Bien se dice que el escritor latinoamericano no es más que un reflejo de los dolores de sus pueblos. Las letras del sur del continente están impregnadas de una esencia propia, de una energía movilizadora, atravesada por los dramas históricos, tan comunes y repetitivos de las naciones suramericanas. Nombres como el de Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges o Mario Vargas Llosa, han quedado grabados en la cultura literaria universal. Pero en esta oportunidad hemos querido acercarnos a la obra de un chileno fuera de serie. Acompáñanos en Frases de la vida, a descubrir en los libros de Roberto Bolaño, la obra de un escritor de esencia rebelde.
Entre las mayores curiosidades de la literatura encontramos un hecho reiterativo, y es que los escritores suelen tener una personalidad que los aparta del promedio, bien sea por ser ensimismados, depresivos, muy extrovertidos, cambiantes o rebeldes. En torno a Roberto Bolaño, una frase ha quedado revoloteando en la historia: «En Latinoamérica se piensa en los escritores como elementos subversivos o maricones, drogadictos y mentirosos. En el fondo, probablemente sea eso lo que somos.» A través de estas palabras se dibuja una personalidad aguerrida, que se deja ver en su pluma, una de las más destacadas de la era contemporánea.
Nacido en Santiago de Chile en el año 1953 y en el seno de una familia humilde, Roberto Bolaño creció entre Valparaiso, Viña del Mar y el Biobío, sin ninguna relación directa con el mundo de las letras. En 1968, motivados por su madre, la familia se trasladó hasta México, lugar en el que forjaría su personalidad, y empezaría a tomar en serio su carrera de escritor. Desde pequeño fue un lector voraz, pero fue a sus dieciséis años cuando decidió hacer de las letras su único medio de vida.
Las experiencias transcurridas en el Distrito Federal mexicano aparecen en los libros de Roberto Bolaño, representando una de las etapas más importantes de su vida. Sus más de dos decenas de obras, entre novelas, cuentos y ensayos, lo consolidan como una de las grandes voces contemporáneas de la literatura. Descubramos a continuación, lo más destacado de su narrativa.
10 libros de Roberto Bolaño imprescindibles
1. Los detectives salvajes (1998)
Abrimos este recuento por los mejores libros de Roberto Bolaño con una de sus obras maestras, y quizás de las más conocidas internacionalmente, siendo merecedora de los Premios Herralde (1998) y Rómulo Gallegos (1999). Los detectives salvajes fue la quinta novela del chileno, y la escribió en base a los registros vivenciales que él mismo fue documentando durante su estancia en México DF, en la década de 1970, época en la que fundó junto a otros poetas y escritores, el movimiento literario infrarealista.
Según palabras del propio autor, esta novela intenta reflejar un sentimiento de derrota, y también de felicidad generacional. Su estructura se divide en tres partes, siendo la primera y última, el diario del personaje Juan García Madero, un joven de 17 años, estudiante de derecho. Toda la obra se desarrolla entre finales de 1975, época en la que el personaje se encuentra en el Distrito Federal mexicano, y principios de 1976, cuando por diversas circunstancias, termina en el desierto de Sonora. Estas primera y tercera parte están intervenidas por una segunda, en la que Bolaño incluye fragmentos que corresponden a los testimonios de cincuenta y dos personajes distintos, a través de los cuales se plasman las vivencias del México de los años 1976 a 1996.
2. Nocturno de Chile (2000)
La adolescencia y el paso a la adultez de Bolaño ocurrió en México. Su país de origen quedó entonces en una bruma, que sirvió también de aliciente literario. El título original que su autor pensó para esta novela fue Tormenta de mierda, pero sus amigos escritores lo convencieron de que no era buena idea. En cambio se llamó Nocturno de Chile, que en sus propias palabras, «es la metáfora de un país infernal, entre otras cosas. También es la metáfora de un país joven, de un país que no sabe muy bien si es un país o un paisaje.»
Entre los libros de Roberto Bolaño, este se destaca por su particularidad narrativa: está escrito en primera persona, sin divisiones de capítulos ni secciones, y con un sólo punto y aparte en toda su extensión. Cuenta la historia de un sacerdote derechista del Opus Dei, llamado Sebastián Urrutua Lacroix, quien desde su vejez y enfermedad, rememora sin ninguna culpa algunas épocas de su vida, paseándose por la etapa de su colaboración con la Junta Militar de Chile, organizando clases de ideología marxista por solicitud de Augusto Pinochet, durante la década de 1970.
3. Amuleto (1999)
Con el objetivo de hacer una novela río, Amuleto precedió a Nocturno de Chile en una serie de obras que inicialmente serían tres. La última, que se habría titulado Corrida, no fue terminada. Entre los libros de Roberto Bolaño, éste, dedicado a su mejor amigo de la infancia, el poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro, también está lleno de peculiaridades narrativas. Se divide en catorce secciones breves, y se narra en primera persona, empleando una prosa no cronológica, que a veces habla para sí misma y otras para interlocutores ambiguos.
Dejando clara la influencia de México en la literatura de Bolaño, Amuleto se contextualiza en la época del Movimiento de 1968 en el país azteca, especialmente los dramáticos sucesos de finales de la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, entre los que destacó la invasión del ejército a la Ciudad Universitaria de la UNAM, sobre la cual gira la novela, y la posterior Matanza de Tlatelolco.
4. Amberes (2002)
«Amberes me gusta mucho, tal vez porque cuando escribí esa novela yo era otro, en principio mucho más joven y quizás más valiente y mejor que ahora. Y el ejercicio de la literatura era mucho más radical que hoy, que procuro, dentro de ciertos límites, ser inteligible. Entonces me importaba un comino que me entendieran o no.» Con estas palabras se refirió Roberto Bolaño a esta particular novela, pocos meses antes de morir.
