Los grandes poetas de la historia han sido los encargados del nacimiento de muchos de los mejores libros modernistas, de obras y frases poéticas que han marcado el camino de muchos lectores, de individuos que esperan fervientemente las palabras adecuadas para describir el mundo caótico, diverso y hermoso que nos rodea. Entre esas grandes y necesarias obras es fundamental hablar de los bellos poemas de José Asunción Silva. En Frases de la Vida hemos seleccionado algunas de las obras más inspiradoras de la colección y queremos que las conozcas, así que no esperemos más y veamos lo mejor de la poesía de José Asunción Silva.

Índice

Un grande poeta colombiano y pionero del modernismo, ¿Quién fue José Asunción Silva?

Sin duda alguna, José Asunción Silva es uno de los poetas más recordados de todos los tiempos. Es reconocido, además, como una de las figuras más importantes del modernismo, como se mencionó en la introducción de este artículo.

Este escritor colombiano nació el 27 de noviembre de 1865 en Bogotá, Colombia. A pesar de crecer en una familia adinerada, la infancia de Silva fue infeliz y desencadenó en una vida completamente atormentada. De allí, de su propio dolor, de su mundo sombrío, pero inspirador, nacieron los poemas de José Asunción Silva, melancólicos y sensibles que, hoy en día, todos disfrutamos y analizamos.

La poesía de José Asunción Silva se caracteriza, ante todo, por su sentido crítico hacia la literatura; una crítica indeleble, permanente. Además, hizo un uso fantástico del humor y la sátira para crear poemas irónicos e inolvidables, poemas que lo llevaron a convertirse en el representante de la famosa antipoesía.

Pero todo cambió la madrugada del 23 de mayo de 1896, cuando —con tan solo 31 años— Silva decide quitarse la vida con un tiro al corazón. Aunque las razones de dicha decisión aún permanecen inciertas, lo que sí se sabe es que ese día se perdió a un hombre con un talento inimaginable, un poeta irrepetible que, aún hoy, sigue siendo recordado y elogiado por miles de lectores alrededor del mundo.

Los poemas de José Asunción Silva que revelan la importancia de su trayectoria poética

poemas de José Asunción Silva

1. Los maderos de San Juan

El primero de los poemas de José Asunción Silva recrea una antigua canción popular española. El poema se mueve entre el pasado, el presente y el futuro, en los que la memoria, el recuerdo y la reflexión son los protagonistas.

¡Aserrín!

¡Aserrín!

¡Aserrán!

Los maderos de San Juan,

piden queso, piden pan,

los de Roque

alfandoque,

los de Rique

alfeñique

¡Los de triqui, triqui, tran!

Y en las rodillas duras y firmes de la Abuela,

con movimiento rítmico se balancea el niño

y ambos agitados y trémulos están,

la abuela se sonríe con maternal cariño

más cruza por su espíritu como un temor extraño

por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño

los días ignorados del nieto guardarán.

2. Madrigal

El siguiente de los poemas de José Asunción Silva es una hermosa poesía que describe de un amor, de una persona amada. Una descripción sutil, fugaz, necesaria. Una descripción sensual que llama, al igual que su último verso, a gritos al amor y la pasión.

Tu tez rosada y pura, tu formas gráciles

De estatuas de Tanagra, tu olor de lilas,

El carmín de tu boca, de labios tersos;

Las miradas ardientes de tus pupilas,

El ritmo de tu paso, tu voz velada,

Tus cabellos que suelen, si los despeina

Tu mano blanca y fina toda hoyuelada,

Cubrirte como fino manto de reina;

Tu voz, tus ademanes, tú no te asombres;

Todo eso está ya a gritos pidiendo un hombre.

3. Crisálidas

Este es, sin duda alguna, uno de los poemas de José Asunción Silva más melancólicos. Lo escribió en memoria de su hermana Inés, quién murió a los seis años. La mariposa es la metáfora protagonista: representa la libertad y la belleza, pero se mezcla con la incertidumbre de la muerte, con el desapego forzado que viene con el fin de la existencia.

Cuando enferma la niña todavía

salió cierta mañana

y recorrió, con inseguro paso,

la vecina montaña,

trajo entre un ramo de silvestres flores

oculta una crisálida,

que en su aposento colocó, muy cerca

de la camita blanca.

Unos días después, en el momento

en que ella expiraba,

y todos la veían, con los ojos

nublados por las lágrimas,

en el instante en que murió, sentimos

leve rumor de älas

y vimos escapar, tender el vuelo

por la antigua ventana

que da sobre el jardín, una pequeña

mariposa dorada…

La prisión, ya vacía, del insecto

busqué con vista rápida;

al verla vi de la difunta niña

la frente mustia y pálida,

Y pensé ¿si al dejar su cárcel triste

la mariposa alada,

la luz encuentra y el espacio inmenso,

y las campestres auras,

al dejar la prisión que las encierra

qué encontrarán las almas?…

4. Mariposas

En Mariposas vuelven a ser estos bellos animales una hermosa metáfora. En este caso son la representación del alma pura, del brillo celestial, de los ojos, de quién se ama, de los deseos, de la vida terrenal. Otro de los grandes entre los poemas de José Asunción Silva.

En tu aposento tienes,

En urna frágil,

Clavadas mariposas,

Que, si brillante

Rayo de sol las toca,

Parecen nácares

O pedazos de cielo,

Cielos de tarde,

O brillos opalinos

De alas suaves;

Y allí están las azules

Hijas del aire,

Fijas ya para siempre

Las alas ágiles,

Las alas, peregrinas

De ignotos valles,

Que como los deseos

De tu alma amante

A la aurora parecen

Resucitarse,

Cuando de tus ventanas

Las hojas abres

Y da el sol en tus ojos

Y en los cristales!

5. Ars

En el último de los poemas de José Asunción Silva, el autor habla de la poesía, de cómo se rige y se conforma su creación. A través de sus versos se romperá con los límites de la razón, para dar paso a la espiritualidad y la emoción.

El verso es vaso santo. Poned en él tan solo,

un pensamiento puro,

¡en cuyo fondo bullan hirvientes las imágenes

como burbujas de oro de un viejo vino oscuro!

Allí verted las flores que en la continua lucha,

ajó del mundo el frío,

recuerdos deliciosos de tiempos que no vuelven,

y nardos empapados en gotas de rocío

para que la existencia mísera se embalsame

cual de una esencia ignota,

¡quemándose en el fuego del alma enternecida

de aquel supremo bálsamo basta una sola gota!

Así llegamos al final de nuestro artículo sobre poemas de José Asunción Silva. Esperamos que te gustaran tanto como a nosotros y te incentivarán a seguir conociendo a este fantástico autor colombiano. Antes de irte, no dudes en contarnos todas tus impresiones. Si conoces algún otro poema que deba hacer parte de esta lista, no dudes en hacérnoslo saber. ¡Te leemos!