Hoy se conmemora uno de los momentos más importantes del año: El Día de la Mujer. En este día no solo se celebra la belleza (en todos los sentidos) de la naturaleza femenina, sino también reivindica la lucha de las mujeres por un lugar en el mundo, por ser reconocidas desde sus habilidades, sus ideas, sus pensamientos. Y como sabemos que ser mujer no es, en absoluto, una tarea sencilla, en este artículo de Frases de la Vida hemos seleccionado algunos de los mejores poemas para el Día de la Mujer, así honraras a aquellas a las que más amas y les recordarás lo especiales que son para ti.

Poemas para el Día de la Mujer: Conmemoración de lucha y esfuerzo

poemas para el día de la mujer

Los versos que conocerás a continuación son las palabras ideales para reconocer la fuerza de las mujeres, su intelecto, su bondad y todas aquellas cosas que les dan su belleza características. Estos poemas apelan al alma femenina, aquello que construye y sostiene al mundo, ¡no te los pierdas!

1. En perseguirme mundo, ¿qué interesas? ─ Sor Juana Inés de la Cruz

El primero de los poemas para el Día de la Mujer es de la increíble Sor Juana Inés de la Cruz. En él reflexiona sobre la mujer, sobre lo que se espera de ella en un mundo convulso y lleno de exigencias; un mundo en donde las verdades a veces se entienden como vanidades.

En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?

¿En qué te ofendo, cuando sólo intento

poner bellezas en mi entendimiento

y no mi entendimiento en las bellezas? Yo no estimo tesoros ni riquezas;

y así, siempre me causa más contento

poner riquezas en mi pensamiento

que no mi pensamiento en las riquezas. Y no estimo hermosura que, vencida,

es despojo civil de las edades,

ni riqueza me agrada fementida, teniendo por mejor, en mis verdades,

consumir vanidades de la vida

que consumir la vida en vanidades.

2. Mujer ─ Rosalía Castro

Continuamos con los poemas para el Día de la Mujer con Mujer, un poema que describe lo bello de la feminidad, lo bello de ser diferentes, de tener sobre la espalda femenina el devenir del mundo.

Ángel, tu voz me da alegrías

llega a mi agitado seno

como raudal puro y lleno

de secretas armonías.

Murmurios siento de amor

inefable, y me parece

que ancho río en torno crece

con suavísimo rumor.

Sus aguas son como el cielo,

azules, cada onda leve,

pureza de blanca nieve,

muestra con casto recelo.

Y salpicando mi frente

de nubes oscuras llena,

cada gota una azucena

hace brotar de repente […]

3. Él era débil y yo era fuerte ─ Emily Dickinson

Nada mejor que las palabras de Emily Dickinson para dedicar con los poemas para el Día de la Mujer. En estos versos relata cómo las emociones, la vida misma nos hace fuertes y nos hace débiles dependiendo de la situación. Pero ninguna de esas dos características es exclusiva de un solo género.

Él era débil y yo era fuerte,

después él dejó que yo le hiciera pasar

y entonces yo era débil y él era fuerte,

y dejé que él me guiara a casa.

No era lejos, la puerta estaba cerca,

tampoco estaba oscuro, él avanzaba a mi lado,

no había ruido, él no dijo nada,

y eso era lo que yo más deseaba saber.

El día irrumpió, tuvimos que separarnos,

ahora ninguno de los dos era más fuerte,

él luchó, yo también luché,

¡pero no lo hicimos a pesar de todo!

4. Balada en honor de las musas de carne y hueso ─ Rubén Darío

Rubén Darío nos trae otro de los grandes poemas para el Día de la Mujer. En él se honra a las féminas, mujeres que son capaces de enfrentarlo todo y salir siempre adelante, sin importar las adversidades.

Nada mejor para cantar la vida,

y aun para dar sonrisas a la muerte,

que la áurea copa donde Venus vierte

la esencia azul de su viña encendida.

Por respirar los perfumes de Armida

y por sorber el vino de su beso,

vino de ardor, de beso, de embeleso,

fuérase al cielo en la bestia de Orlando,

¡Voz de oro y miel para decir cantando:

la mejor musa es la de carne y hueso! […]

5. Hijas del viento ─ Alejandra Pizarnik

¿Y cómo no incluir a Alejandra Pizarnik dentro de los poemas para el Día de la Mujer? Aunque no es el poema más feliz, si es un buen reflejo de la lucha de la mujer, de cada una de las dificultades que ha tenido que sortear.

Han venido.

Invaden la sangre.

Huelen a plumas,

a carencia,

a llanto.

Pero tú alimentas al miedo

y a la soledad

como a dos animales pequeños

perdidos en el desierto.

Han venido

a incendiar la edad del sueño.

Un adiós es tu vida.

Pero tú te abrazas

como la serpiente loca de movimiento

que sólo se halla a sí misma

porque no hay nadie.

Tú lloras debajo de tu llanto,

tú abres el cofre de tus deseos

y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad

que las palabras se suicidan.

6. Si Dios fuera mujer ─ Mario Benedetti

Por último, Si Dios fuera mujer es un poema que delata todo lo que podría pasar si la mujer fuera verdaderamente tenida en cuenta y respetada. El mundo se sostiene con ellas y Mario Benedetti lo sabe muy bien.

¿Y si Dios fuera mujer?

pregunta Juan sin inmutarse,

vaya, vaya si Dios fuera mujer

es posible que agnósticos y ateos

no dijéramos no con la cabeza

y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez

para besar sus pies no de bronce,

su pubis no de piedra,

sus pechos no de mármol,

sus labios no de yeso. […]​

¡Así llegamos al final de nuestro artículo sobre poemas para el Día de la Mujer! Pero no queremos irnos sin preguntarte: ¿cuál de ellos te gustó más? ¿cuál otro dedicarías este día especial? ¡Estamos ansiosos por leerte!