Aunque no lo creas, la poesía no solo se trata de trasmitir pensamientos e ideas otorgando el poder a la palabra, a la rima y a los versos; la poesía también está muy relacionada con el humor, con lograr que el lector, en unas pocas líneas, descubra en si mismo una sonrisa, una pizca de alegría que mueva su corazón y su alma, como bien deben hacerlo todos los poemas. Y como no siempre es tan común buscar por aquellos poemas divertidos, en este artículo de Frases de la Vida hemos seleccionado algunos de los más chistosos y emocionantes, así que ¡No te los pierdas!

Poemas divertidos: Ingenio, ironía y muchísima emoción

poemas divertidos para todos los gustos

Con los poemas divertidos que conforman este apartado encontrarás que siempre hay maneras de explorar la esencia humana y los sentimientos y emociones desde un lado cómico, que muchas veces tiende a la ironía y, por supuesto, al ingenio. No esperemos más y ¡vamos a descubrirlos!

1. Al que ingrato me deja, busco amante — Sor Juana Inés de la Cruz

Comenzamos nuestra lista de poemas divertidos con una pieza de la inigualable Sor Juana Inés de la Cruz; en ella se refiere a las contradicciones del amor, asumiendo desde el humor la complejidad humana y la necesidad de expresarlo todo en el momento en que se siente, en que es pertinente.

Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.

Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.

Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.

Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo.

2. Consultorio sentimental — Nicanor Parra

Otro de los poemas graciosos que se deben leer es Consultorio sentimental de Nicanor Parra. En estos versos el autor crea una búsqueda de una señorita que esté interesada en iniciar una relación amorosa, casi como si fuera una publicación en un diario, pero con el humor y el talento que solo Parra podía lograr.

Caballero de buena voluntad
Apto para trabajos personales
Ofrécese para cuidar señorita de noche
Gratis
sin compromisos de ninguna especie
A condición de que sea realmente de noche.

Seriedad absoluta.
Disposición a contraer matrimonio
Siempre que la señorita sepa mover las caderas.

3. Me tiraste un limón — Miguel Hernández

No siempre todo sale como se espera, ¿no es verdad? En este caso, el enamorado roba un beso y la mujer no cae rendida a sus pies, sino que le lanza un limón, inesperado ¿verdad? ¿has hecho algo parecido a lo que se relata en este siguiente de los poemas divertidos?

Me tiraste un limón, y tan amargo,
con una mano cálida, y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura sin embargo.

Con el golpe amarillo, de un letargo
dulce pasó a una ansiosa calentura
mi sangre, que sintió la mordedura
de una punta de seno duro y largo.

Pero al mirarte y verte la sonrisa
que te produjo el limonado hecho,
a mi voraz malicia tan ajena,

se me durmió la sangre en la camisa,
y se volvió el poroso y áureo pecho
una picuda y deslumbrante pena.

4. Reto — Julio Flórez

Los poetas colombianos también hace su aporte a los poemas graciosos de esta selección. En este caso, Julio Flórez se atreve a desafiar a su amada a que se digne a darle una oportunidad.

Si porque a tus plantas ruedo
como un ilota rendido,
y una mirada te pido
con temor, casi con miedo;
si porque ante ti me quedo
extático de emoción,
piensas que mi corazón
se va en mi pecho a romper
y que por siempre he de ser
esclavo de mi pasión;
¡te equivocas, te equivocas!,
fresco y fragante capullo,
yo quebrantaré tu orgullo
como el minero las rocas.
Si a la lucha me provocas,
dispuesto estoy a luchar;
tú eres espuma, yo mar
que en sus cóleras confía;
me haces llorar; pero un día
yo también te haré llorar.

Y entonces, cuando rendida
ofrezcas toda tu vida
perdón pidiendo a mis pies,
como mi cólera es
infinita en sus excesos,
¿sabes tú lo que haré en esos
momentos de indignación?
¡Arrancarte el corazón
para comérmelo a besos!

5. ¿¡¿Dónde estás?!? — Francesco Marciuliano

Finalizamos nuestra selección de poemas graciosos con una obra del gran Francesco Marciuliano, poeta estadounidense. Lo más particular de este poema es que quien habla es el perro, lo cual termina en un resultado bastante cómico, ¿no crees?

Estaba tan preocupado
estaba tan aterrado
pensé que te había perdido
y la vida que compartíamos
busqué por toda la casa
desde el ático hasta el subterráneo
el living, el comedor, los dormitorios
los basureros incluso, porque estaba frenético
arriba y abajo por la escalera
ida y vuelta por los salones
entrando y saliendo por cada puerta
mis llamados eran cada vez más fuertes
había abandonado toda esperanza
me había abandonado a la desesperanza
le había dado la noticia al gato de la casa
que me miró y siguió lamiéndose el pelaje
pero justo cuando todo parecía perdido, te encontré
y se me aceleró el corazón
de verte sentado-sorprendido, pero sano y salvo
así es que si no te importa,
me quedaré aquí hasta que tires la cadena.

Así es como concluimos nuestro artículo sobre poemas graciosos, pero no queremos irnos sin que nos cuentes: ¿cuál de ellos llamó más tu atención? ¿conoces de algún otro que deba hacer parte de la lista? ¡Te leemos!