¿Buscas poemas de la Biblia? Cuando hablamos de la palabra de Dios no hablamos de un solo libro, en realidad, las Sagradas Escrituras agrupan un número de libros y documentos que son considerados sagrados para la cristiandad. Todos ellos forman lo que conocemos como Biblia, en total, pueden llegar a enumerarse 73 libros según el Canon Católico.

Es así como en ellos encontramos todo tipo de historias y géneros literarios, entre los cuales se cuentan los poemas. Pero, primero debemos definir qué es un poema, para ello recurriremos a la RAE en su definición principal que define a la poesía como una «manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa».

Así que, ya sea que quieras identificarte con algún pasaje o que quieras dedicar algún poema a la persona que amas, acá vas a encontrar una extensa lista con diversos poemas de la Biblia que te encantarán, solo aquí en Frases de la vida.

Índice

Poemas de la Biblia cortos

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Indudablemente, cuando queremos leer los poemas de la Biblia recurrimos a uno de los libros más populares y citados; los Salmos. Entre los 150 salmos que se enumeran en este libro, encontramos desde alabanzas a Dios, pasando por momentos de angustia y desesperanza donde los hombres piden ayuda al cielo.

1. Salmo 40

Muchos salmos son muestra de la angustia, la tristeza y la desesperanza por la que puede atravesar cada ser vivo. No obstante, en ellos podemos ver como los autores se recuperan y logran agradecer a Dios tras haberlos rescatado. En este caso, el Salmo 40 nos enseña eso, un hombre derrotado salvado por Dios.

Esperé confiadamente en el Señor:

él se inclinó hacia mí

y escuchó mi clamor.

Me sacó de la fosa infernal,

del barro cenagoso;

afianzó mis pies sobre la roca

y afirmó mis pasos.

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2. Salmo 62

El Salmo 62 es de gran valor, pues este es uno de los poemas de la Biblia que nos enseña a reconocer que nuestra vida es de Dios y que solo encontramos paz y armonía en Él. Cuando reconocemos esto y nos entregamos hacia Él; nunca vacilamos y nunca nos extraviamos.

Sólo en Dios descansa mi alma,

de él me viene la salvación.

Sólo él es mi Roca salvadora;

él es mi baluarte: nunca vacilaré.

3. Salmo 22

Uno de los más reconocidos, fue este el Salmo que el mismo Jesucristo oró mientras yacía en la Cruz. Contrario a la creencia popular, no se trata este Salmo de una queja hacia Dios, pues el autor continúa su súplica para al final terminar agradeciendo a Dios por haberle salvado. Eso sí, los párrafos que van desde el 2 hasta el 4 son esa demostración de lo bajo que puede caer el hombre anímicamente, llegando a pensar que Dios nos ha olvidado.

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

¿Por qué estás lejos de mi clamor y mis gemidos?

Te invoco de día, y no respondes,

de noche, y no encuentro descanso;

y sin embargo, tú eres el Santo,

que reinas entre las alabanzas de Israel.

4. Salmo 102

Volvemos con las angustias en el corazón del hombre, un Salmo potente y con una poesía espectacular. Este es uno de los mejores poemas de la Biblia que con ejemplos de demostración hace una reflexión para quienes pueden llegar a pensar que los hombres de fe nunca tienen tormentos.

mi corazón se seca, marchitado como la hierba,

¡y hasta me olvido de comer mi pan!

Los huesos se me pegan a la piel,

por la violencia de mis gemidos.

Me parezco a una lechuza del desierto,

soy como el búho entre las ruinas;

estoy desvelado, y me lamento

como un pájaro solitario en el tejado;

5. Salmo 77

¿Quién no se ha sentido en una situación similar a la expresada en este Salmo? Los poemas de la Biblia siempre están vigente en escritos que parecen redactados en esta época. Cada criatura experimenta momentos de desolación donde el único consuelo es Dios, y así lo demuestra el Salmo 77.

Busco al Señor en el momento de mi angustia;

de noche, tiendo mi mano sin descanso,

y mi alma rechaza todo consuelo.

Yo me acuerdo de Dios, y me lamento;

medito, y mi espíritu desfallece:

tú no me dejas conciliar el sueño,

estoy turbado, y no puedo hablar.

Pienso en los tiempos antiguos,

me acuerdo de los días pasados;

reflexiono de noche en mi interior,

medito, y mi espíritu se pregunta:

¿Puede el Señor rechazar para siempre?

¿Ya no volverá a mostrarse favorable?

¿Se habrá agotado para siempre su amor,

y habrá caducado eternamente su promesa?

