Las frases de Diógenes de Sinope (también conocido como Diógenes el Cínico) nos hablan de uno de los filósofos griegos más destacables debido a que se le considera el padre de la escuela filosófica del cinismo. Esta tradición filosófica afirmaba que la virtud del hombre residía únicamente en la virtud y que, para alcanzarla, era necesario liberarse de todos los lujos innecesarios. De hecho, esto llevó al propio Diógenes a vivir en una tinaja en Atenas, ya que carecía de una vivienda y de cualquier otro bien material que se considerase demasiado ostentoso para su forma de pensamiento.
Las frases de Diógenes de Sinope nos han llegado a través de la obra de Diógenes Laercio, quien escribió Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, donde Diógenes el Cínico ocupa un lugar considerable. De hecho todas las frases de Diógenes de Sinope nos han llegado gracias a este documento, ya que, durante toda su vida, el padre del cinismo filosófico no escribió ni un solo texto.
50 Frases de Diógenes de Sinope, considerado el padre del cinismo
1. ¡No es la jaula ajustada a la fiera!
2. Es preferible consolarse que ahorcarse.
3. ¿De qué sirve un filósofo que no hiere los sentimientos de nadie?
4. Otros perros solo muerden a sus enemigos, mientras que yo también muerdo a mis amigos con el fin de salvarlos.
5. Los grandes son como el fuego, al que conviene no acercarse mucho ni alejarse de él.
6. Un pensamiento original vale mil citas insignificantes.
7. ¿Por qué no castigar al maestro cuando el alumno se comporta mal?
8. No os preguntéis cómo sobreviviré sin mi esclavo, preguntad a mi esclavo cómo sobrevivirá sin mí.
9. Ojalá que todos los árboles trajesen este fruto.
10. Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador.
11. Cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi perro.
12. La sabiduría sirve de freno a la juventud, de consuelo a los viejos, de riqueza a los pobres y de adorno a los ricos.
13. El fundamento de cada estado es la educación de sus jóvenes.
14. Las mordeduras más peligrosas son las del calumniador entre los salvajes y las del adulador entre los animales domésticos.
15. Gente mucha, personas pocas.
16. El único medio para que el hombre conserve su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella.
17. El único bien es el conocimiento, y el único mal la ignorancia.
18. El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.
19. Cuando estoy entre locos, me hago el loco.
20. Busco un hombre honesto.
21. El movimiento se demuestra andando.
22. Probablemente los asno se rían de ti, pero no te importa. Así, a mí no me importa que los demás se rían de mí.
23. El elogio en boca propia desagrada a cualquiera.
24. Las mejores cosas se venden por muy poco precio y al contrario.
25. En la casa de un hombre rico no hay más lugar para escupir que su cara.
26. Los malvados obedecen a sus pasiones, como los esclavos a sus dueños.
27. Preguntaron a Tales qué era más difícil al hombre y contestó: conocerse a sí mismo.
28. Todo se consigue con el trabajo, hasta la virtud.
29. Debemos tener buenos amigos que nos enseñen lo bueno; y perversos y crueles enemigos que nos impidan obrar mal.
30. Tenemos dos orejas y una sola lengua para que oigamos más y hablemos menos.
31. ¡Ojalá, frotándome el vientre, el hambre se extinguiera de una manera tan dócil!
32. Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar; y luego, hablando se aprende a callar.
33. Los dioses no necesitan nada; los que se parecen a los dioses, pocas cosas.
34. Mira bien quién es tu enemigo, porque si por tal le tienes y no lo es, puede ser tu enemigo mayor.
35. En la vida es necesario proveerse de razón o de un ronzal.
36. Vivir no es un mal, sino mal vivir.
37. ¡Animo! ¡Este es el color de la virtud!
38. Cuando somos jóvenes no ha llegado el tiempo adecuado de casarnos todavía, y cuando somos viejos ha pasado ya.
39. La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.
40. Prefiero no tener más que sal para lamer en Atenas, a cenar como un príncipe en la mesa de Cratero.
41. No hay un bastón lo bastante duro para que me aparte de ti, mientras piense que tengas algo que decir.
42. Cuando llegué a Atenas, quise ser discípulo de Antístenes, pero fui rechazado.
43. Busco un hombre.
44. Estás loco. Yo estoy descansando ahora. No conquisté el mundo y no veo la necesidad de hacerlo.
45. Las gentes dan limosna a los pobres y no a los filósofos porque piensan que pueden llegar a ser pobres, pero nunca a ser filósofos.
46. ¿Por qué no descansas ahora si es lo que quieres? Después morirás. Todos morimos en mitad del viaje.
47. Durante meses he visto pasar ejércitos ¿A dónde van, y para qué?
48. Muévete hacia la derecha, me estás tapando el sol. Eso es todo lo que necesito.
49. Todo el mundo se muere en medio del camino, en medio del viaje.
50. Yo lo que se hacer es mandar. Comprueba si alguien quiere comprar un amo.
¿Qué te han parecido estas frases de Diógenes de Sinope? ¿Conocías a este filósofo y la escuela cínica del pensamiento griego? ¿Crees que las frases de Diógenes de Sinope nos muestran un estilo de vida que podría ser aplicable al mundo actual, o que, por el contrario, son demasiado idealistas como para llevarlas a la práctica? Cuéntanos qué te han parecido en los comentarios. ¡Estaremos encantados de saber tu opinión!
