La poesía es una de las más hermosas formas de poner en práctica el arte de la palabra. Con sutileza y espero, los poemas expresan las más profundas emociones del corazón humano. Si hablamos de poetas y poetisas que han marcado la historia, llegan a nuestra memoria nombres como los de Pablo Neruda, Mario Benedetti, Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges o Alejandra Pizarnik. Pero hoy, en Frases de la Vida, queremos hacer un reconocimiento a las letras colombianas, para hablarte de los más lindos poemas de Piedad Bonnett. ¿Nos acompañas a conocerlos? Pues, ¡Empecemos!
¿Quién es Piedad Bonnett?
Piedad Bonnett es una destacada escritora y poeta colombiana, nacida el 23 de marzo de 1951 en Amalfi, Antioquia. Su carrera literaria se ha destacado por la profundidad emocional y la sensibilidad que caracterizan sus obras. Los libros de Piedad Bonnett no solo se destacan por la poesía, sino también por maravillosas obras de narrativa, en las que aborda temas que exploran la condición humana, la memoria y la complejidad de las relaciones personales.
La autora ha recibido numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, consolidándose como una figura fundamental en la literatura contemporánea de Colombia y América Latina. Entre las obras y poemas de Piedad Bonnett más destacadas se encuentra “Ese Animal Triste”, una colección de poemas que explora las emociones más íntimas y los vaivenes de la existencia. Además, su incursión en la narrativa, con novelas como “Siempre Fui Yo”, revela su habilidad para construir personajes complejos y tramas que exploran la psique humana.
Conoce los más lindos poemas de Piedad Bonnett
1. Último instante
Iniciamos nuestro recorrido por los poemas de Piedad Bonnett con una obra delicada y sensible, que habla de amor, muerte y desesperanza.
“En qué pupila
quedaste tu grabado para siempre
aún vivo
pero volando triste hacia la muerte
en el último instante, el cielo a tus espaldas.
Quien te lleva dentro de sí
como una pesadilla hacia la noche
o una anécdota, un puro escalofrío
que aspira a remansarse en la palabra.
Quién vio lo que no vi,
lo que tan solo
a mí me pertenece:
tú como un ave interna que se entrega,
oscura y sin plumaje,
derrotada.”
2. “Huéspedes”
Sumamos a nuestros poemas de Piedad Bonnett favoritos, esta obra intensa y de una profundidad poética que sin duda te estremecerá.
“Esta noche tendremos huéspedes en casa
y se quedaran a dormir en tu habitación.
He quitado, pues, el polvo de todos los rincones,
he cambiado las sábanas y he sacudido la almohada,
y he puedo entre un cajón tu viejo suéter,
pero antes he metido mi cara entre la lana,
me he ahogado en su dulce mar de púas.
No les diré que aquí se desvelaba el cuervo de tus sienes,
ni que un niño sombrío se despedía de ti detrás de la ventana.
No les diré que aquí nunca es de día.”
3. Canción
Canción es otro de los poemas de Piedad Bonnett en los que, como una daga, la mentira atraviesa cada línea, como un concepto doloroso y real.
“Nunca fue tan hermosa la mentira
como en tu boca, en medio
de pequeñas verdades banales
que eran todo
tu mundo que yo amaba,
mentira desprendida
sin afanes, cayendo
como lluvia,
sobre la oscura tierra desolada.
Nunca tan dulce fue la mentirosa
palabra enamorada apenas dicha,
ni tan altos los sueños
ni tan fiero
el fuego esplendoroso que sembrara.
Nunca, tampoco,
tanto dolor se amotinó de golpe,
ni tan herida estuvo la esperanza.”
4. Ofertorio
Si hasta ahora te han gustado los poemas de Piedad Bonnett, te invitamos a seguir leyendo, en esa ocasión este poema sensible y triste, oda al silencio.
“Como un regalo acepto tu silencio,
con todo
lo que contiene su rigor de roca.
Con todas las preguntas que caben en su círculo,
su arañazo, su lágrima y su vientre
de tambor que golpeo
y donde sólo el golpe me responde.
Como algo que es,
que no puede no ser
acepto tu silencio.
Con todo lo que tiene de respuesta,
de grito figurado, de impotencia,
de palabras cosidas con largos hilos falsos.
Porque todo
lo que un hombre quiere soñar cabe en el puño
cerrado del silencio.
Te ofrezco a cambio
todo el silencio que tu oído pide,
que tu corazoón pide,
y de puntillas
salgo de ti.
(Yo, que siempre he creído en las palabras)”
5. S.O.S.
Te compartimos este otro, de los más bellos poemas de Piedad Bonnett, en los que el amor profundo se mezcla también con la crudeza y la desesperanza.
“Estoy pensando qué cuerda podría lanzarte yo,
qué salvavidas.
Y pensando también
-con el alma estrujada en un turbión de pena-
en el hondo sofoco de tus aguas,
en tu esfuerzo
de nadar y nadar la vida entera,
en tus ojos que buscan, como peces sonámbulos
ensombrecidos de algas y de arena.
En tu cansancio,
en tu desgarradura.
Pero no tengo cuerda
ni red para salvarte
ni oración que conjure las tinieblas
o que sirva de tabla de naufragio
y ni siquiera
-ahí donde me ves, cargada con mis jarcias-
tengo orilla certera.”
6. Las herencias
Entre los poemas de Piedad Bonnett, este le habla a un hijo, transmitiendo los dolores y las emociones de una herencia. Un poema que seguro removerá a todo aquel que sea madre o padre.
“Hijo mío, me duelen las herencias.
Esta culpa, zarza que arde y me quema,
y que no me concede saber cuál fue el pecado.
En tu inocencia se mira mi inocencia
como en un ojo de agua que me cuenta una historia
que ya ha sido olvidada,
y otros hablan entre tus voces turbias
y otros sufren de nuevo entre tus sueños
y en tu silencio sufren
otra vez más aquellos que están muertos,
y tu herida
es una pena antigua que por mi sangre pasa
y estalla en las entrañas en que nadaste un día.”
7. Loca
Y cerramos nuestro viaje por los mejores poemas de Piedad Bonnett, con esta preciosa oda a la femineidad y la fortuna particular y extraña de ser mujer.
“A esa mujer un nido le crece en la cabeza.
Todos los días allí le nacen pájaros.
Unos tienen tres ojos, otros viven del agua.
Es todo lo que tiene. Y sus pesares.
Con estos últimos los alimenta,
y por esos los bichos son tristones.
Su pecho es una jaula. (Qué ironía)
Y el vientre un odre donde bebe el viento.
El vientre que fue un nido.
El corazón que tantas alas tuvo.
Y la cabeza loca donde crecen parásitas
y donde un cielo triste deposita sus nubes.”
Piedad Bonnett no solo ha contribuido significativamente al mundo literario con su voz única, sino que también ha sido una figura influyente en la escena cultural colombiana, dejando un impacto duradero en la apreciación de la literatura contemporánea en la región