El primer nombre que nos viene a la mente al hablar de la Revolución Mexicana es probablemente el de Emiliano Zapata. Este líder guerrillero fue esencial en la configuración de la democracia mexicana y se destacó en su lucha contra Porfirio Díaz, y posteriormente contra Francesco Madero. En la mayoría de las frases de Emiliano Zapata se puede ver el carácter socialista de sus demandas, elementos en los que se verían reflejados grandes personajes revolucionarios posteriores como José Sandino o Fidel Castro. La justicia social, la lucha agraria y la resistencia campesina darán a Emiliano Zapata los pilares sobre los que articular su argumentario de lucha.
En 1911, Emiliano Zapata propuso el “Plan de Ayala”, donde se proponía la toma de las armas para restituir la propiedad de la tierra a los campesinos, que habían sido arrebatadas por los terratenientes durante la reforma. Tras el plan, Zapata se transformó en el único jefe del Ejército Libertador del Sur originando todo un movimiento basado en la guerra de guerrillas que llevaría desde entonces su nombre. Famosas se volvieron entonces las proclamas y frases de Emiliano Zapata en toda la región, favoreciendo siempre los intereses del campesinado y la libertad de las tierras. Veamos algunas de ellas.
50 Frases de Emiliano Zapata, el calpuleque del sur mexicano.
1. El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando lo pisen.
2. Señores el que no tenga miedo que pase a firmar, pero sepan que van a firmar el triunfo o la muerte.
3. Estalló la revolución de 1910 como un clamor inmenso de justicia que vivirá siempre en el alma de las naciones.
4. No es justo que los que hace tiempo enarbolamos la bandera del Plan de Ayala, que se concreta a tierras y libertades, la dejemos en las manos de unos cuantos ambiciosos que sólo buscan la riqueza a costa del sudor del pueblo.
5. Si usted se aleja de aquel viejo molde de las dictaduras y se inspira en el más puro patriotismo…entonces habrá conquistado la estimación y el aplauso de sus compatriotas.
6. La tierra es para quien la trabaja.
7. El burgués, no conforme con poseer grandes tesoros de los que nadie participa en su insaciable avaricia, roba el producto de su trabajo al obrero y al peón.
8. Los enemigos de la patria y de las libertades de los pueblos, siempre han llamado bandidos a los que se sacrifican por las causas nobles de ellos.
9. El campesino tenía hambre, padecía miseria, sufría explotación y si se levantó en armas fue para obtener el pan que la avidez del rico le negaba.
10. A mí me persiguen por el delito de querer que coman los que siempre han tenido hambre.
11. Yo estoy resuelto a luchar contra todo y contra todos sin más baluarte que la confianza y el apoyo de mi pueblo.
12. Juntos compartimos los azares de la guerra.
13. Mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado.
14. Voy a decir verdades amargas, pero nada expresaré a usted que no sea cierto, justo y honradamente dicho.
15. Sería un crimen prolongar esta situación de innegable bancarrota moral, económica y política.
16. El hacendado, en México, dispone a su antojo de la persona de su “peón”; lo reduce a presión si gusta.
17. La posición del hacendado respecto de los peones, es enteramente igual a la que guardaba el señor feudal, el barón o el conde de la Edad Media, respecto de sus siervos y vasallos.
18. ¡Somos partidarios de los principios y no de los hombres!
19. El capitalista, el soldado y el gobernante habían vivido tranquilos, sin ser molestados ni en sus privilegios ni en sus propiedades, a costa del sacrificio de un pueblo esclavo y analfabeto, sin patrimonio y sin porvenir.
20. ¡Libertad, Justicia y Ley!
21. Tan hermosa conquista ha costado al pueblo mexicano un terrible sacrificio.
22. Ruego a usted y a todos sus secuaces se dirijan a la cabeza y no a los pies para arreglos de paz.
23. La paz sólo puede restablecerse teniendo por la base la justicia, por palanca y sostén la libertad y el derecho y por cúpula de ese edificio, la reforma y el bienestar social.
24. ..y no satisfecho aún, lo insulta y lo golpea haciendo alarde del apoyo que le prestan los tribunales, porque el juez, única esperanza del débil, hállase también al servicio de la canalla.
25. Muchos de ellos, por complacer a tiranos, por un puñado de monedas o por cohecho o soborno están traicionando y derramando la sangre de sus hermanos.
26. Los principios naufragaron, y el funesto triunfo de los hombres se redujo a sustituir un déspota por otro que a su cetro de tiranía aunó el despotismo más escandaloso que registran las etapas de los tiempos.
