William James (1842-1910) fue un filósofo estadounidense catalogado dentro de la tendencia pragmatista, que hizo contribuciones en el campo de la epistemología y se posicionó como fundador la psicología funcional. Fue profesor en la Universidad de Harvard y publicó obras monumentales como Principios de Psicología y Las variedades de la experiencia religiosa. ¡Sigue leyendo!, porque en este nuevo artículo de Frases de la Vida hemos seleccionado frases de William James que te harán notar cuán interesante es la mente humana.

El espíritu investigador y abierto a todas las posibilidades de James, lo llevó a explorar la psicología de la religión e incluso los fenómenos paranormales. Sostuvo la tesis radical de que lo verdadero es lo útil, es decir, aquello capaz de otorgarnos un beneficio para la vida. Asimismo, promovió la idea de que no existe una oposición entre las pasiones y la inteligencia pura, sino que a ésta la impulsan también elementos pasionales.

Si te interesa profundizar en los temas que te comentamos, te recomendamos leer su libro Pragmatismo: un nombre nuevo para viejos modos de pensar. ¡Ahora sí! Dejemos que las frases de William James nos transporten a las profundidades de la psicología humana. ¡Comencemos!

Las mejores frases de William James

1. Queremos obtener una verdad; queremos creer que nuestros experimentos, estudios y discusiones deben llevarnos cada vez más hacia ella, y en esta línea combaten juntas nuestras vidas pensantes.

La psicología – disciplina encarnada por numerosas vidas pensantes – se abre paso desde el campo filosófico para encontrar las verdades que atañen al comportamiento humano.

2. Nosotros vamos hacia la vida en busca de una verdad o presunción que la vida no tiene interés alguno en presentarnos.

Las frases de William James nos presentan a un pensador siempre en busca de revelaciones.

3. Vivo en la fe práctica de que debemos seguir experimentando y pensando sobre nuestra experiencia, pues sólo así pueden adquirir más certeza nuestras opiniones.

Para James, la práctica y la teoría encontraban su punto de fusión en el pragmatismo, más específicamente, en aquello que el psicólogo dio en llamar empirismo radical.

4. Creer la verdad, evitar el error: he aquí dos leyes genuinamente diferentes, y de cuya elección dependerá el peculiar colorido que distinga nuestra vida mental; bien que dirijamos todas nuestras pesquisas a la posesión de la verdad, posponiendo la evitación del error, o ya ante el temor de éste, que demos la verdad confiada a su propia suerte.

El estadounidense nos enseña dos caminos posibles para nuestro desempeño intelectual: ir en busca activa de la verdad o limitarnos a evitar el error.

5. La necesidad de tomar una decisión es, en ocasiones, tan urgente, que es preferible adoptar una creencia falsa, que pasarse sin ninguna.

Esta frase pone de manifiesto la necesidad humana de encontrar verdades frente a la incertidumbre inherente a la existencia.

6. La inteligencia, aun poseyendo inmediatamente la verdad, nunca tendrá un signo infalible de que está con ella.

La característica dinámica de la verdad nos obliga a buscarla de manera constante, puesto que el tiempo y la experiencia nos revelan nuevos interrogantes.

7. Hay hechos cuya existencia depende, en absoluto, de la fe en su advenimiento. Y si la fe en un hecho puede crear el hecho, es atrevida y pretenciosa la lógica mantenedora de que la fe sin completa evidencia científica es «la más detestable inmoralidad en que pueda caer un ser pensante». Tal es, sin embargo, la lógica con que pretenden regular nuestra vida esos absolutistas científicos.

Esta es una de las frases de William James que dan cuenta de su concepción no cientificista de la exploración y del conocimiento.

8. Para las verdades dependientes de nuestra acción personal, es necesaria, casi indispensable, la fe basada en el deseo.

Si la fe motoriza el deseo, y si el deseo-de-saber es fundamental a la hora de construir una disciplina, no resultaría conveniente prescindir de ella.

9. La dignidad y el valor de la fe religiosa se sustenta en la acción.

James afirma, con estas palabras, que la fe religiosa tiene una injerencia directa sobre nuestras acciones.

10. Nadie debe prohibir a cada cual su peculiar creencia, ni motejarle por ella; por el contrario, la libertad mental debe ser profunda y cortésmente respetada; solo así prosperará la república intelectual; solo con tal espíritu de íntima tolerancia no será un cuerpo sin vida toda nuestra bendita tolerancia externa, orgullo del empirismo; solo así progresaremos en el mundo especulativo como en el práctico.

Es importante que nuestras creencias individuales nos lleven por caminos no hegemónicos hacia nuevas posibilidades y modos de conocer.

Esperamos que te haya gustado nuestra selección de frases de William James, ¡coméntanos cuál de ellas te parece más interesante! ¿Conoces otras sentencias reveladoras del filósofo? ¿Has leído alguno de sus libros? James fue un defensor de lo que llamamos «libertad de conciencia» y justificaba su postura en una concepción pragmatista de las creencias; podríamos resumir su pensamiento en el lema: cree lo que quieras, mientras esto te permita vivir bien. ¿Estás de acuerdo con James? Nos encantaría conocer tu opinión, así que recuerda escribirnos en la sección de comentarios.