Alrededor del mundo se han alzado voces poéticas que, incluso con el paso de los años, siguen retumbando entre las montañas y entre los grandes edificios; siguen cruzando mares, océanos y fronteras, para instalarse en los corazones de todo aquel que disfrute de un buen verso. Esto es lo que sucede con la que se considera es la última poeta surrealista, cuya obra, además, es considerada por muchos como una de las obras más asombrosas obras del siglo XX. Esta es la razón por la que a lo largo de este artículo de Frases de la Vida ahondaremos en la nostalgia y el profundo intimismo de los poemas de Alejandra Pizarnik.

Ventanas metafóricas y reflexivas, ¡Conoce los poemas de Alejandra Pizarnik!

poemas de Alejandra Pizarnik

Cuando Pizarnik se enfrentó a las técnicas de psicoanálisis —tan populares en el momento— no solo tuvo que enfrentarse a la ansiedad que la carcomía, sino también a las bellezas y oscuridades de su mundo interior. Fue ahí cuando ingresó a las profundidades de su inconsciente y creó, a partir de allí, una poesía creciente en subjetividad, nostalgia por la infancia perdida, en la búsqueda de la identidad y, por supuesto, en el mundo onírico. La poesía de Alejandra Pizarnik, llena de simbolismo desmesurado y referencias a la muerte, es hoy un imprescindible de la literatura y la poesía latinoamericana.

1. Cenizas

Este primero de los poemas de Alejandra Pizarnik podría representar esa sensación persistente de la autora sobre la muerte, la presunción de que estaría por llegar, junto con una tremenda melancolía por la vida, por lo que se va, por lo que no va a ser.

La noche se astilló de estrellas
mirándome alucinada
el aire arroja odio
embellecido su rostro
con música.

Pronto nos iremos

Arcano sueño
antepasado de mi sonrisa
el mundo está demacrado
y hay candado pero no llaves
y hay pavor pero no lágrimas.

¿Qué haré conmigo?

Porque a Ti te debo lo que soy

Pero no tengo mañana

Porque a Ti te…

La noche sufre.

2. Sombras de los días a venir

Al igual que como sucede con el poema anterior, en sombras de los días a venir la llegada inminente de la muerte también es la protagonista. Pizarnik acepta su futuro, lo que será cuando deje de existir, en lo que se convertirá cuando el destino final haga su llegada triunfal. De nuevo, resurge la melancolía propia de los poemas de Alejandra Pizarnik.

Mañana

me vestirán con cenizas al alba,

me llenarán la boca de flores,

Aprenderé a dormir

en la memoria de un muro,

en la respiración

de un animal que sueña.

3. La enamorada

Este siguiente de los poemas de Alejandra Pizarnik evoca aquella desolación y angustia que viven en el corazón de aquellos enamorados que, por una u otra razón, no fueron correspondidos. La tristeza y el dolor se cierne sobre un sentimiento que, con el paso del tiempo, se esconde, pero se oscurece en el interior.

Ante la lúgubre manía de vivir

esta recóndita humorada de vivir

te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo

y te fuiste triste estabas sola

y la luz rugía el aire cantaba

pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás

tremolarás tus manos así volverá

tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó

el barco con barbas de espuma

donde murieron las risas

recuerdas el último abrazo

oh nada de angustias

ríe en el pañuelo llora a carcajadas

pero cierra las puertas de tu rostro

para que no digan luego

que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días

te culpan las noches

te duele la vida tanto tanto

desesperada ¿adónde vas?

desesperada ¡nada más!

4. El miedo

Los poemas de Alejandra Pizarnik son construcciones repletas de intimismo y, así no se crea, de vida. Es la vida la que se nutre del miedo: gracias a él reverdecemos o, gracias a él, nos perdemos, nos hundimos, nos agobiamos. Es el miedo un factor constante que nos mantiene respirando.

En el eco de mis muertes

aún hay miedo.

¿Sabes tú del miedo?

Sé del miedo cuando digo mi nombre.

Es el miedo,

el miedo con sombrero negro

escondiendo ratas en mi sangre,

o el miedo con labio muertos

bebiendo mis deseos.

Sí. En el eco de mis muertes

aún hay miedo.

5. Sólo un nombre

Finalizamos nuestra selección de poemas de Alejandra Pizarnik con Sólo un nombre. Aunque corto, es un poema que refleja más realidad y vida que cualquier otro. Una obra que le habla al nombre como aquel conjunto de palabras que oculta lo que somos; aquellas palabras superficiales que pueden, o no, ser la puerta de entrada a la intimidad misma del ser humano.

Alejandra Alejandra

debajo estoy yo

Alejandra

Aunque melancólicos y oscuros, los poemas de Alejandra Pizarnik son lecturas imprescindibles para comprender la vida, para entender el mundo que a veces nos consume y que a veces nos impulsa a crecer, a ser feliz. No debemos olvidar que en toda oscuridad, siempre hay un poco de luz.

No te vayas sin contarnos cuál de estos poemas te gustó más y cuál otro conoces que pueda hacer parte de la lista, ¡estamos ansiosos por leerte! Y si buscas más opciones para leer, puede que te interese conocer esta selección de los mejores escritores latinoamericanos.