100 frases de Ana Frank | Un diario en contra de guerra

Anna Frank fue una niña judía alemana que se hizo conocida a nivel mundial después de escribir un diario íntimo donde relató los años que vivió escondida durante la ocupación nazi en Amsterdam. Tiempo después, este diario se editaría y se llamaría El diario de Ana Frank, impreso en 70 idiomas. Con apenas trece años, Ana utilizó la escritura para liberar el alma de su encierro, y de estas notas salió a relucir la fortaleza de una niña atrapada en un conflicto de adultos. Para rendirle tributo, hoy hemos seleccionado las mejores 100 frases de Ana Frank.

Nació en Fráncfort del Meno, Alemania, en el seno de una familia judía. Después de que los nazis mejoraran su posición en el poder, tuvieron que mudarse a Amsterdan. Fue a la edad de trece años cuando a Ana le regalaron un diario, algo que la hizo tremendamente feliz y que comenzaría a utilizar desde entonces. Cuando la situación se hizo insostenible, la familia de Ana tuvo que esconderse en un viejo edificio detrás de una estantería. Fueron dos años y poco más los que estuvieron allí, pues el 4 de agosto de 1944 fueron arrestados por los nazis y enviados a diferentes campos de concentración. Al Holocausto solo sobreviviría su padre, Otto Frank, y Ana murió de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Posteriormente, su padre recogería el diario y lo editaría.

Ana Frank es todo un ejemplo de superación, habiéndose enfrentándose de una manera valiente a los horrores de la guerra. Sin más demora, os dejamos con este recopilatorio de las mejores frases de Ana Frank.

100 frases de Ana Frank, un diario en contra de la guerra

1. Toda persona tiene dentro de él algo bueno. La noticia es que usted no sabe lo grande que puede ser. Cuando se puede amar, ¡Cuánto se puede lograr!

2. Puedo deshacerme de todo cuando escribo; mis dolores desaparecen, mi valor renace.

3. No se nos permite tener nuestra propia opinión. La gente quiere que mantengamos la boca cerrada, pero eso no te impide tener tu propia opinión.Todo el mundo debe poder decir lo que piensa.

4. Debe ser horrible sentir que no se es necesario.

5. A largo plazo, el arma más afilada es un espíritu amable y gentil.

6. No pienso en la miseria sino en la belleza que aún permanece.

7. Los débiles mueren y los fuertes sobrevivirán, y vivirán para siempre.

8. La pereza puede parecer atractiva, pero el trabajo da satisfacción.

9. Lo que se hace no se puede deshacer, pero se puede prevenir que vuelva a ocurrir.

10. Las desgracias nunca vienen solas.

11. Los padres sólo pueden dar buenos consejos o ponernos en el camino del bien, pero la formación del carácter de una persona reside en ella misma.

12. Escribir un diario es una experiencia muy extraña para alguien como yo. No sólo porque yo nunca he escrito nada antes, también porque me parece que más adelante ni yo ni nadie estará interesado en las reflexiones de una niña de trece años de edad.

13. El mejor remedio para los que tienen miedo, se sienten solos o infelices, es salir a la calle, en algún lugar en el que puedan estar a solas con el cielo, la naturaleza y con Dios.

14. Hay una sola regla que necesitas recordar: ríete de todo y olvídate de todos. Suena egoísta, pero de hecho, es la única cura para los que sufren de autocompasión.

15. Las riquezas todos las pueden perder, pero que la felicidad en tu propio corazón sólo pueden ser velada, y te llevará de nuevo la felicidad, siempre y cuando vivas.

16. Nuestras vidas se forman gracias a nuestras elecciones. Primero hacemos nuestras elecciones. Entonces nuestras decisiones nos hacen a nosotros.

17. Mientras puedas mirar al cielo sin temor, sabrás que eres puro por dentro y que pase lo que pase volverás a ser feliz.

18. ¡Las mujeres deben ser respetadas! En términos generales, los hombres son reconocidos con gran aprecio en todas partes del mundo, así que: ¿por qué las mujeres no pueden ser consideradas también? A los soldados y héroes de guerra se les honra y conmemora. A los exploradores se les otorga fama inmoral y los mártires son respetados, pero ¿cuántas personas ven a las mujeres también como soldados?

