Los cuentos forman parte de la cultura de la humanidad desde hace milenios. Y entre todas sus tipologías, los de terror cosechan verdaderos fanáticos. Los libros de terror, las historias y leyendas, han pasado de generación en generación, haciendo erizar la piel de cientos, miles de personas alrededor del mundo. Sea por noche de brujas, por la noche de los muertos o simplemente para ponerle emoción a una pijamada, los cuentos de terror siempre son una buena idea. Hoy en Frases de la Vida te compartimos una selección de cuentos, que te helarán las venas. ¿Te atreves a acompañarnos…?

5 cuentos de terror… para antes de dormir

1. Anillos en sus dedos

Iniciamos con Anillos en sus dedos, uno de los cuentos de terror que seguro te hará morder tus uñas…  pertenece al libro Historias de miedo para contar en la oscuridad, de Alvin Schwartz. Conócelo:

«Daisy Clark había estado en coma durante más de un mes cuando el médico dijo que finalmente había muerto. Fue enterrada en un fresco día de verano en un pequeño cementerio a un kilómetro y medio de su casa.

“Que descanse siempre en paz”, dijo su marido. Pero no lo hizo. A última hora de la noche, un ladrón de tumbas con una pala y una linterna comenzó a desenterrarla. Como la tierra seguía estando suelta, llegó rápidamente al ataúd y lo abrió. Su presentimiento era cierto. Daisy había sido enterrada portando dos valiosos anillos: un anillo de bodas con un diamante y un anillo con un rubí que brillaba como si estuviera vivo.

El ladrón se arrodilló y extendió sus manos dentro del ataúd para arrebatar los anillos, pero estaban totalmente adheridos a sus dedos. Así que decidió que la única manera de hacerse con ellos era cortando los dedos con un cuchillo. Pero cuando cuando cortó el dedo con la alianza, este comenzó a sangrar, y Daisy Clark comenzó a moverse. ¡De repente, ella se sentó! Aterrorizado, el ladrón se puso en pie. Golpeó accidentalmente la linterna y la luz se apagó.

Podía oír a Daisy salir de su tumba. Al pasar junto a él en la oscuridad, el ladrón se quedó allí congelado de miedo, aferrando el cuchillo con la mano. Cuando Daisy lo vio, se cubrió con su sudario y le preguntó: ¿”Quién eres?”. Al escuchar hablar al “cadáver”, el ladrón de tumbas corrió. Daisy se encogió de hombros y siguió caminando, y no miró hacia atrás ni una sola vez.

Pero llevado por su temor y confusión, el ladrón huyó en la dirección equivocada. Se lanzó de cabeza en la tumba aún abierta, cayó sobre el cuchillo que llevaba en su mano y él mismo se apuñaló. Mientras Daisy caminaba hacia su hogar, el ladrón se desangró hasta morir.»

2. El desafío del cementerio

Otro de los cuentos de terror que más nos ha gustado es El desafío del cementerio, cuyo autor es Jan Harold Brunvand. Pertenece a la obra Tened miedo… Mucho miedo. El libro de las leyendas urbanas de terror.

«Varias adolescentes habían ido a pasar la noche en casa de una amiga, aprovechando que sus padres estaban de viaje. Cuando apagaron las luces se pusieron a hablar de un viejo al que acababan de enterrar en un cementerio cercano. Se decía que lo habían enterrado vivo y que se le podía escuchar arañando el ataúd, intentando salir.

Una de las chicas se burló de aquella idea, así que las otras la desafiaron a que se levantara y fuera a visitar la tumba. Como prueba de que había ido, tenía que clavar una estaca de madera sobre la tierra de la tumba. La chica se fue y sus amigas apagaron la luz otra vez y esperaron a que volviera.

Pero pasó una hora, y otra más, sin que tuvieran noticias de su amiga. Se quedaron en la cama despiertas, cada vez más aterradas. Llegó la mañana y la chica no había aparecido. Aquel mismo día, los padres de la chica regresaron a casa y, junto al resto de padres, acudieron al cementerio. Encontraron a la chica tirada sobre la tumba… Muerta. Al agacharse para clavar la estaca en el suelo, había pillado también el bajo de su falda. Cuando intentó levantarse y no pudo, creyó que el viejo muerto la había agarrado. Murió del susto en el acto.»

3. Ven a jugar conmigo

Otro de nuestros favoritos en esta selección de cuentos de terror, es Ven a jugar conmigo. Su autoría se atribuye al apartado Historias de miedo para campamentos de la web de cultura popular oral Anecdonet. Si te gusta morder tus uñas antes de dormir, ¡no te lo pierdas!

«Hace un tiempo, una amiga mía y yo decidimos hacer espiritismo por primera vez, ya que nunca antes nos habíamos atrevido a hacerlo. Llamamos a otras dos amigas para que nos acompañaran, ya que a mí me habían dicho que probablemente con solo dos personas sería más difícil que pasara algo. Nos costó trabajo convencerlas, pero al final cedieron. Lo preparamos todo y, un poco asustadas, comenzamos a hacer la ouija.

Durante la sesión, una de las compañeras a las que habíamos llamado dijo: “Yo me voy de aquí, menuda tontería esta de la ouija”. Nosotras nos asustamos un poco y decidimos dejarlo para otro momento.

Al cabo de unos días, la compañera que se había ido me llamó aterrorizada, diciéndome que, de camino a casa después de haber ido a estudiar a la biblioteca, al pasar por delante de una casa en ruinas que hay cerca de su hogar, una niña vestida de blanco le había pedido que jugara con ella. Mi amiga le dijo que no podía ya que tenía prisa por llegar a su casa, y acto seguido, la niña comenzó a llorar con lágrimas de sangre. Mi amiga salió de allí corriendo y al llegar a casa fue cuando me llamó. Hasta ahí fue lo que me contó mi amiga. En un principio me lo tomé a broma, pero algo me hacía pensar que mi amiga hablaba muy en serio.

