Además de los célebres héroes de Marvel que todos conocemos hoy en día, históricamente se conoce a un defensor que, según se cuenta, vivió en la ciudad de Nottingham, en Inglaterra. Dicho personaje fue apodado como Robin Hood. A continuación conocerás un poco más acerca de quién fue, así como también cuáles son las frases de Robin Hood más importantes.
Robin Hood forma parte de los personajes más relevantes de la literatura medieval en Inglaterra. Aunque se considera una leyenda, su historia se ha plasmado en diversos libros, obras teatrales e incluso se ha llevado a la gran pantalla, donde evidenciamos el mayor número de frases de Robin Hood. Se cuenta que este hombre era una especie de defensor de los pobres, ya que luchaba contra el ejército de la época para que no existiera ningún tipo de opresión por parte de los ricos hacia los más necesitados.
El personaje en cuestión era un excelente arquero, siempre llevaba consigo un arco y flechas para poder entrar en combate cuando hiciera falta. De hecho, en ocasiones, Robin Hood robaba alimentos para poder llevárselos a los pobres que habitaban la ciudad inglesa en la que vivía. Con su característico traje de color verde, con tonalidades marrones, y su sombrero o capucha acompañado de una pluma, éste ha sido uno de los personajes más populares en historias, obras literarias y guiones, de donde se han podido extraer numerosas frases de Robin Hood.
Sin embargo, ¿qué lo hace tan popular? Además de ayudar desinteresadamente a los pobres, este personaje ha dejado en la historia diversas citas que vale la pena mencionar. Por ello, a continuación en Frases de la Vida te ofrecemos una recopilación de frases de Robin Hood, las cuales han sido extraídas de los libros, series y películas que se han hecho hasta ahora.
50 Frases de Robin Hood | El héroe de los más necesitados
1. No olvides llevar tu dinero, será un placer quitártelo.
2. La tiranía sólo lleva al fracaso.
3. Cada minuto que desperdiciamos con esta falta de unión nos acerca más a la destrucción de nuestro país.
4. Los hombres olvidados son hombres peligrosos.
5. Es mucho más sabia que su búho. Desde luego, he vivido más.
6. Si intentas ordeñar una ubre seca sólo conseguirás una patada de la vaca.
7. Si es ilegal que un hombre busque sobrevivir, ¿cómo puede ser un hombre por derecho propio?.
8. Me gusta que haya silencio en la iglesia cuando rezo que pase un milagro.
9. No hay diferencia entre un caballero y cualquier otro hombre aparte de sus ropas.
10. Quítate esa corona y llénala hasta el tope.
11. Levántate una y otra vez hasta que los corderos se conviertan en leones.
12. No podemos pagar nuestra suerte con acciones malas.
13. No le debo a Dios ni a hombre alguno otro minuto de servicio.
14. Para cada inglés su casa es su castillo.
15. Yo prefiero morir a pasarme la vida escondido.
16. El gobernador nos llama proscritos, pero yo digo que somos libres.
17. Un hombre libre que defiende su hogar es más poderoso que diez soldados a sueldo.
18. No robamos, sólo pedimos prestado a los que tienen para dar.
19. Desde que le quito a los pobres para dárselo a los ricos me va mejor.
20. La nobleza no es un derecho de nacimiento, se define por nuestros actos.
21. Predicar con el ejemplo a veces no es bueno.
22. El dinero que roba lo reparte entre los pobres, y claro está, lo adoran.
23. Mantengan la cabeza en alto. Algún día habrá felicidad de nuevo.
24. El amor por siempre vivirá.
25. Los traidores a la corona deben morir.
26. Me preguntaba, ¿somos buenos o malos?.
27. No sólo te acercas a una chica, le das un ramo y le dices ‘¿te acuerdas de mí? Éramos niños juntos, ¿te casarías conmigo?’ No, simplemente no se hace de esa manera.
28. Lo he pensado todo y simplemente no funciona.
29. Algún día serás llamado un gran héroe.
30. La ausencia hace crecer el cariño.
31. ¡Pardiez!, no, señor, me era imposible experimentar este último temor.
32. No soy brujo, pero he aprendido a trepar a los árboles como una ardilla y a saltar los fosos como una liebre.
33. Mientes, barón, yo no soy el bastardo de un proscrito y el monje no es un mendigo mugriento; ¡mientes!
34. Vuestras Señorías no tienen más que seguir derecho el camino, y tras aquel montículo verán la casa de mi padre. ¡Saludos!, tomo la delantera para anunciaros a mi madre y enviar a nuestro anciano criado a recoger la caza.
35. Adiós, barón Fitz-Alwine. Si no voy a salir de mi calabozo hasta que no
cumpla esas dos condiciones, no nos volveremos a ver. Hasta nunca, pues (confesar y pedir perdón de rodillas).
36. En nombre de la santísima Virgen, en nombre de su Hijo, muerto por vosotros, os ordeno dejarme pasar. Desdicha y excomunión a quien se atreva a impedirlo.
37. No siento ni vergüenza ni remordimiento por mi conducta.
38. Si el mozo prosigue su paseo durante toda la noche, corro el riesgo de seguir aquí al despuntar el día. No podré escapar sin que me oiga.
39. Evidentemente, el barón no es tan cruel como injusto, pues me deja libres las manos y los pies; aprovechémoslo y veamos qué hay ahí arriba.
40. Estás aquí para ayudarme a huir, ¿no es cierto, querida Maude? Gracias, gracias, sí, pronto seré libre; si Dios me protege, antes de una hora estaré libre!
41. Si era dificil recibir salario cuando vivía, a ver si un rey muerto te paga.
42. Sed mi compañera de cautiverio, encantadora Maude, y no echaré de menos mi libertad.
43. La vergüenza y el remordimiento los debería sentir el que atacaba en la sombra a unos viajeros inofensivos e indefensos y no yo.
44. Soy inglés cuando me conviene.
45. Señor Allan -dijo de pronto Robín-, el sol señala ya el mediodía, y mi estómago ya no recuerda el desayuno de esta mañana. Si os parece, ganaremos la orilla de un arroyo que corre a unos pasos de aquí; llevo víveres en mi morral y comeremos descansando.
46. Padre, cuidad de ocultar a los viajeros que están arriba la presencia de este herido en nuestra casa. Más tarde sabréis por qué. Sed prudente.
47. Tranquilizaos, noble señorita, tenemos a vuestro servicio valerosos corazones y buenos arcos, y si los «outlaws» osan aparecer huirán como lo han hecho tantas veces, sin llevarse como botín otra cosa que una flecha más abajo de sus chaquetas.
48. ¡Hola! señores, ¿qué mosca os ha picado?
49. ¡Vaya, vaya!… así que ésta es la ingenua penitente del santo monje. ¡Por mi fe! esta hermosa muchacha con los ojos chispeantes de alegría y los labios rojos y sonrientes, es la cristiana más bonita que yo haya visto nunca!
50. Sí, la costumbre ha hecho que los golpes más difíciles sean para mí un juego.
Ahora que conoces un poco más acerca de este héroe que, a diferencia del Capitán América y Spiderman, se considera que realmente existió, ¿qué opinas acerca de su forma de ayudar? ¿Estás de acuerdo con robar para brindarle apoyo a los más necesitados? Comparte con nosotros tu opinión en el área de comentarios y además, déjanos saber cuáles han sido las frases de Robin Hood que más te han gustado o con cuáles te has sentido más identificado.