19. Nadie se ha hecho pobre por dar.

20. Yo sé lo que quiero, tengo un objetivo, una opinión, tengo una religión y amor. Déjame ser yo misma. Sé que soy una mujer, una mujer con fuerza interior y un montón de coraje.

21. No supongas demasiado, no lleva a ninguna parte.

22. Me gustaría seguir viviendo incluso después de mi muerte.

23. Mantengo mis ideales porque a pesar de todo, aún creo que la gente son realmente buenas de corazón.

24. Para amar a alguien, tengo que admirarlos y respetarlos.

25. Quien es feliz hará felices a los demás también.

26. Los jóvenes no tienen miedo de decir la verdad.

27. En el futuro voy a dedicar menos tiempo al sentimentalismo y más tiempo a la realidad.

28. Los recuerdos significan más para mí que los vestidos.

29. De todos modos, he aprendido una cosa ahora. Sólo se puede realmente llegar a conocer a las personas cuando se ha tenido una buena pelea con ellas. Entonces, y sólo entonces, se puede juzgar su verdadero carácter.

30. Hago todo lo posible para complacer a todo el mundo, mucho más de lo que jamás te imaginarías. Trato de reír por si fuera poco, porque yo no quiero que sepan mis problemas.

31. Quiero que algo de mí perdure después de la muerte.

32. A la gente no se la conoce bien hasta que no se ha tenido una verdadera pelea con ella. Solo entonces puede uno juzgar el carácter que tienen.

33. Mi consejo es: Sal fuera, a los prados, a la naturaleza y al sol. Sal fuera y trata de reencontrar la felicidad en ti misma; piensa en todas las cosas bellas que hay dentro de ti y a tu alrededor, y sé feliz.

34. Siento las cosas de modo distinto a cuando las digo.

35. El ser humano puede sentirse solo a pesar del amor de muchos, porque para nadie es realmente el más querido.

36. Tengo ganas de escribir y aún más de sondear mi corazón sobre toda clase de cosas.

37. Pero quiero progresar; no puedo imaginarme que tuviera que vivir como mamá, la señora Van Daan y todas esas mujeres que hacen sus tareas y que más tarde todo el mundo olvidará. Aparte de un marido e hijos, necesito otra cosa a la que dedicarme. No quiero haber vivido para nada, como la mayoría de las personas. 

38. Ganarse la felicidad significa hacer el bien y trabajar, no especular y ser perezoso. La pereza puede parecer atractiva, pero solo el trabajo te da verdadera satisfacción.

39. Esta semana he leído mucho y he estudiado poco. Así han de hacerse las cosas en este mundo, y así seguro que se llega lejos.

40. Las mujeres deberían ser respetadas también. En general los hombres se mantienen en alta estima en todas las partes del mundo, por lo que ¿por qué las mujeres no tienen su parte?

41. Sé muy bien que en ese caso el círculo de personas en torno a mí se reduciría bastante, pero ¿qué importaría que no me quedaran sino unas pocas personas? Pocas, pero sinceras.

42. La gente siempre seguirá un buen ejemplo; sé el que pone un buen ejemplo, no pasará mucho tiempo antes de que otros lo sigan. 

43. La tristeza viene de sentir lástima por ti mismo y la felicidad por la alegría.

44. Los sentimientos no pueden ser ignorados, no importa lo injustos o ingratos que parezcan.

45.  He llegado al punto donde nace toda esta idea de escribir un diario: no tengo ninguna amiga.

46. Aunque sólo tengo 14 años, sé bastante bien qué quiero, sé quién está en lo cierto y quién esta equivocado. Tengo mis opiniones, mis propias ideas y principios, y aunque parezca bastante alocado de una adolescente, me siento más persona que un niño, me siento bastante más independiente que cualquiera.

47. A los jóvenes nos resulta difícil conservar nuestras opiniones en unos tiempos en los que se destruye y se aplasta cualquier idealismo.

48. Y sin embargo todo sigue siendo tan difícil, ya sabes a lo que me refiero, ¿verdad? Deseo fervorosamente que me dé un beso, ese beso que está tardando tanto. ¿Seguirá considerándome solo una amiga? ¿Acaso no soy ya algo más que eso? Tú sabes y yo sé que soy fuerte, que la mayoría de las cargas las soporto yo sola.