¿Se habrá olvidado Dios de su clemencia

o, en su enojo, habrá contenido su compasión?

Poemas de la Biblia sobre el amor

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Cuando nos internamos en el mundo del amor, la Biblia no nos deja solos, en el Antiguo Testamento se encuentra uno de los libros más populares para el amor y los enamorados; Cantar de los Cantares. Allí, los poemas de la Biblia se componen de una serie de escritos románticos cuya autoría se atribuye al Rey Salomón según las tradiciones judías y cristianas.

6. Cantar de los Cantares 4:1-7

Al oriente del río Jordán, en las altas mesetas se encuentra Galaad, unas bellas montañas, llenas de vida cuyo aspecto sirve de inspiración para este poema.

¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! Tus ojos son palomas, detrás de tu velo. Tus cabellos, como un rebaño de cabras que baja por las laderas de Galaad.

Tus dientes, como un rebaño de ovejas esquiladas que acaban de bañarse: todas ellas han tenido mellizos y no hay ninguna estéril.

Como una cinta escarlata son tus labios y tu boca es hermosa. Como cortes de granada son tus mejillas, detrás de tu velo.

Tu cuello es como la torre de David, construida con piedras talladas: de ella cuelgan mil escudos, toda clase de armaduras de guerreros.

Tus pechos son como dos ciervos jóvenes, mellizos de una gacela, que pastan entre los lirios.

Antes que sople la brisa y huyan las sombras, iré a la montaña de la mirra, a la colina del incienso.

Eres toda hermosa, amada mía, y no tienes ningún defecto.

7. Cantar de los Cantares 6:4-10

Un poema clásico de los acostumbrados en Cantar de los Cantares, las comparaciones con las ciudades y con el campo son un recurso muy utilizado por el autor en este libro.

¡Eres bella, amiga mía, como Tirsá, hermosa como Jerusalén!

Aparta de mí tus ojos, porque me fascinan. Tus cabellos son un rebaño de cabras que bajan por las laderas de Galaad.

Tus dientes, como un rebaño de ovejas que acaban de bañarse: todas ellas han tenido mellizos y no hay ninguna estéril.

Como cortes de granada son tus mejillas, detrás de tu velo.

Son sesenta las reinas, ochenta las concubinas, e innumerables las jóvenes.

Pero una sola es mi paloma mi preciosa. Ella es la única de su madre, la preferida de la que la engendró: al verla, la felicitan las jóvenes, las reinas y concubinas la elogian.

«¿Quién es esa que surge como la aurora, bella como la luna, resplandeciente como el sol, imponente como escuadrones con sus insignias?».

8. Cantar de los Cantares 7:7-10 [El Amado]

Uno de los poemas de la Biblia donde el autor compara la belleza de su amada con una palmera. En este caso, el talle se refiere a la cintura de la mujer, a partir de allí, el autor hace una equivalencia clara y entendible para manifestar su admiración y amor.

¡Qué hermosa eres, qué encantadora, mi amor y mi delicia!

Tu talle se parece a la palmera, tus pechos a sus racimos.

Yo dije: Subiré a la palmera, y recogeré sus frutos. ¡Que tus pechos sean como racimos de uva, tu aliento como aroma de manzanas,

y tu paladar como un vino delicioso, que corre suavemente hacia el amado, fluyendo entre los labios y los dientes!

9. Cantar de los Cantares 7:11-14 [La Amada]

El libro de Cantar de los Cantares no solo se trata de un hombre dedicándole poemas a una mujer, pues también podemos observar como la mujer (la amada) dedica bellas reflexiones acerca de su amado.

Yo soy para mi amado, y él se siente atraído hacia mí.

¡Ven, amado mío, salgamos al campo! Pasaremos la noche en los poblados;

de madrugada iremos a las viñas, veremos si brotan las estepas, si se abren las flores, si florecen las granadas… Allí te entregaré mi amor.

Las mandrágoras exhalan su perfume, los mejores frutos están a nuestro alcance: los nuevos y los añejos, amado mío, los he guardado para ti.

10. Cantar de los Cantares 2:3-6 [La Amada]

Este es uno de los poemas de la Biblia donde vemos a una mujer relatando lo que representa para ella su amado, al que compara con un gran árbol que da sombra mientras le abraza y la reconforta.

Como un manzano entre los árboles silvestres, es mi amado entre los jóvenes: yo me senté a su sombra tan deseada y su fruto es dulce a mi paladar.

El me hizo entrar en la bodega y enarboló sobre mí la insignia del Amor.

Reconfórtenme con pasteles de pasa, reanímenme con manzanas, porque estoy enferma de amor.