En mi habitación comencé a darle vueltas al asunto y me acordé del día en que habíamos hecho espiritismo y de las malas maneras con las que mi amiga se había retirado. Pensé que no tendría nada que ver y me dormí. Al día siguiente esa misma amiga me llamó porque iba a quedarse sola en casa estudiando y tenía miedo, así que decidí acompañarla ya que yo tenía también que estudiar. Cogí un autobús y, ya en su casa, nos pusimos a estudiar. De repente, oímos a nuestra espalda un ruido como de arañazos. Las dos miramos y comprobamos horrorizadas que la niña que ella me había descrito estaba sentada sobre la cama de mi amiga, arañando la pared. Salimos corriendo de la habitación y al llegar a la puerta observé que mi amiga no estaba, pero yo estaba demasiado asustada para esperarla.

Un rato después, la policía llamó a mi casa informándome de que mi amiga había muerto de un ataque de asma. La habían encontrado en las escaleras de su casa, con una expresión de terror en su cara. Yo estuve en tratamiento psiquiátrico unos meses y ya me estaba recuperando, pero el otro día, en mi buzón apareció una nota escrita con letra de niña pequeña que decía: “Tu amiga murió por no jugar conmigo. Tengo una muñeca nueva…”. Yo creo que es una broma, ya que nuestra historia se ha hecho bastante popular en el pueblo, pero por otra parte tengo miedo… ¿vendrá a por mí?»

4. ¿Has subido a ver a los niños?

Jan Harold Brunvand es el autor del siguiente de nuestros cuentos de terror, que fue publicado en Tened miedo… Mucho miedo. El libro de las leyendas urbanas de terror. Si te animas a no poder conciliar el sueño, ¡disfrútalo!

«Una adolescente está cuidando por primera vez a unos niños en una casa enorme y lujosa. Acuesta a los niños en el piso de arriba, y, cuando apenas se ha sentado delante de la televisión, suena el teléfono. A juzgar por su voz, el que llama es un hombre. Jadea, ríe de forma amenazadora y pregunta: “¿Has subido a ver a los niños?”.

La canguro cuelga convencido de que sus amigos le están gastando una broma, pero el hombre vuelve a llamar y pregunta de nuevo: “¿Has subido a ver a los niños?”. Ella cuelga a toda prisa, pero el hombre llama por tercera vez, y esta vez dice: “¡Ya me he ocupado de los niños, ahora voy a por ti!”.

La canguro está verdaderamente asustada. Llama a la policía y denuncia las llamadas amenazadoras. La policía pide que, si vuelve a llamar, intente distraerle al teléfono para que les de tiempo a localizar la llamada.

Como era de esperar, el hombre llama de nuevo a los pocos minutos. La canguro le suplica que la deje en paz, y así le entretiene. Él acaba por colgar. De repente, el teléfono suena de nuevo, y a cada timbrazo el tono es más alto y más estridente. En esta ocasión, es la policía, que le da una orden urgente: “¡Salga de la casa inmediatamente! ¡Las llamadas vienen del piso de arriba!”.

5. La cosa

Y cerramos nuestra selección de geniales cuentos de terror, con La cosa, una historia de Alvin Schwartz publicada en su texto Historias de miedo para contar en la oscuridad. Veamos de qué se trata.

«Ted Martin y Sam Miller eran buenos amigos. Ambos pasaban mucho tiempo juntos. En esa noche en particular estaban sentados sobre una valla cerca de la oficina de correos hablando sobre nada en particular.

Había un campo de nabos enfrente de la carretera. De repente vieron algo arrastrarse fuera del campo y ponerse en pie. Parecía un hombre, pero en la oscuridad resultaba difícil saberlo a ciencia cierta. Luego desapareció. Pero pronto apareció de nuevo. Se acercó hasta la mitad de la carretera, en ese momento se dio la vuelta y regresó al campo.

Después salió por tercera vez y se dirigió hacia ellos. Llegados a ese punto Ted y Sam sentían miedo y comenzaron a correr. Pero cuando finalmente se detuvieron, pensaron que se estaban comportando como unos bobos. No estaban seguros de lo que les había asustado. Por lo que decidieron volver y comprobarlo.

Lo vieron muy pronto, porque venía a su encuentro. Llevaba puestos unos pantalones negros, camisa blanca y tirantes oscuros. Sam dijo: “Intentaré tocarlo. De ese modo sabremos si es real”.

Se acercó y escudriñó su rostro. Tenía unos ojos brillantes y maliciosos profundamente hundidos en su cabeza. Parecía un esqueleto. Ted echó una mirada y gritó, y de nuevo él y Sam corrieron, pero esta vez el esqueleto los siguió. Cuando llegaron a casa de Ted, permanecieron frente a la puerta y lo observaron. Se quedó un momento en el camino y luego desapareció.

Un año más tarde Ted enfermó y murió. En sus últimos momentos, Sam se quedó con él todas las noches. La noche en que Ted murió, Sam dijo que su aspecto era exactamente igual al del esqueleto.»

¿Qué te han parecido nuestros cuentos de terror? ¿Te animarías a compartir alguno de ellos en noche de brujas con tus amigos? Déjanos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si quieres conocer más sobre el género, no te pierdas esta selección de los mejores libros de Stephen King, el maestro del terror. ¡Hasta la próxima!