Luego de una intensa década dedicada al activismo político y al activismo militante, Gabriel García Márquez regresó al campo literario con una novela corta titulada Crónica de una muerte anunciada. El año fue 1981, y su historia, basada en hechos reales. Una obra que le mereció elogios tanto por parte de la crítica como del público lector, y que, al día de hoy, sigue conquistando con su excelencia. Con motivo de celebrarla, en este nuevo artículo de Frases de la Vida hemos seleccionado algunas de las mejores frases de Crónica de una muerte anunciada que de seguro te sumergirán en su lectura.

Esta novela, que vendió millones de ejemplares alrededor del mundo, cuenta la historia del asesinato de Santiago Nasar a manos de los gemelos Vicario. Una trama inspirada del todo en una historia real, puesto que el personaje de Santiago fue creado en representación de un amigo de García Márquez, llamado Cayetano Gentile, que fue descuartizado en la plaza central del pueblo por los hermanos Víctor Manuel y José Joaquín Chica Salas. Lo cierto, es que todos los vecinos conocían las intenciones de los Salas, y que ninguno se atrevió a facilitar advertencias a la víctima, excepto por la madre del escritor.

La «muerte anunciada» comienza cuando Ángela Vicario, hermana menor de los gemelos, es devuelta por su esposo luego de la noche de bodas porque no era virgen. Al ser interrogada, la joven señala como culpable a su antiguo novio, Santiago Nasar, despertando la furia de una familia que promete vengar el desdichado evento, sentido bajo aquellas coordenadas culturales como una deshonra. Más allá del escenario ficticio, la historia real cuenta que el marido de Margarita Chica (Ángela), supo de su virginidad perdida por medios clandestinos. El final fue exactamente el mismo.

En su momento, Gabriel García Márquez quiso escribir la infausta historia de esta muerte anunciada, pero su madre le rogó que no lo hiciera hasta que los involucrados en el crimen hubieran muerto. Treinta años después, el colombiano nos deslumbró con una novela única en su estilo, retratando con palabras los ánimos de aquel incidente atroz.

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Las mejores frases de Crónica de una muerte anunciada

1. La honra es el amor.

2. Me resistía a admitir que la vida terminara por parecerse tanto a la mala literatura.

3. Y sentí que me hundía en las delicias de las arenas movedizas de su ternura…

4. Hay que estar siempre de parte del muerto.

5. Su buena labor parece por momentos desvirtuada por la desilusión.

6. También el amor se aprende.

7. La verdad es que hablaba de su desventura sin ningún pudor para disimular la otra desventura, la verdadera, que le abrasaba las entrañas.

8. Desde entonces quedaron vinculados por un afecto serio, pero sin el desorden del amor.

9. Ningún lugar de la vida es más triste que una cama vacía.

10. La fatalidad nos hace invisibles.

11. Tenía una reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte.

12. Halcón que se atreve con garza guerrera, peligros espera.

13. El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo.

14. Todos los sueños con pájaros son de buena salud.

15. Sin embargo, lo que más le había alarmado al final de su diligencia excesiva fue no haber encontrado un sólo indicio, ni siquiera el menos verosímil, de que Santiago Nasar hubiera sido en realidad el causante del agravio.

16. No hay borracho que se coma su propia caca.

17. Para él, como para los amigos más cercanos de Santiago Nasar, el propio comportamiento de éste en las últimas horas fue una prueba terminante de su inocencia.

18. Fue ella quien arrasó con la virginidad de mi generación.

19. Conocía la índole mojigata de su mundo, y debía saber que la naturaleza simple de los gemelos no era capaz de resistir al escarnio.

20. En el sumario declararon: «Nos dijo el milagro pero no el santo».

21. Tampoco Santiago Nasar reconoció el presagio. Había dormido poco y mal, sin quitarse la ropa, y despertó con dolor de cabeza y con un sedimento de estribo de cobre en el paladar, y los interpretó como estragos naturales de la parranda de bodas que se había prolongado hasta después de la media noche.

22. Nunca se debe hablar de plata delante de otra gente.

23. Las amigas de Ángela Vicario que habían sido sus cómplices en el engaño siguieron contando durante mucho tiempo que ella las había hecho partícipes de su secreto desde antes de la boda, pero no les había revelado ningún nombre.

24. La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros.

25. Nadie estaba seguro de si se refería al estado del tiempo. Muchos coincidían en el recuerdo de que era una mañana radiante con una brisa de mar que llegaba a través de los platanales, como era de pensar que lo fuera en un buen febrero de aquella época.

26. Y padeció la certidumbre espantosa de que no volvería a dormir en el resto de su vida.

27. Santiago Nasar se puso un pantalón y una camisa de lino blanco, ambas piezas sin almidón, iguales a las que se había puesto el día anterior para la boda. Era un atuendo de ocasión.

28. Dadme un prejuicio y moveré el mundo.

29. Debajo de esa paráfrasis de desaliento, con un trazo feliz de la misma tinta de sangre, dibujó un corazón atravesado por una flecha.

30. Más aún: las muchas personas que encontró desde que salió de su casa a las 6.05 hasta que fue destazado como un cerdo una hora después, lo recordaban un poco soñoliento pero de buen humor, y a todos les comentó de un modo casual que era un día muy hermoso.

31. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del esposo y a la crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo.

32. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.

33. Yo estaba reponiéndome de la parranda de la boda en el regazo apostólico de María Alejandrina Cervantes, y apenas si desperté con el alboroto de las campanas tocando a rebato, porque pensé que las habían soltado en honor del obispo.

34. La mañana de su muerte, en efecto, Santiago Nasar no había tenido un instante de duda, a pesar de que no sabía muy bien cuál hubiera sido el precio de la injuria que le imputaban.

35. Nadie conocía muy bien a Bayardo San Román, pero Santiago Nasar lo conocía bastante para saber que debajo de sus ínfulas mundanas estaba tan subordinado como cualquier otro a sus prejuicios de origen.

36. …la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la que había visto Santiago Nasar en el bosque del sueño.

37. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando veintisiete años después los pormenores de aquel lunes ingrato.

38. De no haber sido por la llegada del obispo se habría puesto el vestido de caqui y las botas de montar con que se iba los lunes a El Divino Rostro, la hacienda de ganado que heredó de su padre, y que él administraba con muy buen juicio aunque sin mucha fortuna.

39. De manera que su despreocupación consciente hubiera sido suicida. Además, cuando supo por fin en el último instante que los hermanos Vicario lo estaban esperando para matarlo, su reacción no fue de pánico, como tanto se ha dicho, sino que fue más bien el desconcierto de la inocencia.

40. Nunca hubo una muerte más anunciada.

Aquí termina nuestra selección de frases de Crónica de una muerte anunciada, una novela que nos descuida su estatuto compartido de crónica periodística. Para conocer otras facetas de este renombrado hombre de letras, no te pierdas el artículo de nuestros amigos de Supercurioso, donde encontrarás todo lo que debes saber sobre el realismo mágico, uno de sus géneros literarios por excelencia. Sin mencionar nuestro listado de frases de Gabriel García Márquez, un recopilatorio extendido con deliciosos fragmentos y excelente información.

Cuéntanos, ¿qué te han parecido estas frases de Crónica de una muerte anunciada? ¿has tenido la oportunidad de leer esta obra? ¿conoces otras frases que deban formar parte de nuestro listado? Te esperamos en la sección de comentarios, ¡nos encantará recibir tus impresiones y sugerencias! Gracias por acompañarnos en este recorrido literario, ¡hasta pronto!