27. La tierra volverá a quienes la trabajan con sus manos.
28. Aguardamos la hora decisiva, el momento preciso en que los pueblos se hunden o se salvan.
29. Es tiempo de retirarse, es tiempo de dejar el puesto a hombres más hábiles y más honrados.
30. Tierra y Libertad.
31. La nación mexicana es demasiado rica, pero esa riqueza, ese caudal de oro inagotable, perteneciendo a más de quince millones de habitantes, se halla en manos de unos cuantos miles de capitalistas y de ellos una gran parte no son mexicanos.
32. Es un deber, un deber imperioso para todos, procurar que tanto sacrificio no sea estéril.
33. No buscábamos la pobre satisfacción del medro personal, ni anhelábamos la triste vanidad de los honores, ni queremos otra cosa que no sea el verdadero triunfo de la causa.
34. Dispuestos a no abandonar ni un instante la obra grandiosa que hemos emprendido, llegaremos resueltos hasta el fin.
35. Quiero morir siendo esclavo de nuestros principios, no de los demás hombres.
36. Aceptaremos ante la civilización y ante la historia, las responsabilidades de este acto de suprema reivindicación que supone nuestra causa.
37. El reguero de pueblos que ha presenciado nuestros esfuerzos contestará con voces de clarín anatematizando a la legión de traidores científicos que aun en las pavorosas sombras de su derrota, forjan nuevas cadenas para el pueblo o intentan aplastar la reivindicación de esclavos, de parias, de autómatas y de lacayos.
38. Buscamos consistencia en la implantación de los principios, la realización de los ideales y la resolución de los problemas, cuyo resultado tiene que ser la salvación y el engrandecimiento de nuestro pueblo.
39. Mi personalidad y la de los mios ha sido villananente calumniada por la prensa vanal y corrompida de la Ciudad de México.
40. La desolación de nuestros hogares, el derramamiento de sangre de nuestros hermanos y los toques marciales de los clarines de la victoria serán compartidos.
41. Perdono al que roba y al que mata, pero al que traiciona, nunca.
42. Llamad a vuestras conciencias; meditad un momento sin odio, sin pasiones, sin prejuicios, y esta verdad, luminosa como el sol, surgirá inevitablemente ante vosotros: la revolución es lo único que puede salvar a la República.
43. Como vive la libertad en el corazón de los pueblos para vivificarlos, para redimirlos, para levantarlos de la abyección a la que no puede estar condenada la especie humana, vivirá la revolución!
44. La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía.
45. El pueblo mexicano pidió, como piden los pueblos cultos, pacíficamente, en la prensa y en la tribuna, el derrocamiento de la dictadura, pero no se le escuchó; se le contestó a balazos, a culatazos y caballazos; y sólo cuando repelió la fuerza con la fuerza, fue cuando se oyeron sus quejas, y el tirano, o mismo que la compararse de pulpos científicos, se vieron vencidos y contemplaron al pueblo vencedor.
46. Yo pertenezco, Señor, a una raza tradicional que jamás ha degenerado, una raza, que ni ha podido traicionar las convicciones de una colectividad ni las de su propia conciencia.
47. Cumplid con vuestro deber y seréis dignos; defended vuestro derecho y seréis fuertes, y sacrificaos si fuere necesario, que después la patria se alzará satisfecha sobre un pedestal inconmovible y dejará caer sobre vuestra tumba un puñado de rosas.
48. No hablo al Presidente de la República, a quien no conozco, ni al político del que desconfío; hablo al mexicano, al hombre de sentimiento y de razón, a quien creo imposible no conmuevan alguna vez (aunque sea un instante) las angustias de las madres, los sufrimientos de los huérfanos, las inquietudes y las congojas de la patria.
49. Compañero Ravest, necesito salir en directo inmediatamente (solicitud de directo al periodista Guillermo Ravest a pesar de las terribles amenazas de los golpistas Sep. 12 2013, 11:55am).
50. ¿Quién habla? /—Ravest, compañero…Necesito que me saquen al aire, inmediatamente, compañero…preciso que me saquen al aire inmediatamente, no hay tiempo que perder…// Cuídese, compañero…(tras el profético discurso).
Hasta aquí nuestras frases de Emiliano Zapata. Se ve claramente en cada una de ellas una clara denuncia contra los poderes estatales y en favor de los más desfavorecidos. ¿Conocías de antemano todas estas frases o hemos conseguido sorprenderte con alguna de ellas? Si has escuchado más frases de Emiliano Zapata no dudes en compartirlas con nosotros; envíanos un comentario contándonos qué te han parecido las nuestras y aportando las tuyas, o si te gustaría que tratemos algún autor relacionado con este o algún tema en especial. Estamos deseando escucharte.
