En artículos anteriores hemos hablado de la grandiosa influencia de las frases y libros de Sor Juana Inés de la Cruz. Esta autora mexicana utilizó las letras para educar a sus lectores sobre temas trascendentales, como el amor, la vida, Dios y, por supuesto, la mujer. Su escritura transmite sabiduría, empatía y reflexión, transformándose en textos esenciales para los amantes de las letras, entre los que se encuentran los más famosos poemas de Sor Juana Inés de la Cruz.
A lo largo de este artículo de Frases de la Vida te presentaremos las obras reconocidas en este género, así que… ¡Vamos a por ello!
Índice
Poemas de Sor Juana Inés de la Cruz: Matices de vida y humanidad
En los siguientes poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, la autora mexicana abordan temas cotidianos como el amor, los valores y el mundo clásico y la virtud. Son poemas de características formales, imprescindibles para aquellos en búsqueda de la fascinación.
1. Hombres necios que acusáis
El primero de los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz refleja la posición predominante del hombre frente a la mujer; una posición que se alimenta del desdén, la culpa y la resistencia. Refleja la necesidad de posesión y sumisión.
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
el niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro? […]
2. Amor empieza por desasosiego
En este siguiente de los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, la autora hace referencia a uno de sus temas preferidos: el amor. Este es un amor que se transforma, que duele, que se confunde con los celos y termina llevando hacia la pérdida de la amada.
Amor empieza por desasosiego,
solicitud, ardores y desvelos;
crece con riesgos, lances y recelos;
susténtase de llantos y de ruego.
Doctrínanle tibiezas y despego,
conserva el ser entre engañosos velos,
hasta que con agravios o con celos
apaga con sus lágrimas su fuego.
Su principio, su medio y fin es éste:
¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío
de Celia, que otro tiempo bien te quiso?
¿Qué razón hay de que dolor te cueste?
Pues no te engañó amor, Alcino mío,
sino que llegó el término preciso.
3. Este que ves, engaño colorido
Los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz también procuran guiarnos en desmentir los elogios. Aquí se muestra ese sentimiento que se disfraza de amor con pequeñas excusas, artificios y engaños. La autora nos invita a mirar un poco más allá, a descubrir lo que se oculta tras las palabras.
Éste que ves, engaño colorido,
que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;
éste en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido:
es un vano artificio del cuidado;
es una flor al viento delicada;
es un resguardo inútil para el hado;
es una necia diligencia errada;
es un afán caduco, y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.
4. Este amoroso tormento
Continuamos con los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz con este amoroso tormento. Este poema religioso busca explorar el amor divino, exponiendo el dilema entre el sentimiento irracional y la razón.
Este amoroso tormento
que en mi corazón se ve,
se que lo siento y no sé
la causa porque lo siento
Siento una grave agonía
por lograr un devaneo,
que empieza como deseo
y para en melancolía.
y cuando con más terneza
mi infeliz estado lloro
sé que estoy triste e ignoro
la causa de mi tristeza […]
5. Con el dolor de la mortal herida
De nuevo, el amor es el protagonista de estos poemas de Sor Juana Inés de la Cruz. En este caso, el sentimiento se convierte en agravio, en tristeza, en muerte lenta y sentida.
Con el dolor de la mortal herida,
de un agravio de amor me lamentaba,
y por ver si la muerte se llegaba
procuraba que fuese más crecida.
Toda en el mal el alma divertida,
pena por pena su dolor sumaba,
y en cada circunstancia ponderaba
que sobraban mil muertes a una vida.
Y cuando, al golpe de uno y otro tiro
rendido el corazón, daba penoso
señas de dar el último suspiro,
No sé con qué destino prodigioso
volví a mi acuerdo y dije: qué me admiro?
Quién en amor ha sido más dichoso?
6. A Cristo Sacramentado, día de comunión
Finalizamos nuestra selección de poemas de Sor Juana Inés de la Cruz con una obra que honra al amor divino en Cristo, el cual se materializa en la comunión. Es la Eucaristía la que dignifica y justifica la existencia de tal amor.
Amante dulce del alma,
bien soberano a que aspiro,
tú que sabes las ofensas
castigar a beneficios;
divino imán en que adoro:
hoy que tan propicio os miro,
que me mimáis la osadía
de poder llamaros mío:
hoy que en unión amorosa
pareció a vuestro cariño
que si no estabais en mí
era poco estar conmigo […]
¿Qué tal te han parecido estos poemas de Sor Juana Inés de la Cruz? ¿Ya los conocías? ¿Recuerdas algún otro que deba hacer parte de esta lista? Estaremos muy ansiosos por leerte, así que no dudes en dejarnos saber tus opiniones y comentarios.
Y si el género de la poesía está entre tus favoritos, no dejes de leer esta selección de los mejores poetas latinoamericanos. Al igual que lo hace Sor Juana, son una gran muestra del talento y la expresividad cultural e identitaria de la región. Sin duda, todas sus letras te enamorarán.