Borges fue uno de los máximos exponentes de la literatura de las letras hispanas del siglo XX, convirtiéndose en un importante e imprescindible referente a nivel mundial y dejando por lo alto a Argentina en el mundo de las letras. Su obra —influenciada por el existencialismo, el racionalismo y el ultraísmo— alcanzó una importante colección de publicaciones, entre las que resaltan sus cuentos, ensayos y poemas. De estos últimos hablaremos en este artículo de Frases de la Vida, así que no esperes más por conocer los mejores poemas de Jorge Luis Borges.
Una vida cargada de sentido en los poemas de Jorge Luis Borges
A través de la poesía de Borges, no solo recorreremos los versos más entrañables del autor, sino que seremos testigos de la construcción de un mundo narrativo y poético personal e íntimo, un mundo espectacular, sugerente y emocional que llenará tu corazón y se quedará en tu mente.
1. El amenazado
El primero de los poemas de Jorge Luis Borges es, sin duda, uno de los más populares. Su protagonista es la vulnerabilidad, aquella causada por el mismo amor, por un amor que determina irreparablemente la estabilidad de la vida.
Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
2. Lo perdido
La nostalgia, el cuestionamiento y la esperanza son factores claves en Lo perdido, el segundo de los poemas de Jorge Luis Borges escogidos. Aquello que queda en el pasado, aquello que pudo ser y no fue, aquello que se espera y no llega, aquello que se guarda en la mente y se siente en el alma.
Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo
y que no fue? ¿Dónde estará el perdido
antepasado persa o el noruego,
dónde el azar de no quedarme ciego,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido
de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura
noche que al rudo labrador confía
el iletrado y laborioso día,
según lo quiere la literatura?
Pienso también en esa compañera
que me esperaba, y que tal vez me espera.
3. Las cosas
Continuamos hablando de los poemas de Jorge Luis Borges con Las cosas. Este poema recuenta aquellos elementos que formaron su día a día, y que lograron cargarse de significado, definiendo su existencia.
El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.
4. Ausencia
Un poema un tanto melancólico es este integrante de los poemas de Jorge Luis Borges. Como bien su nombre lo indica, habla del dolor de la ausencia, de lo difícil que resulta dejar ir, de la tristeza que se cala en el alma y que, por más brillantes que sea los días, los oscurece.
Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.
5. Remordimiento por cualquier muerte
Finalizamos nuestra selección de poemas de Jorge Luis Borges con Remordimiento por cualquier muerte. Borges nos revela cómo los que quedamos debemos vivir por los que no están, aprovechar el día a día al máximo, sin olvidar que la vida siempre se entrecruza con la muerte.
Libre de la memoria y de la esperanza,
ilimitado, abstracto, casi futuro,
el muerto no es un muerto: es la muerte.
Como el Dios de los místicos,
de Quien deben negarse todos los predicados,
el muerto ubicuamente ajeno
no es sino la perdición y ausencia del mundo.
Todo se lo robamos,
no le dejamos ni un color ni una sílaba:
aquí está el patio que ya no comparten sus ojos,
allí la acera donde acechó su esperanza.
Hasta lo que pensamos podría estarlo pensando él también;
nos hemos repartido como ladrones
el caudal de las noche y de los días.
Estamos a punto de concluir nuestro artículo sobre poemas de Jorge Luis Borges. Esperamos que esta pequeña muestra te inspirara a seguir disfrutando de la obra de este autor en todos los géneros. No olvides contarnos cuál de estos poemas te gustó más, ¡te leemos!