Se trata de una obra que emplea un lenguaje experimental, utilizando más dosis de narrativa poética que en el resto de sus novelas. A través de capítulos cortísimos, van transitando las historias de un policía extraviado entre Casteldefels y Barcelona, una joven pelirroja perdida en un camping, varios crímenes ambiguos y misteriosos, un vagabundo jorobado que vive en un bosque, la proyección de una película en dicho bosque, escenas sadomasoquistas que aparecen y desaparecen abruptamente, y un mar desierto que hace desaparecer a las personas que se ven desde lejos. Todas ellas narradas desde las voces de varios narradores.
5. La senda de los elefantes (1984) o Monsieur Pain (1999)
Entre los libros de Roberto Bolaño, La senda de los elefantes destaca por ser de los pocos en los que abundan los diálogos. Se publicó en 1984, gracias a su victoria en el Premio Félix Urabayen del Ayuntamiento de Toledo. Fue reeditada en 1999, bajo el nombre de Monsieur Pain. Es una novela corta, narrada en primera persona, en tiempo pasado y de forma cronológica por su protagonista, teniendo similitudes con un diario personal, de abundantes detalles y precisiones. Toda la historia tiene lugar en París, en el invierno de 1938.
6. Una novelita lumpen (2002)
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Este es el último de los libros de Roberto Bolaño que fue publicado en vida. La novela fue dedicada a sus hijos, estructurada en dieciséis capítulos cortos y narrada en primera persona. En Una novelita lumpen, su protagonista, Bianca, cuenta su vida a raíz de la temprana muerte de sus padres en un accidente automovilístico. Ella y su hermano quedan solos, teniendo que sobrevivir en la misma casa que fue de la familia, en un suburbio de Roma. Las necesidades obligan a los chicos a dejar los estudios y trabajar, y de estas experiencias surgen toda clase de sucesos interesantes, que llevan a Bianca a explorar las facetas de la sexualidad y el engaño.
7. La pista de hielo (1993)
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La pista de hielo está entre los primeros libros de Roberto Bolaño, y en sus páginas se dejan sentir las múltiples influencias culturales que recibió el autor a lo largo de su vida. Según palabras del escritor, esta novela habla de «la belleza, que dura poco y cuyo final suele ser desastroso». Los personajes tienen origen en los lugares en los que Bolaño vivió: Chile, México y España. También se aborda con detalle el trabajo de vigilante nocturno que el propio escritor desempeñó durante un tiempo.
En La pista de hielo se narra la historia de un extraño asesinato, desde las perspectivas diferentes de sus tres protagonistas, que intercalan sus declaraciones de forma independiente en cada capítulo, empleando una herramienta de diversidad de narradores y visiones del mundo y de un suceso en particular, conocida como técnica polifónica. Toda la historia se desarrolla en el pueblo Z, de la Costa Brava en Cataluña.
8. La literatura nazi en América (1996)
Según palabras del propio autor, esta obra trata «de la miseria y de la soberanía de la práctica literaria, y es una antología vagamente enciclopédica de la literatura filonazi producida en América desde 1930 a 2010, un contexto cultural que, a diferencia de Europa, no tiene conciencia de lo que es y donde se cae con frecuencia en la desmesura»». Entre los libros de Roberto Bolaño se menciona este, porque levantó aplausos y opiniones positivas en la crítica literaria, aunque no funcionó muy bien en ventas.
Se trata de una antología ficticia, en la que el autor pretende hacer una especie de enciclopedia de literatura. En sus capítulos se presentan el nombre, fecha y lugar de nacimiento y muerte, así como las biografías de distintos escritores y poetas americanos que manifestaron ser simpatizantes o practicantes del nazismo.
9. El Tercer Reich (2010)
10. 2666 (2004)
Este es uno de los libros de Roberto Bolaño que ha alcanzado mayor reconocimiento mundial, catalogándose de obra maestra. El autor pensó hacer esta historia en cinco publicaciones distintas, pero después de su muerte, sus hijos y su editor decidieron compilar las partes para hacer un solo y gigantesco volumen. Buena parte de la acción de esta historia transcurre en una ciudad ficticia de nombre Santa Teresa, que ha sido identificada como la mexicana Ciudad Juárez.
Si bien a lo largo de las cinco partes, se desarrollan múltiples historias y personajes, todas parecen estar conectados por un eje central: los asesinatos de mujeres en esta ciudad del país azteca. Esta novela colosal no da mucho espacio a su análisis. Requiere simplemente de lectura, pues su tamaño narrativo hará que el lector que entre a ella, nunca vuelva a ser el mismo de antes.
El mismo Bolaño, gravemente enfermo de cáncer y en pleno proceso de creación de esta obra, dijo en una entrevista lo siguiente: «2666 es una obra tan bestial, que puede acabar con mi salud, que ya es de por sí delicada. Y eso que al terminar Los detectives salvajes me juré no hacer nunca más una novela río. Llegué a tener la tentación de destruirla toda, ya que la veía como un monstruo que me devoraba.» Definitivamente, uno de los más imprescindibles entre los libros de Roberto Bolaño.
Bien dicen que en la literatura, la historia es menos importante que la forma en que es narrada. La creación de una voz propia, que se aventure a contar la historia de un país, o la de una simple puesta de sol, dándole nuevos significados al lenguaje, los narradores, los personajes, es realmente lo extraordinario del arte de escribir. Roberto Bolaño, un hombre de entorno humilde, sin grandes posibilidades académicas y con un espíritu autodidacta y rebelde, logró construir esa voz potente y sin precedentes, que le eleva como uno de los grandes escritores de la era contemporánea.
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