¿A cuántas personas puedes llamar amigos? ¿Cuántas de ellas están en los momentos buenos, difíciles y a veces, en los más oscuros? ¿Cuántas de ellas te apoyan incondicionalmente? Aunque sean pocas, si cuentas con al menos una persona que esté en las situaciones anteriores, podrás darte por bien servido/a. Son esas personas las que llevan con honor el título de amigos, aquellos hermanos del alma que hacen nuestra vida más fácil y que nos ayudan a encontrar la salida, por más oscuro que esté el camino. En honor a todos ellos, en Frases de la Vida hemos recopilado algunos de los más bellos poemas de amistad o poemas para amigos, sea para dedicar o para reflexionar sobre el poder de ella.
La amistad trae a nuestra vida las mejores experiencias y sentimientos. Con ella encontraremos el bienestar e inteligencia emocional y de la mano, la paz mental y, por supuesto, el bienestar físico. Es con la amistad con la que nos volveremos casi invencibles y descubriremos una de las tantas caras del amor.
Sin más, es momento de dar rienda a la lectura de los poemas de amistad que traemos para ti.
Índice
Lo mejor de una buena compañía lo encuentras en los poemas de amistad
1. Amistad — Carlos Castro Saavedra
En este primer de los poemas de amistad, Carlos Castro Saavedra se refiere a la amistad como una compañía que soporta. Una compañía que comparte las cargas de la vida y descubre ante nuestros ojos la riqueza que viene con los compañeros de vida a los que llamamos amigos.
Amistad es lo mismo que una mano
que en otra mano apoya su fatiga
y siente que el cansancio se mitiga
y el camino se vuelve más humano.
El amigo sincero es el hermano
claro y elemental como la espiga,
como el pan, como el sol, como la hormiga
que confunde la miel con el verano.
Grande riqueza, dulce compañía
es la del ser que llega con el día
y aclara nuestras noches interiores.
Fuente de convivencia, de ternura,
es la amistad que crece y se madura
en medio de alegrías y dolores.
2. Los amigos — Julio Cortázar
De acuerdo con Cortázar, son los amigos —como bien lo dicen los poemas para amigos y los poemas de amistad— aquellas voces que, aunque lejanas, sirven como guía en el camino. Son esas voces que, en medio del cansancio, ayudan a recuperar aliento, a recuperar vida.
En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino,
dioscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más, pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.
3. A un amigo — Jorge Luis Borges
Ahora bien, en este integrante de los poemas de amistad, Borges reconoce una de las funciones principales de un amigo: el sentir y emocionarse por los triunfos o derrotas del otro. El saber que la amistad hace parte de la vida y la necesita para construir bases fuertes y duraderas.
[…] Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días oré por ti…
En estos días me puse a recordar a mis amistades mas preciosas.
Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos. […]
4. Decir amigo — Joan Manuel Serrat
Además de ser un fantástico representante de los poemas de amistad y un especial poema para amigos, este es también una canción del increíble Joan Manuel Serrat. A través de él, los lectores nos moveremos por los recuerdos de una amistad, una amistad que nos lleva a las calles del barrio, a las situaciones agradables y la buena música.
[…] Decir amigo
es decir vino,
guitarra, trago y canción
furcias y broncas.
Y en Los Tres Pinos
una novia pa’ los dos.
Decir amigo
me trae del barrio
luz de domingo
y deja en los labios
gusto a mistela
y a natillas con canela.
Decir amigo
es decir aula,
laboratorio y bedel.
Billar y cine.
Siesta en Las Ramblas
y alemanas al clavel.
Decir amigo
es decir tienda,
botas, charnaque y fusil.
Y los domingos,
a pelear hembras
entre Salou y Cambrils.
5. Amigo — Pablo Neruda
No podemos hablar de poemas de amistad sin nombrar un poema de Pablo Neruda. En este poema, Neruda revela la necesidad de una amistad leal, confiada y sincera. Una amistad entregada al otro y a la felicidad.
Amigo, llévate lo que tú quieras,
penetra tu mirada en los rincones
y si así lo deseas, yo te doy mi alma entera
con sus blancas avenidas y sus canciones.
Amigo -con la tarde haz que se vaya
este inútil y viejo deseo de vencer-.
Bebe de mi cántaro si tienes sed.
Amigo -con la tarde haz que se vaya
este deseo mío de que todo el rosal
me pertenezca -,
Amigo si tienes hambre come de mi pan.
Todo, amigo, lo he hecho para ti.
Todo esto que sin mirar verás en mi estancia desnuda:
todo esto que se eleva por los muros derechos
-como mi corazón- siempre buscando altura.
Te sonríes amigo. ¡Qué importa!
Nadie sabe entregar en las manos
lo que se esconde adentro,
pero yo te doy mi alma, ánfora de mieles suaves,
y todo te lo doy.
Menos aquel recuerdo.
Que en mi heredad vacía aquel amor perdido,
es una rosa blanca, que se abre en el silencio.
6. Poema de la amistad — Octavio Paz
Para finalizar nuestra recopilación de poemas de amistad es ideal entender a la amistad como un ciclo, como situaciones y experiencias que se transforman constantemente a través del olvido, la memoria y el tiempo. Así lo determina Octavio Paz en esta importante obra.
La amistad es un río y un anillo.
El río fluye a través del anillo.
El anillo es una isla en el río.
Dice el río: antes no hubo río, después sólo río.
Antes y después: lo que borra la amistad.
¿Lo borra? El río fluye y el anillo se forma.
La amistad borra al tiempo y así nos libera.
Es un río que, al fluir, inventa sus anillos.
En la arena del río se borran nuestras huellas.
En la arena buscamos al río: ¿dónde te has ido?
Vivimos entre olvido y memoria:
Este instante es una isla combatida por el tiempo incesante.
Estamos a punto de concluir nuestro artículo sobre poemas de amistad, también poemas para amigos, pero no queremos cerrar sin antes saber cuál de estos poemas de amistad se ha convertido en tu preferido y cuál otro podría incluirse en esta lista. No dudes en dejarnos todos tus comentarios aquí abajito. ¡Estamos ansiosos por leerte!