Su izquierda sostiene mi cabeza y con su derecha me abraza.

Poemas de la Biblia para jóvenes

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Siguiendo por nuestro recorrido bíblico y poético, nos encontramos con los maravillosos libros sapienciales, llamados así porque son escritos repletos de sabiduría, entre ellos encontramos los siguientes libros: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Libro de la Sabiduría y Eclesiástico (también conocido como Sirácida).

¡Conoce los mejores poemas de la Biblia para jóvenes!

11. Proverbios 19:27-29

Un texto muy preciso, donde se aconseja a los jóvenes sobre no descansar hasta encontrar la sabiduría, para ello, se recomienda acatar la instrucción de sus mayores.

Si dejas, hijo mío, de escuchar la instrucción, te extraviarás lejos de las palabras de la sabiduría.

El testigo infame se burla del derecho, y la boca de los malvados devora la iniquidad.

Hay castigos establecidos para los insolentes y golpes, para las espaldas de los necios.

12. Proverbios 4:12-15

La educación formal hombres de bien, y no nos referimos a educación académica, la Biblia es clara cuando habla sobre la instrucción recibida en el hogar y lo importante que es para los jóvenes aferrarse a ella. ¡Aquí tienes uno de los mejores poemas de la Biblia para jóvenes!

Cuando camines, no se acortará tu paso, y si corres, no tropezarás.

Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala bien, porque ella es tu vida.

No entres en la senda de los malvados ni avances por el camino de los malos.

Evítalo, no pases por allí, desvíate de él, y pasa de largo.

13. Proverbios 23:19-23

«Dime con quién andas y te diré quién eres», seguramente habrás escuchado esa frase en muchas ocasiones, pues la Biblia dice algo similar, y es que somos un reflejo de aquellos con quienes compartimos nuestro tiempo, por ello, Proverbios aconseja separarse de las malas juntas y seguir los consejos de nuestros padres.

Escucha, hijo mío, y te harás sabio, y enderezarás tu corazón por el buen camino.

No te juntes con los borrachos ni con los que se hartan de carne,

porque el borracho y el glotón se empobrecen, y la modorra hace andar vestido con harapos.

Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea vieja.

Adquiere la verdad y no la vendas, lo mismo que la sabiduría, la instrucción y la inteligencia.

14. Eclesiásticos 11:10-13

Cuando jóvenes, ciertamente creemos que podemos hacer de todo, y aunque aparentemente se cuenta con la energía suficiente para realizar muchas cosas, la realidad de la vida se interpone y nos enseña que no siempre es así. Este es uno de los poemas de la Biblia del libro Eclesiásticos el cual es bastante útil para la juventud hoy en día.

Hijo mío, no pretendas hacer demasiadas cosas: si lo haces, no quedarás libre de culpa. Si pretendes demasiado, no lo alcanzarás y aunque quieras huir, no escaparás.

Hay quien se esfuerza, se fatiga y se apura, y tanto más desprovisto se ve.

Otro es débil, necesitado de ayuda, falto de fuerza y lleno de privaciones; pero el Señor lo mira con bondad y lo levanta de su humillación;

el Señor le hace erguir la frente y muchos quedan maravillados a causa de él.

15. Eclesiastés 12:1-5.

Sin duda alguna, uno de los poemas de la Biblia dedicados a la juventud más preciosos y certeros. Acordarnos de nuestro creador ahora que somos jóvenes y no solo cuando ocurran cosas malas o cuando esa juventud se marchite.

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días penosos y vengan los años en los que dirás: «No encuentro en ellos ningún placer»;

antes que se oscurezcan el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes cargadas de lluvia.

En aquel día temblarán los guardianes de la casa y se encorvarán los hombres vigorosos; se detendrán las moledoras, que ya serán pocas, y se oscurecerán las que miran por las ventanas;

se cerrarán las puertas de la calle, mientras declina el ruido del molino; cesará el canto de los pájaros y enmudecerán las que entonan canciones.

Entonces se temerán las cuestas empinadas y los terrores acecharán por el camino. El almendro estará florecido, se pondrá pesada la langosta y la alcaparra perderá su eficacia. Porque el hombre se va a su morada eterna, mientras las plañideras rondan por la calle.

Conclusiones

En este largo recorrido hemos podido observar diversas caras de la Biblia; desde angustias, pasando por amor hasta consejos hacia la juventud, los poemas de la Biblia que hemos leído acá son una muestra de lo rica que son las Sagradas Escrituras y de lo útil que son para nuestra vida. Y es que, aún sin ser cristiano, cualquier persona podría sentirse identificada con estos escritos, pudiendo aplicarlos en su vida.