Muchas de las grandes emociones de nuestras vidas tienen su origen en las historias que leemos, en los libros que hacen parte de nuestra biblioteca. En algunas ocasiones quedamos absortos por el romanticismo y la amistad; otras veces por el odio y la venganza, pero ¿qué pasa cuando tantos sentimientos contradictorios se mezclan en las mismas páginas? Este es el caso de la novela de la que Frases de la Vida te hablará en este artículo, a través de las mejores frases de El Conde de Montecristo.

En 1844, Alejandro Dumas termina de escribir la que sería su mejor obra. Tomando como inspiración a su padre, Thomas-Alexandre Dumas, nace la historia del famoso Conde de Montecristo, un hombre que, después de ser traicionado por aquellos que consideraba sus amigos y ser enviado a la cárcel, se transformará para tomar venganza por todo lo que perdió, incluido el amor de su adorada Mercedes.

De Jacques de Pauchet fueron las memorias en las que Dumas se inspiró: Pauchet contaba la vida de un zapatero de París que, al comprometerse con una mujer de alta sociedad, termina siendo traicionado por amigos celosos. A causa de la traición, es encarcelado por un poco más de siete años y es en la prisión donde su compañero de celda le lega un asombroso tesoro; tesoro que será propicio para cometer su venganza.

El Conde de Montecristo muestra la idea de venganza desde dos perspectivas: la satisfacción de sentirnos poderosos y poder responder a todo aquello que sufrimos y, por otro lado, la soledad y el vacío infinito que un sentimiento tan profundo como el odio puede dejar en nuestros corazones. Aun así, en medio de la terrible oscuridad, nacerá el amor, la amistad y el compromiso, liberando las almas de aquellos que en esta historia tanto sufrieron. Además de invitarte a leer este imperdible libro, es momento de que conozcas las frases de El Conde de Montecristo, ¿estás listo/a?

Aventuras maravillosamente interesantes en las frases de El Conde de Montecristo

frases de El Conde de Montecristo

1. Hay dos miradas: La mirada del cuerpo puede olvidar a veces, pero la del alma recuerda siempre.

 Para comenzar con las frases de El Conde de Montecristo solo basta entender que siempre habrá recuerdos que perduren en nosotros, buenos o malos. Es deber de cada uno de nosotros saber cómo enfrentarlos.

2. La mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir.

Cuando se encuentra a la mujer ideal, a aquella que dará felicidad, ella se convertirá en la única buena adición y brindará el placer que solo pocas cosas en el mundo pueden brindar.

3. No hay ventura ni desgracia en el mundo, sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo.

Tal y como lo dicen las frases de El Conde de Montecristo, en el mundo no existe el blanco y el negro; existen los matices, los puntos grises, aquellos plagados de elecciones y caminos a tomar.

4. Todo mal tiene dos remedios: el tiempo y el silencio.

Por dolorosos que sean los momentos que atravesaremos a lo largo de nuestras vidas, debemos recordar que siempre podremos ser más fuertes que ellos, siempre habrá camino para salir adelante.

5. Feliz, ¿Quién puede decir eso? La desgracia o la felicidad es secreto de las paredes, las paredes oyen, pero no hablan.

La felicidad puede ser paradójica e, incluso, irónica. Aunque hermosa, la felicidad es un sentimiento difícil de encontrar y mucho más de disfrutar. Esto lo seguirás descubriendo a medida que lees las frases de El Conde de Montecristo.

6. Los hombres verdaderamente generosos están siempre dispuestos a ser compasivos cuando la desgracia de un enemigo sobrepasa los límites del odio hacia él.

Efectivamente. La venganza está repleta de sentimientos y emociones increíblemente poderosas, pero encontrará quiebre en la bondad y en los buenos sentimientos. No todo hombre vengativo es malo y esto se demostrará en sus buenas acciones.

7. Mi reino es grande como el mundo, porque no soy italiano, ni francés, ni indio, ni americano, ni español; soy cosmopolita.

Aunque nazcamos en un país específico, los viajes, la residencia y el conocimiento de otros lugares nos convierten en verdaderos ciudadanos del mundo, en personas cosmopolitas. Sigue viajando con las frases de El Conde de Montecristo.

8. Siempre habrá labios que digan una cosa mientras el corazón piensa otra.

Dicen que las palabras son nuestro lenguaje, pero no podemos perder de vista nunca que nuestro corazón muchas veces habla más fuerte que nuestra misma voz.

9. ¿Seguirás tu camino tal como te lo depara la suerte sin tratar siquiera de combatirla?

En muchas ocasiones creemos que el destino ya está marcado y nada podremos hacer para cambiarlo, sin darnos cuenta de que son nuestras propias decisiones, esas que tomamos día a día, las que regirán nuestra vida.

10. Las heridas morales tienen la particularidad de que se ocultan, pero no cierran; siempre dolorosas, siempre prontas a sangrar cuando se les toca, quedan vivas y abiertas en el corazón.

Cuando nos herimos un brazo o una mano con el tiempo la herida cierra, cicatriza y se olvida. Cuando hieren nuestro corazón o nuestra alma, las heridas viven por siempre, tal vez menos dolorosas, pero se mantienen. Las frases de El Conde de Montecristo hacen honor a esa memoria.

11.Los malos no mueren así, porque Dios parece protegerlos para hacerlos instrumentos de sus venganzas.

La muerte, sin duda, es un buen camino para acabar con todo el mal hecho; pero cuando la persona mala vive, deberá enfrentar su castigo en la tierra, al igual que aquellos que sufrieron las desgracias propiciadas por él.

Hemos llegado al final de nuestro artículo sobre las frases de El Conde de Montecristo. Esperamos que cada una de ellas te haya inspirado lo suficiente como para seguir conociendo otras frases de Alejandro Dumas y leer con emoción su obra cumbre. Mientras buscas el libro, recuerda que la venganza nunca es buena: aquel que realmente quiera sanar deberá encontrar la cura en el perdón y la paz.

Continúa con nosotros en los próximos artículos. Por ahora, ¡Hasta pronto!