49. Te amo con un amor tan grande que simplemente no podía seguir creciendo en mi interior, pero tuvo que saltar y revelarse en toda su magnitud.

50. Ganarse la felicidad implica trabajar para conseguirla, y hacer el bien y no especular ni ser un holgazán. La holgazanería podrá parecer atractiva, pero la satisfacción solo la da el trabajo.

51. No soy rica en dinero ni en bienes terrenales; no soy hermosa, ni inteligente, ni lista; ¡pero soy feliz y lo seguiré siendo! Soy feliz por naturaleza, quiero a las personas, no soy desconfiada y quiero verlas felices conmigo.

52. No puedo imaginar cómo alguien puede decir “soy débil” y seguir siéndolo. Después de todo, si lo sabes, por qué no luchar contra ello, por qué no entrenar el carácter. La respuesta es: porque es mucho más sencillo no hacerlo.

53. Realizar una cosa fácil no demanda ningún esfuerzo. Hay que practicar el bien y trabajar para merecer la dicha, y no se llega a ella a través de la especulación y la pereza. La pereza seduce, el trabajo satisface.

54. Mira como una sola vela puede tanto desafiar como definir la oscuridad.

55. Quienes no escriben no saben lo bonito que es escribir. Antes siempre me lamentaba por no saber dibujar.

56. El 4 de agosto de 1944, entre las diez y las diez y media de la mañana, un automóvil se detuvo frente a la casa de Prinsengracht 263. De él se bajó Karl Josef Silberbauer, un sargento de las SS alemanas, de uniforme, junto con tres asistentes holandeses, miembros de la Grüne Polizei (policía verde), vestidos de paisano, pero armados. Sin duda, alguien había delatado a los escondidos.

57. ¿De qué sirve pensar en la miseria cuando ya eres miserable?

58. Las personas que tienen una religión deberían de estar contentas, porque no a todos les es dado creer en cosas sobrenaturales.

59. Todo el mundo tiene dentro de si una pieza de buenas noticias. Las buenas noticias son que no sabes lo grande que puedes ser. Cuánto puedes amar. Cuánto puedes conseguir y cuál es tu potencial.

60. Me he dado cuenta que siempre hay un poco de belleza: en la naturaleza, en el sol, la libertad, en nosotros mismos; y todo esto puede ayudarme.

61. Cuando escribo, puedo deshacerme de todos mis problemas.

62. Creo firmemente que la naturaleza puede brindar consuelo a todos los que sufren.

63. El llanto es capaz de proporcionar alivio, pero tiene que haber alguien con quien llorar.

64. ¿Cuándo se nos concederá el privilegio de respirar aire fresco?

65. Todos vivimos con el objetivo de ser felices; nuestras vidas son diferentes y aún las mismas.

66. Pienso mucho, pero digo poco. Me pongo contenta cuando le veo y si al mismo tiempo brilla el sol.

67. Soy mi mejor y más duro crítico. Sé lo que es bueno y lo que no.

68. Vivo en un tiempo loco.

69. ¿Acaso no acabo de decir que no me quiero precipitar? Perdóname, no por nada tengo fama de ser un manojo de contradicciones…

70. Considérame simplemente como un ser que a veces siente que el cáliz de su amargura está lleno hasta los bordes.

71. Si la gente quisiera, tendrían en sus manos hacer un mundo más grande, más hermoso y mejor, pero se ocupan de cosas superficiales, sin pensar en la belleza real.

72. Una persona de cincuenta y cuatro años que todavía es tan pedante y de mente pequeña debe serlo por naturaleza y nunca mejorará.

73. La única manera de conocer verdaderamente una persona es discutir con ellos. Porque cuando discuten en su punto más álgido, revelan su verdadero carácter.

74. Esta semana he estado leyendo mucho y haciendo poco trabajo. Esa es la manera en que deben ser las cosas. Eso es sin duda el camino hacia el éxito.

75. Mientras esto existe, este sol y este cielo despejado, mientras lo disfruto, ¿Cómo puedo estar triste?

76. Nadie debe saber que mi corazón y mi mente están constantemente en guerra uno con otro.

77. Nunca creeré que los poderosos, los políticos y los capitalistas sean los únicos responsables de la guerra. No, el hombre común y corriente, también se alegra de hacerla. Si así no fuera, hace tiempo que los pueblos se habrían rebelado.

