Es muy común decir que el poder reside en las palabras, pero debería ser aún más común saber que extraer la fuerza que está en ellas es un proceso difícil, lleno de recovecos, reflexiones y experiencias. Es por esto que la escritura es una de las armas más eficientes, pero, a la vez, es una de las más peligrosas: se requiere recorrer un largo camino de conocimiento, una curiosidad desbordada que supere la ignorancia, y un amor profundo por la vida. Sin alguna de estas herramientas de la escritura, un libro puede dirigir al lector -y al autor- hacia el sinsentido, hacia la falta de cadencia, de entendimiento, de emoción. En este artículo de Frases de la Vida, te traemos las mejores frases de Sor Juana Inés de la Cruz.

Sor Juana Inés de la Cruz fue una mujer religiosa, una monja que entrego su vida al amor por Dios y las palabras. Su verdadero nombre es Juana Inés Ramírez de Asbaje y Ramírez. Nació en San Miguel de Asplanta, Estado de México. Desde pequeña tuvo un talento innato para adquirir conocimiento: una niña prodigio, sin lugar a duda. En 1669, se radicó por completo en un convento, donde se dedicaría a escribir, a fomentar la educación y a empoderar a las mujeres. Era la mejor conexión para intelectuales, escritores y artistas de la época, ya que, por mucho tiempo, combinó sus habilidades para escribir con su talento para la música y la pintura.

Las frases de Sor Juana nacen de sus poemas, de sus comedias teatrales y de sus manifiestos hacia el empoderamiento de la mujer. Sor Juana le escribió siempre al amor y, algunas otras veces, a las desilusiones amorosas. Le escribió a la vida y a todas las variables que vienen con ella. Le escribió a Dios, a Dios como creador de la experiencia, de las palabras.

¡Acompáñanos a descubrir, en esta oportunidad, sus frases célebres!

Las mejores frases de Sor Juana Inés de la Cruz

1. Al trato de amor, hallo diamante y soy diamante al que de amor me trata.

Sor Juana se refiere a uno de los principios básicos de cualquier relación: el trato respetuoso, el trato amable, el trato humano. Vale la pena decir que escribe una expresión de amor, pero no únicamente al amor entre el hombre y la mujer; es al amor profundo que nace de la cercanía, de la amistad.

2. Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis.

Aunque puede ser una crítica al menosprecio de la mujer, sobre todo en la época en la que vivió Sor Juana, es el reflejo de la necesidad de entender que somos seres que cometen errores y que nos enfrentamos a situaciones humanas similares. La mujer es solo el inicio, aunque poderoso, de los cambios que se necesitaban y se necesitan.

3. Y aunque es la virtud tan fuerte, temo que tal vez la venzan. Que es muy grande la costumbre y está la virtud muy tierna.

Entre todas las frases de Sor Juana Inés de la Cruz, esta es una de la que más le habla a protección de aquello que viene en nosotros, de aquellos valores, gustos que se pierden por cumplir, por responder a algo ya establecido. Por eso la costumbre gana, a veces, por el miedo a la fuerza de la virtud.

4. Solo los celos ignoran fábricas de fingimiento, que, como son locos, tienen propiedad de verdaderos.

Sor Juana le habla directamente a uno de nuestros enemigos constantes: los celos. No solo de amor, sino de la vida, de las experiencias. La advertencia está en que se les debe dar atención, existen y tiene la capacidad de ser verdad. Cuidado con el odio, el rencor, son parte de la vida, pero no significa que no deban salir de ella.

5. Constante adoro a quien mi amor maltrata; maltrato a quien mi amor busca constante.

Las contradicciones de la vida son las que la hacen verdaderamente impredecible. Muchas veces el maltrato y el amor se dan la mano, a pesar de que no siempre llega a ser un limitante. Pero ¡Cuidado! El maltrato no es buen amigo, el amor debe ser puro y total.

6. Hasta el saber cansa cuando es saber por oficio.

En las frases de Sor Juana Inés de la Cruz, se habla de fomentar la curiosidad, el verdadero gusto por el conocimiento. Cuando te obligan a leer, no desarrollas el placer, el cariño, la empatía; lo mismo pasa al escribir, al trabajar. Para aprender, el primer paso es interés, gusto, emoción. Si él, nada se retiene.

7. Perfeccionad vos la obra con nuestro amor infinito, para que el fin de su vida no desdiga su principio.

La vida empieza en el nacimiento, pero no viene hecha. Una de nuestras principales funciones es crear nuestra propia vida, agregarle cosas y complementarla a partir del amor. Cuando se deja que la vida siga su curso sin hacer parte de ella, se pierde toda intención original.

8. Que te vean mis ojos, pues eres lumbre de ellos y solo para ti quiero tenerlos.

Esta frase de Sor Juana es el reflejo de ese amor puro, el amor que nace de una simple mirada, del contacto más leve. Se diría que es el amor a primera vista, pero no, es el amor construido con más amor, con paciencia, tan bien construido que se guarda en el cuerpo.

9. !Cuán altiva en tu bomba presumida, soberbia, que en riesgo de morir desdeñas; y luego, desmayada y encogida, de tu caduco ser das mustias señas! 

Seguimos con las contradicciones. Muchas veces nos dejamos llevar por sentimientos que no hacen honor a la vida, por sentimientos que van más allá de nosotros y que al final, pueden enfrentarnos y ganarnos. No dejemos que nos lleven al extremo, que acaben con nosotros.

10. Salgan signos a la boca de lo que el corazón arde, que nadie, nadie creerá el incendio si el humo no da señales.

Las emociones no son para quedarse guardadas en nuestro cuerpo. Las emociones son para dejarlas correr libres, que se alejen, que vuelvan y en algunas ocasiones, que nos enseñen. Por eso hay que dejar que nuestro cuerpo se exprese, que el corazón hable, cuando lo debe hacer.

Para finalizar este artículo, te recomendamos leer las obras de esta gran escritora: Sor Juana Inés de la Cruz. Recuerda que ella fue y sigue siendo la fiel comunicadora de la vulnerabilidad que tenemos como humanos. Nos habla de los tiempos difíciles que vienen de nuestra mano, pero que al ser conscientes de ellos y al adquirir sabiduría, se convierten en pasajes que nos vuelven mejores, más sensibles, más conectados.

Cuéntanos, ¿cuál de estas frases de Sor Juana ha sido tu favorita?, ¿conoces otras frases de esta autora que hayamos omitido? ¡Nos encantará leerte en la sección de comentarios! Y si quieres ahondar más en la vida de esta mujer, no te pierdas: libro de Sor Juana.