¿Quién es Louise Glück?
A lo largo de su carrera, los poemas de Louise Glück han ganado numerosos premios y reconocimientos, incluido el Premio Pulitzer de Poesía en 1993 por su colección «The Wild Iris», y el Premio Nobel de Literatura 2020. Su obra poética se caracteriza por su precisión y sus metáforas conmovedoras, lo que le ha valido el reconocimiento de la crítica y el aprecio de los amantes de la poesía en todo el mundo. Acerquémonos juntos a los más entrañables poemas de Louise Glück.
5 poemas de Louise Glück que debes conocer
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1. La canción de Penélope
Uno de los más dulces poemas Louise Glück es «La canción de Penélope», que navega por los vericuetos del alma. Fue publicado en el poemario «Praderas».
«Pequeña alma, siempre desvestida,
haz esto que te ordeno, trepa
por los estantes de las ramas del abeto;
aguarda en la copa, atenta, como un
centinela o un vigía. Pronto llegará a casa;
te corresponde a ti ser
generosa. Tampoco tú has sido del todo
perfecta; con tu problemático cuerpo
has hecho cosas de las que no deberías
hablar en los poemas. Así que
llámalo a través del mar abierto, del mar resplandeciente
con tu canción oscura, con tu avariciosa,
forzada canción: apasionada,
como María Callas. ¿Quién
no te desearía? ¿A qué apetito
demoniaco no corresponderías? Pronto
regresará de allí por donde transcurra su viaje,
bronceado por el tiempo fuera de casa, reclamando
su pollo asado. Ah, tendrás que darle la bienvenida,
tendrás que sacudir las ramas del árbol
para captar su atención,
pero con cuidado, con cuidado, no sea
que desfiguren su hermoso rostro
demasiadas agujas al caer.»
2. Madre e hijo
Este es el próximo de los poemas Louise Glück que queremos presentarse. Un texto hermoso y cargado de sensibilidad, que se publicó originalmente en el poemario «Las siete edades». No dejes de leer estas frases de madres e hijos.
«Todos somos soñadores; ninguno sabe quién es.
Alguna máquina nos hizo; la máquina del mundo,
la familia que restringe.
Después, de vuelta al mundo, pulidos por suaves látigos.
Soñamos; no recordamos.
La máquina de la familia: pelaje oscuro,
selvas del cuerpo de la madre.
La máquina de la madre: blanca ciudad dentro de ella.
Y antes de eso: tierra y aire.
Musgo entre las piedras, briznas de hojas y de hierba.
Y antes, células en una gran oscuridad.
Y antes de eso, el mundo tras un velo.
Para esto naciste: para silenciarme.
Células de mi madre y de mi padre, llegó el momento
de ser fundamentales, de ser la obra maestra.
Yo improvisé, nunca recordé.
Ahora es tu turno de entrar en acción;
tú eres el que pide saber:
¿Por qué sufro? ¿Por qué soy ignorante?
Células en una gran oscuridad.
Alguna máquina nos hizo;
es tu turno ahora de exigirle, de volver a preguntarle:
¿para qué existo? ¿Para qué existo?»
3. Antes de la tormenta
Sumamos a los bellos poemas de Louise Glück que hemos seleccionado, esta pieza sensible y sencilla, que fue publicada en el poemario «Una vida de pueblo».
«Habrá lluvia mañana, pero esta noche el cielo está despejado,
brillan las estrellas.
Aun así, se acerca la lluvia,
quizás suficiente para ahogar las semillas.
Hay un viento que empuja a las nubes desde el mar;
antes de verlas, sientes el viento.
Mejor miras los campos ahora,
observa cómo se ven antes de que se inunden.
Luna llena. Ayer, una oveja escapó al bosque,
y no cualquier oveja: el carnero, el futuro entero.
Si lo vemos de nuevo, veremos sus huesos.
La hierba se estremece un poco; tal vez el viento pasa a través de ella.
Y las nuevas hojas de los olivos tiemblan del mismo modo.
Ratones en los campos. Donde cace el zorro,
habrá sangre mañana en la hierba.
Pero la tormenta, la tormenta la lavará.
En una ventana, hay un chico sentado.
Lo mandaron a dormir, en su opinión, demasiado temprano. Así que se sienta junto a la ventana; ahora todo está resuelto.
Donde estés es donde dormirás, donde despertarás la mañana siguiente.»
4. Un mito sobre la inocencia
La inocencia y la dulzura son temas que se repiten en el universo de los poemas Louise Glück . Este poema es una de las mejores muestras de ello. Se trata de un fragmento del poemario «Averno».
«Un verano sale al campo, como de costumbre,
se para un momento en el estanque donde suele
mirarse para ver si detecta algún cambio.
Ve a la misma persona, la túnica horrible
de su condición de hija aún sobre sus hombros.
En el agua el sol parece estar al lado.
Ella piensa: Otra vez mi tío que me espía.
Todo en la naturaleza es, de algún modo, su pariente.
Piensa: Nunca estoy sola
y hace del pensamiento una plegaria.
La muerte viene así, como respuesta a una plegaria.
Nadie puede ya entender lo hermoso que él era.
Perséfone sí lo recuerda, y que él la abrazaba allí,
delante de su tío.
Recuerda el reflejo del sol en sus brazos desnudos.
Eso es lo último que recuerda claramente.
Después el dios oscuro se la llevó.
Recuerda también, de un modo menos claro,
la terrible intuición de que ya jamás podría
vivir sin él.»
5. Puesta de sol
Y cerramos nuestro viaje por lo mejor de los poemas Louise Glück con esta pieza que es un llamado a la vida, a la simpleza y a enaltecer a nuestro entorno natural. Pertenece al poemario «Una vida de pueblo».
«En el mismo instante en que se pone el sol,
un granjero quema hojas secas.
No es nada, este fuego.
Es cosa pequeña, controlada,
como una familia gobernada por un dictador.
Aun así, cuando arde,
el granjero desaparece;
es invisible desde el camino.
Comparados con el sol, aquí todos los fuegos
son breves, cosa de aficionados;
se acaban cuando se consumen las hojas.
Entonces reaparece el granjero, rastrillando cenizas.
Pero la muerte es real.
Como si el sol hubiera terminado lo que vino a hacer,
hubiera hecho crecer el campo y entonces
hubiera inspirado la quema de la tierra.
Así que ahora puede ponerse.»
Como verás, los poemas Louise Glück son un alucinante viaje al interior de una obra repleta de belleza y sensibilidad. Y si eres amante de la poesía, te dejamos con esta selección de los mejores poemas del maestro Ruben Darío. ¡Hasta la próxima!