78. Quiero escribir, pero más que eso, quiero sacar todo tipo de cosas que yacen enterradas profundamente en mi corazón.

79. Considérame simplemente como un ser que a veces siente que el cáliz de su amargura está lleno hasta los bordes.

80. La gente puede fácilmente ser tentada por dejadez… y por el dinero.

81. Doy lo mejor de mi para agradar a todo el mundo, mucho más de lo que imaginarían. Intento reírme de todo, porque no quiero dejar que vean mis problemas.

82. Me puse a hojear en mi diario y me topé varias veces con cartas que tratan el tema de la madre con tanta vehemencia, que me asusté y me pregunté: Ana, ¿eres tú la que hablabas de odio? Oh, Ana, ¿cómo has podido escribir una cosa así?. Me quedé con el diario abierto en la mano, y me puse a pensar en cómo había podido ser que estuviera tan furiosa y tan verdaderamente llena de odio, que tenía que confiártelo todo. He intentado comprender a la Ana de hace un año y de perdonarla, porque no tendré la conciencia tranquila mientras deje que sigas cargando con estas acusaciones, y sin que te haya explicado cómo fue que me puse así.

83. He alcanzado el punto en que no me importa si vivo o muero. El mundo seguirá girando sin mi, no puedo hacer nada para cambiar los acontecimientos de todas formas.

84. Nadie se salva. Los enfermos, los ancianos, los niños, los bebés y las mujeres embarazadas marcharon hacia la muerte.

85. Hay cosas que ocurren cada día, pero estoy demasiado cansada y perezosa para escribirlas.

86. Espero que con el tiempo sea como él sin tener que pasar por todo lo que él ha pasado.

87. Quiero echar un nuevo vistazo a las cosas y formar mi propia opinión, no solo simular a mis padres, como en el proverbio “La manzana nunca cae lejos del árbol”.

88. Podrán callarnos, pero no pueden impedir que tengamos nuestras propias opiniones.

89. El amor no puede ser forzado.

90. El papel tiene más paciencia que la gente.

91. En el futuro no le tendré miedo a la verdad, puesto que cuanto más se la pospone, tanto más difícil es enfrentarla.

92. Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados.

93. Lo que se ha hecho no se puede deshacer, pero se puede evitar que ocurra de nuevo.

94. Llegará el día en que termine esta horrible guerra y volveremos a ser personas como los demás, y no solamente judíos.

95. Una y otra vez me pregunto si no habría sido mejor para todos que en lugar de escondernos ya estuviéramos muertos y no tuviéramos que pasar por esta pesadilla, y sobre todo que no comprometiéramos a los demás. Pero también esa idea nos estremece, todavía amamos la vida, aún no hemos olvidado la voz de la naturaleza, aún tenemos esperanzas, esperanzas de que todo salga bien. Y ahora, que pase algo pronto, aunque sean tiros, eso ya no nos podrá destrozar más que esta intranquilidad, que venga ya el final, aunque sea duro, así al menos sabremos si al final hemos de triunfar o si sucumbiremos.

96. Desde que la vida empezó, la regla se estableció: ¡Nuestras faltas ignoramos, las del prójimo aumentamos!

97. ¡Qué maravilloso es que nadie necesite esperar ni un solo momento antes de comenzar a mejorar el mundo!

98. Quien es feliz hace feliz a los demás también.

99. Las mujeres son soldados mucho más valientes y heroicos, que combaten y padecen dolores para preservar a la humanidad, mucho más que tantos libertadores con todas sus bonitas historias…

100. La riqueza, la fama, todo se puede perder, pero la dicha en el corazón a lo sumo puede velarse, y siempre, mientras vivas, volverá a hacerte feliz. Inténtalo tú también, alguna vez que te sientas sólo y desdichado o triste y estés en la buhardilla cuando haga un tiempo tan hermoso. No mires las casas y los tejados, sino al cielo. 

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Esperamos que este recopilatorio de las mejores frases de Ana Frank te haya gustado y hayas empatizado con sus sentimientos. Sin duda alguna, El diario de Ana Frank marcó la historia de la literatura. Cuéntanos, ¿has leído el diario? ¿Qué es lo que más destacarías de él? ¿Cuál de estas frases de Ana Frank te ha impactado más? Estamos deseando leer tu opinión en los comentarios.