundo que sea su abismo, tengo dentro de mí otro más horrible, más implacable, que a todas horas me amenaza con devorarme!
98. Dicen algunos que ningún ser maligno de los que andan de noche o por la niebla, o el fuego, o por las lagunas o los marjales, y que ninguna escuálida y triste bruja, o inquieto y terco espíritu que rompe sus mágicas cadenas a la hora de la queda, ningún duende u otro tenebroso ser subterráneo tiene poder alguno para hacer daño a una verdadera virgen.
99. El que vence por la fuerza, no vence más que a medias a su enemigo.
100. La mujer es un hermoso defecto de la naturaleza.
Esperamos que hayas disfrutado de estas frases que muestran el sentido estético e intelectual de uno de los grandes de la literatura universal. En Frases de la vida queremos leerte, cuéntanos: ¿ya habías escuchado acerca de este escritor y poeta?, ¿has leído algunos de sus libros?, ¿estás de acuerdo con su pensamiento acerca de la religión y el estado?, ¿cuál de estas frases de John Milton es tu favorita?