Publicada en 1865 y escrita por Lewis Carroll, Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas es considerada la novela de fantasía surrealista por excelencia, en parte gracias a sus enigmáticos personajes. El Gato de Cheshire, también conocido como Gato Risón o Gato Sonriente, es uno de los que más ha calado en la cultura popular, sobre todo en la inglesa y es por ello que en Frases de la Vida, después de haber hecho la recopilación de frases de Alicia en el País de las Maravillas, queremos traerte en esta ocasión las frases del Gato de Cheshire. Y es que, aunque vestida de un aparente sinsentido, Alicia en el País de las Maravillas esconde una reflexión profunda acerca de la vida.
El Gato de Cheshire se distingue principalmente por su travieso carácter y por su capacidad innata para aparecer y desaparecer a su antojo, habilidad de la que presume a lo largo de la novela mientras mantiene conversaciones filosóficas con Alicia; un factor que ha quedado perfectamente plasmado en la adaptación del famoso director Tim Burton. Sin embargo, lo más característico es que su desaparición puede darse de forma gradual, lo que conduce a que su sonrisa quede suspendida en el aire sin ningún soporte. Aunque parece haberse encontrado una respuesta científica a la sonrisa del Gato de Alicia, lo cierto es que despierta cierta incertidumbre tanto en Alicia como en el lector/espectador.
10 Frases del Gato de Cheshire: la sonrisa más enigmática
*En nuestra selección de frases del Gato de Cheshire hemos querido incluir aportaciones de otros personajes de Alicia en el País de las Maravillas.
1. El Gato, cuando vio a Alicia, se limitó a sonreír. Parecía tener buen carácter, pero también tenía unas uñas muy largas y muchísimos dientes, de modo que sería mejor tratarlo con respeto.
- Después de caer por un agujero que le condujo a un mundo repleto de estrafalarios personajes, Alicia se encuentra al Gato de Cheshire en el bosque y decide preguntarle por el camino de vuelta a casa.
2. (Alicia) – ¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
(Gato) – Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar.
(Alicia) – No me importa mucho el sitio…
(Gato) – Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes.
- Por este motivo, el travieso gato de Cheshire decide indicarle el camino hacia la casa de la Liebre de Marzo, donde se encontraban, además del dueño de la casa, el Sombrerero Loco y el Lirón.
3. Oh, siempre llegarás a alguna parte si caminas lo suficiente.
4. (Alicia) He visto muchísimas veces un gato sin sonrisa, ¡pero una sonrisa sin gato! ¡Es la cosa más rara que he visto en toda mi vida!
De hecho, de tan perturbadora que le resultó la experiencia y que el Gato lo tuviera por costumbre, no pudo más que pedirle que no apareciera y desapareciera tan repentinamente para no asustarle.
5. (Alicia) ¡Y a ver si dejas de andar apareciendo y desapareciendo tan de golpe! ¡Me da mareo!
(Gato) De acuerdo.
Y esta vez desapareció despacito, con mucha suavidad, empezando por la punta de la cola y terminando por la sonrisa, que permaneció un rato allí, cuando el resto del Gato ya había desaparecido.
- A pesar de ello, el Gato de Cheshire aparece para animar a Alicia cuando esta es condenada a muerte. Aprovecha su habilidad para desconcertar a todos dejando únicamente su cabeza visible, provocando una discusión entre el Rey, la Reina y el verdugo acerca de si se puede decapitar a una criatura que carece de cuerpo.
6. (Alicia) ¿Por favor, podría usted decirme – preguntó Alicia con timidez, pues no estaba demasiado segura de que fuera correcto por su parte empezar ella la conversación – por qué sonríe su gato de esa manera?
(Duquesa) Es un gato de Cheshire – dijo la Duquesa -, por eso sonríe.
7. No sabía que los gatos de Cheshire estuvieran siempre sonriendo. En realidad, ni siquiera sabía que los gatos pudieran sonreír.
8. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
9. A propósito, ¿qué ha pasado con el bebé? Me olvidaba de preguntarlo. _Se convirtió en un cerdito (Alicia) _Ya sabía que acabaría así.
10. Ya sabes que los perros gruñen cuando están enfadados, y mueven la cola cuando están contentos. Pues bien, yo gruño cuando estoy contento, y muevo la cola cuando estoy enfadado. Por lo tanto, estoy loco.
Esperamos que te hayan resultado interesantes estas frases del Gato de Cheshire, y ahora ya sabes, si en algún momento te planteas qué sentido tiene la vida, respóndete tal como lo haría el Gato: sólo uno, hacia adelante. ¿Has leído la novela de Alicia en el País de las Maravillas? ¿Has visto alguna de sus adaptaciones cinematográficas? Déjanos un comentario con tus aportaciones. 🙂